Por Mª. Victoria Udjilo Belika
Como he dicho en otros artículos, me siento muy orgullosa de que mis compañeros hayan pensado en mí para coordinar el área de la mujer, la infancia y todo el entorno familiar. También, insisto, en que hasta que no haya unas elecciones libres en Guinea Ecuatorial yo no represento a nadie más allá de mi partido, pues nadie me ha votado,aunque la dirección de mi formación política, de la que con orgullo formo parte, quiere que sea en este sentido, el referente dentrodel Partido del Progreso.
Estoy en el Partido del Progreso por el respeto que se tiene a la persona, independientemente de sus simpatías políticas, creencias religiosas o su condición de hombre o mujer. Quiero creer que un mundo de igualdad de oportunidades se abrirá con el final de la dictadura.
El área política en la que trabajo es realmente complicada y, a decir verdad, me gustaría que ni siquiera tuviera que existir,pero la realidad es la que es y en mi país, en África y en el mundo entero, no hemos sido capaces, todavía, de defender y proteger los derechos de las mujeres que son la mitad de la humanidad.
Una gran cantidad de mujeres que conozco son buenas profesionales. Tan buenas o mejores que muchos hombres, pero encima llevan el peso de la familia, de la casa, de los niños y de los ancianos o los más vulnerables sin los recursos necesarios y en numerosas ocasiones hasta sin el más mínimo reconocimiento.