Por Coltán
Al final todos los dictadores terminan igual, acaban perdiendo el juicio. Hemos tenido ocasión de leer en este Confidencial la crónica sobre las últimas horas de Gadafí. Nos cuentan que cuando estaba rodeado en Sirte por las tropas rebeldes, se puso a terminar de leer tranquilamente algunos libros que no había tenido tiempo de hacerlo antes. A Obiang le ha pasado lo mismo; cuando todo el pueblo le ha dado completamente la espalda y la comunidad internacional conoce sus mentiras, va y convoca el célebre referéndum. Después fuerza la participación de los guineoecuatorianos, primero intentando comprarles y después mediante la intimidación, con la presencia de las armas en las urnas.