lunes, 21 de marzo de 2022

LA DICTADURA DE OBIANG NGUEMA HA CONDENADO A GUINEA ECUATORIAL A LA MISERIA



Por Juan Cuevas, Secretario de Formación del PPGE.

Sin animo de ser agoreros, en este  Confidencial pronosticamos hace mas de una década, que si Guinea Ecuatorial no cambiaba el rumbo de su política económica, se vería abocada a un armagedón económico de consecuencias bíblicas. Aquella aseveración se basaba en el análisis de una serie de parámetros económicos, que a nuestro juicio, indicaban que el futuro económico de nuestro país se presentaba muy oscuro, y consecuentemente llevaría a los guineanos a la miseria. 
El factor mas limitante era (sigue siendo) la focalización de la actividad económica en un solo producto: el petróleo. Advertimos en este sentido, que para no caer en el llamado Síndrome Holandés, Guinea Ecuatorial debería diversificar su economía, favoreciendo la creación de empresas de cuño guineano, mediante el estimulo  y  el     apoyo     económico    a emprendedores nacionales. Se trataba de crear un tejido productivo autóctono, formado mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas, con fuerte presencia en la agricultura, en las pesquerías y en los servicios.

A todo esto hay que añadir, y no es menos baladí, el sistema de apartheid que la dictadura ha establecido en torno al PDGE y la corrupción generalizada a todos los niveles: comenzando por la propia familia de Obiang, pasando por los altos cargos del gobierno y del PDGE, por la administración y por las fuerzas de seguridad del estado. 
Esta perversa e intencionada forma de empobrecer a los guineanos, especialmente a aquellos que no pueden o no quieren acceder a este malévolo club de privilegiados, se sigue manteniendo, quizá todavía mas sangrante y descarado en la actualidad. 
Por otra parte,  se ha registrado un fenómeno que ha venido a empeorar la situación, que ha sido la deslocalización de empresas extranjeras, dedicadas principalmente a la construcción. El abandono en masa de firmas extranjeras radicadas en Guinea Ecuatorial, tiene dos claras explicaciones: en primer lugar, la caída de los ingresos del estado por la ralentización de las extracciones y los bajos precios del petróleo en el ultimo quinquenio, y en segundo lugar, por la falta de confianza de la inversión extranjera que veía como la familia obiang dejaba de pagar a muchas empresas o aumentaba considerablemente sus mordidas. Todo lo anterior agravado por la inexistencia de leyes destinadas a proteger las inversiones extranjeras.

 
La escasa actividad económica que registra nuestro país, se encuentra concentrada principalmente en la familia obiang y en un cierto número de allegados, altos cargos y afiliados al PDGE, que además están saqueando, literalmente, las arcas del estado y esquilmando los recursos naturales de nuestro país. A los demás guineanos, y especialmente a los opositores, se les niega ese derecho.
La fuerte presencia de China solo beneficia a la dictadura. Beijing acomete grandes obras de infraestructura y viviendas en nuestro país, a cambio de recursos naturales a bajos precios, para alimentar su creciente industria. Las obras que lleva a cabo China tienen dos características muy negativas, en primer lugar, estas se realizan con personal exclusivamente chino, excluyendo la mano de obra guineana y, en segundo lugar, una ínfima calidad de los trabajos, que en poco tiempo comienzan a dar problemas. 
Los créditos milmillonarios de China a Guinea, ademas de ir directamente al bolsillo del dictador, tienen resultados negativos para nuestro país, ya que el fuerte endeudamiento del Tesoro con China, excede con mucho la capacidad para devolver su deuda, lo que sitúa a nuestro país  fuera de los esquemas que FMI diseña y supervisa. Eso es suficiente para que Guinea Ecuatorial salga per se del sistema de prestamos occidentales y nos pone aun mas en manos chinas.

Para el dictador las empresas chinas les son muy rentables, ya que estas no se someten a consideraciones de tipo social, político o de corrupción y por otro lado, no tienen que someterse  a restricciones medioambientales, como si ocurre en las empresas occidentales. 
Existe un factor que agrava considerablemente las dificultades de los guineanos para conseguir el sustento, como es el encarecimiento de los precios de los productos básicos de consumo, en su mayoría exportados y que son solo asequibles a la élite que vive de la dictadura, lo que condena a la mayoría de los guineanos a una inseguridad alimentaria permanente.
En este sentido, desde El Confidencial, llevamos advirtiendo a cerca de las nefastas consecuencias del total abandono del gran potencial agrícola y pesquero que ofrece Guinea Ecuatorial, que racionalmente explotado, garantizaría un futuro alimentado seguro y duradero para sus habitantes.
Como vemos, la dictadura es directamente responsable de la enorme postración económica y social que vive nuestro país, que está elevando la tasa de paro y empobreciendo de los guineanos a pasos agigantados.  
Es necesario por tanto, que nos deshagamos de esta dictadura, e iniciemos nuestro camino hacía la democracia y hacia el estado de derecho. Conseguidos estos objetivos, nuestro país irá saliendo de la paupérrima situación económica y social en que vive. 

La democracia se asienta en instituciones fuertes; en parlamentos vibrantes; en una justicia independiente; en una sociedad civil organizada; en unos políticos honrados; en una prensa libre e independiente y en unos cuerpos de seguridad al servicio del ciudadano. 
Este es el gran reto que se nos presenta a los que luchamos por la libertad y la democracia de Guinea Ecuatorial. Aquí no caben los personalísimos utilitaristas, ni la defensa de los intereses de grupos o de familias. Aquí solo cabe el trabajo, la entrega y la capacidad personal para trabajar junto a otros por el bien común.