jueves, 23 de enero de 2020

MORIR EN GUINEA ECUATORIAL: A MANOS DE OBIANG O A MANOS DE SU SISTEMA SANITARIO


Exilio forzado del Partido del Progreso en España, 22 de Enero de 2020.- Los ciudadanos guineanos no tienen suficiente con vivir bajo el yugo del dictador, su sistema sanitario se convierte en la otra opción para elegir la muerte. A buen seguro que ninguno de los compañeros de viaje de Obiang Nguema, enriquecidos por el dictador, Jamás eligen ser tratados en los hospitales del país. Para ellos es fácil concertar visitas médicas en Europa o USA donde tratar sus dolencias, mientras el resto de los guineanos ven como sus familiares enferman y no hay centros ni medios para poder atenderles.
Lo que ha hecho Obiang Nguema con la sanidad pública ha sido  un auténtico crimen de estado. Es duro tener que hacer esta afirmación, pero responde fielmente a la realidad. Dilapidar el dinero procedente de las riquezas naturales del país, que son de todos, mientras se deja morir a la gente por falta de asistencia sanitaria, es un verdadero crimen.
La dictadura podía haber mantenido y mejorado el sistema sanitario que heredó de la colonización con muy poco esfuerzo, pero no, lo ha dejado caer. Muchos de los aparatos quirúrgicos que equipaban las clínicas, han desaparecido. Los propios edificios (hospitales y dispensarios) se han derrumbado por falta de mantenimiento, han sido convertidos en almacenes y los pocos que quedan están sucios y deteriorados.
En la propaganda de la dictadura aparecían montajes de hospitales equipadas con todos los medios, en realidad lo que en esa publicidad aparecían eran clínicas privadas, exclusivas para los ricos, o los dos hospitales públicos de Mongomo, especialmente construidos para atender solo a la deteriorada salud del dictador.
Cualquier persona que no conozca de cerca la realidad de Guinea Ecuatorial, o que se haya creído la publicidad de la dictadura,  no se podría creer lo que realmente está pasando con la sanidad de nuestro país.  
Existe un gran trasiego de guineanos (muchos de ellos de clase media) que arriban  todos los días a Barajas para curarse en España. No solamente vienen a tratarse de afecciones  graves, como las cardiacas, vasculares, cánceres, etc., sino también de enfermedades comunes,  como una simple apendicitis o una hernia. Los guineanos de pocos recursos, que no pueden viajar a España a curar sus dolencias, quedan a merced de un sistema sanitario catastrófico y mucha gente ve como sus familiares mueren por una apendicitis, por una simple hernia o por una negligencia del profesional, que son demasiadas.
Cualquier guineano que acude a un dispensario o a un centro hospitalario, lo primero que le preguntan si trae las vendas, el esparadrapo o los medicamentos, porque los centros están completamente desabastecidos y los medicamentos que tienen están caducados. A parte del desabastecimiento de medicamentos, no existen aparatos quirúrgicos, ni profesionales sanitarios que los maneje.
El sistema sanitario de Guinea Ecuatorial no cuenta con  un mínimo de profesionales  de la medicina y los que hay no se están reciclando. Los médicos guineanos son muy escasos (no llegan al 1%), la mayoría son cubanos. El caso de los ATS es mas escandaloso todavía, ya que los enfermeros/as han sido colocados "a dedo" y no cuentan con los estudios, ni la experiencia exigida. Son gente sin formación, que vocean y abroncan a los enfermos, incluso les exigen dinero para pagar la atención o los pocos medicamentos que les ofrecen. 
Un  sistema sanitario que exige a los enfermos que lleven un cuaderno para apuntale el diagnóstico y  los medicamentos que han de tomar, o que no cuenta con camas y los camastros que existen son de la época colonial, no se puede llamar sistema público de salud. 
En Guinea los dispensarios y hospitales, están llenos de suciedad y no se cuida la higiene, ni la asepsia, ya que no se desinfecta y se utilizan jeringuillas de grandes agujas no desechables.  
Las grandes damnificadas de la sanidad pública de Guinea, son la mujeres, ya que las unidades de obstetricia no cuentan con medios ni con profesionales adecuados. En Guinea Ecuatorial, parir se convierte en un verdadero suplicio y en un riesgo de muerte para las mujeres. Los continuos cortes de flujo eléctrico  provocan la muerte de muchos neonatos que se encuentran en las incubadoras. 
A pesar de los grandes adelantos de la medicina infantil,  en Guinea la mortalidad infantil (niños que no sobreviven al año) se sitúa, según los datos oficiales, en una media de 89 niños muertos, por cada mil habitantes. Para hacer una comparativa, en España apenas se alcanza los 3 (2,90 por cada mil habitantes).
Es tan grande el abandono y el descuido en la sanidad  que los enfermos se encuentran con cadáveres amontonados en el suelo, como si la vida humana no tuviera ningún valor.
Aquí se ve el “gran desarrollo” que, según Obiang ha traído al país. Todo es un fraude y una monumental tomadura de pelo por parte de Obiang y su familia, que como se puede ver los guineanos no le importamos. ¿¡¡Qué  clase de mandatario es este, que mata y deja morir a su pueblo¡¡?.