sábado, 25 de enero de 2020

OBIANG NGUEMA SE ALIMENTA DE LAS DIVISIONES QUE EL MISMO CREA ENTRE LOS GUINEANOS

       Obiang vaticina que cuando él desaparezca, los  del PDGE buscarán 
otras "oportunidades"
Exilio injusto del Partido del Progreso en España, 25 de Enero de 2020.- Obiang Nguema es un experto en crear la discordia y la división entre los guineanos. El sabe muy bien que sembrando el odio entre las diferentes etnias, regiones, ciudades, pueblos y colectivos, le será mucho mas fácil poder domeñarlos. 
Hemos visto como se ha rodeado de hombres de Mongomo (en su mayoría) y de otros poblaciones adyacentes, despreciando a los demás. Además su gobierno ha beneficiado a aquellos guineanos que le han estado apoyando, especialmente a los del PDGE y despreciando (condenando) a los demás. Obiang ha permitido que los integrantes del clan gubernamental se enriquezcan y que amparándose  en su gobierno, cometieran todo tipo de fechorías contra el resto de la población. Esta circunstancia ha dado pie a que todos los fang hayan sido injustamente señalados como parte de la dictadura. Esta es la herencia, envenenada, que nos quiere dejar Obiang cuando desaparezca. El mismo lo ha expresado claramente, cuando afirmó: "cuando yo me vaya, Guinea será un país ingobernable". El dictador quiere hacer velada alusión a que va a dejar inoculada la semilla del odio, de la división y del no entendimiento entre los guineanos y que sin él, no vamos a poder hacer nada serio, por lo que al final nos acordaremos de su "buen gobierno".
Es paradójico que esta idea la haya expresado también algún que otro líder de la oposición, que (siendo bien pensados) quizá no cree en la capacidad de los guineanos para entendernos cuando nos desembaracemos del dictador. 
Es comprensible, por otra parte, que sintamos "odio" hacia los que nos han estado maltratando durante mas de cincuenta años, ha sido tan grande nuestro sufrimiento que hasta se puede entender que les maldigamos. Pero no debemos olvidar que cuando desaparezca el dictador, los que quedemos no vamos a tener mas remedio que entendernos si queremos convertir nuestro país en un estado democrático y de derecho en el que quepamos todos. 
Deshacernos de Obiang debe significar necesariamente para nosotros el no ser acreedores de su sentencia (¿maldición?): "sin mi no vais a poder hacer nada". No sabemos si el dictador va a poder ver una Guinea democratizada por los propios guineanos, sin necesidad de sus "sabias orientaciones", de todas formas sería la demostración de que el pueblo guineano es capaz de entenderse y acometer conjuntamente grandes logros. 
Estamos "condenados" a entendernos, a reconciliarnos, y a restañar las heridas provocadas por otros guineanos que un día decidieron compartir mesa y mantel con aquel que nos ha estado tiranizando. Esto no nos debe imposibilitar para ponernos de acuerdo y trabajar junto a otros guineanos por nuestro bien y por el de las generaciones futuras.  
Democratizar un país no se hace de la noche a la mañana. Necesitaremos un núcleo de partidos dispuestos a asumir el reto de unirse para llevar a cabo la transición a la democracia y que la mayoría del pueblo tenga el mismo entusiasmo para respaldar la iniciativa.