martes, 12 de febrero de 2019

PUBLICADO EN LA PRESTIGIOSA REVISTA THE DIPLOMAT

Venezuela se incrusta en el debate político de Guinea Ecuatorial

Eduardo González

El pasado 1 de febrero, Guinea Ecuatorial asumió por primera vez en su historia la presidencia del Consejo de Seguridad de la ONU. Dos días antes, su representante permanente, Anatolio Ndong Mba, advirtió de que la implicación de la comunidad internacional en la crisis de Venezuela sentaría un “precedente muy peligroso”.
Ndong Mba pronunció estas palabras durante un encendido debate entre las grandes potencias mundiales sobre la crisis de Venezuela. Durante su intervención, el embajador afirmó que la situación en el país sudamericano es una “cuestión interna” y que impulsar un cambio de Gobierno desde el exterior crearía un “precedente muy peligroso” con consecuencias “nefastas” para otros países “tras la celebración de ciclos electorales”.
 Cuatro días antes, el régimen ecuatoguineano había mostrado un rostro mucho más beligerante. En un comunicado, Jerónimo Osa Osa Ecoro, secretario general de PDGE (el partido político del presidente Teodoro Obiang Nguema) manifestaba su “solidaridad con el Partido Socialista Unido de Venezuela y su Gobierno legítimo” y denunciaba “las acciones de injerencias foráneas con intereses inconfesados contra la República Bolivariana de Venezuela”.

El comunicado -difundido por la web del Gobierno- reclamaba “el derecho de los pueblos a su soberanía, sin intervenciones interesadas de otros Estados”, e insistía una y otra vez en denunciar “la injerencia(palabra mencionada hasta en cuatro ocasiones en el texto) pilotada por enemigos de Venezuela, los disidentes y grupos de la oposición radicales”.
 La oposición interna y exiliada
Como era de esperar, la crisis de Venezuela se ha convertido en una referencia para la vida política de Guinea Ecuatorial. Es el caso de la principal formación opositora, Ciudadanos por la Innovación de Guinea Ecuatorial (CI), cuyo líder y fundador, Gabriel Nsé Obiang Obono, ha manifestado su “más firme apoyo y solidaridad” a Juan Guaidó, y ha aplaudido “el compromiso de los países y organizaciones democráticas de la comunidad internacional que apoyan el proceso de democratización de Venezuela y que han reconocido oficialmente al presidente interino”.
CI sufrió una dura derrota en las elecciones legislativas y municipales de noviembre de 2017, unas elecciones que dieron la práctica totalidad de los cargos electos al PDGE y cuya credibilidad democrática fue puesta “en duda” por el Gobierno español y abiertamente rechazada por PSOE (por entonces en la oposición), Podemos y Ciudadanos.  El único diputado de CI, Jesús Mitogo, fue detenido, junto a una treintena de militantes a raíz de un supuesto intento de golpe de Estado en diciembre de 2017. Pese a que fueron indultados en octubre del año pasado, las autoridades no han permitido todavía a los candidatos electos de este partido tomar posesión de sus cargos en la Cámara de Diputados y el Ayuntamiento de Malabo.
Por su parte, la oposición ecuatoguineana en el exilio, liderada por Severo Moto, ha mostrado también su apoyo a Guaidó y ha afirmado que “Venezuela, en poco tiempo, se ha convertido en otra Guinea, con la diferencia de que nuestra dictadura es más salvaje todavía y además la llevamos padeciendo 50 años”.
“Mientras que desde hace algún tiempo la  opinión pública internacional ha puesto el foco en Venezuela, nuestro país sigue fuera de la atención política y mediática”,  lamenta la oposición exiliada en España a través de un artículo publicado en El Confidencial de Guinea Ecuatorial. “España ha recomendado a Maduro que convoque elecciones libres”, cuando el régimen de Obiang Nguema “ha venido amañando todas las elecciones que ha convocado”, prosigue.
 España pide a Obiang “una voluntad clara hacia la democracia”
El pasado viernes, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Fernando Martín Valenzuela (único representante gubernamental español que asistió el pasado 12 de octubre en Malabo a los actos por el 50 aniversario de la Declaración de Independencia de Guinea Ecuatorial), aseguró ante la Comisión de Exteriores del Congreso que España ha lanzado un “mensaje claro” al régimen de Obiang: “Estamos dispuestos a ir a más en las relaciones bilaterales y en la cooperación” pero ello “no podrá ser si Obiang no da los pasos en la dirección adecuada”.
 “Se trata de convencer a Obiang de que haga en Guinea una transición ordenada, pacífica, segura, con prácticas democráticas auténticas y en la que la persona que asuma su sucesión no se plantee ninguna involución ni la violencia”, manifestó. “El Gobierno ecuatoguineano da pasos adelante, pero también da pasos hacia atrás y hacia otros lados, y no termina de tener una voluntad clara de avanzar hacia la democracia”, lamentó Valenzuela.