viernes, 15 de febrero de 2019

IR A HACER POLÍTICA EN GUINEA ECUATORIAL: TRES OPCIONES POSIBLES:


*Desafiar el riesgo de muerte, y salir vivo, de casualidad…
*Ser un suicida, en fase de desesperación, y perderlo todo…
*Entregarse a Obiang Nguema, al servicio de la destrucción del país.


Por Severo-Matáis Moto Nsa, Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial.                                                                                                                                         

Lo he puesto, recientemente, en evidencia, en las cuatro entregas de un artículo, titulado: “¿Por qué he luchado?” y publicado en este mismo Confidencial de Guinea Ecuatorial; así como una entrevista recientemente publicada en  YouTube, por naWETTI.COM; he dejado, en varias ocasiones, constancia de mi experiencia en eso de “ir a hacer política en Guinea Ecuatorial” Experiencia tremendamente frustrante.
Yo me encuentro entre los que han llevado a cabo esta experiencia de “ir a hacer política en Guinea Ecuatorial…” Mi experiencia me sitúa en el primero de los casos señalados en los subtítulos de este artículo. Desafié el riego de muerte y salí vivo, de casualidad. 

A) En el verano del año 1971, decidí renunciar a las ofertas de trabajo que mis profesores me ofrecían en los medios de comunicación españoles; y opté por ir a servir a mi país, utilizando mis estudios. Eran los tiempos en los que Guinea Ecuatorial hervía bajo el candente fuego de la “revolución” de Macías Nguema (Presidente) y Obiang Nguema (Jefe de cárceles) Estaba en plena e infernal marcha el plan muy “inteligente” de barrido, a muerte, de todos los valores culturales, intelectuales; personajes de peso social, y políticos de gran renombre y valoración social. En La conciencia de Macías, latía la plena convicción de que nunca podría gobernar una sociedad tan cargada de gente de valor cultural, formada durante los finales de la colonia, en el período de Provincias y durante los 4 años de autonomía. La violenta y la personal ruptura con España programada por Macías, no permitía que el pueblo guineano siguiera contando con la presencia y apoyo decisivos de españoles ejemplares; objetos de medro y continuadores de la siembra cultural, intelectual y de valores humanos que tanto la colonización como las Provincias y la Autonomía habían sembrado en la vida del pueblo guineo. Inmerso en esa vorágine de matanza de valores, me tocó pagar mi atrevimiento, con tres años de cárcel, en los que sentí en mis carnes el profundo rasguño de la muerte.  Está claro y probado que, desde que entramos en la independencia, no se puede ejercer con dignidad, éxito ni orgullo ninguna profesión de altura. Intentarlo, sería y es, simplemente una provocación y un reto contra los dirigentes de la dictadura. Y tomé el camino del exilio en España.
B) El día 5 de junio de 1988 yo llegaba a Guinea Ecuatorial, después de 10 años de exilio, con el propósito de solicitar la legalización del Partido del Progreso. Estuve en Guinea Ecuatorial, durante 25 días, tras presentar los papeles de solicitud de reconocimiento, permiso o legalización del Partido del Progreso. Es cierto que este hecho, podría considerarse tan arriesgado y casi suicida como el viaje de 1971 y acabé, tres años, en la cárcel. En 1988, yo iba a pedir la legalización del Partido del Progreso. Ya la simple presentación y recepción de los papeles, le costó la cárcel y expulsión, al Ordenanza del Ministerio del Interior, que los recogió y registró. Yo, abandonado, despreciado o, quizás, “temido” por el régimen, retorné al exilio…
Cuatro años después, el 2 de mayo de 1992, el Partido del Progreso volvió a asumir el peligroso y arriesgado protagonismo de intentar, e ir a hacer política en Guinea Ecuatorial. Con esta ocasión, llegaron otros tres partidos y sus líderes, a Guinea Ecuatorial, desde España y otros, desde países aledaños, para hacer política en el país. Se llegó hasta a abrir aquel falso, cobarde y mentiroso proceso de “ensayo democrático a la equator-guineana”; un proceso desprotegido por España y Francia, con la profunda decepción de la Unión Europea y el cabreo morrocotudo de los Estados Unidos de América…
Nadie puede decir con ningún tipo de razón que Severo Moto no ha querido ir a hacer política en Guinea Ecuatorial.
Con el tiempo y las pruebas que, en cincuenta años de independencia han dado los políticos, de su deseo y propósito e intentos de salir al encuentro del pueblo guineano; con los palpables y evidentes resultados de muertes sistemáticas por asesinatos, desapariciones; con los raptos, secuestros y asesinatos que sufren los políticos repatriados a la fuerza en Guinea Ecuatorial, ha quedado muy claro que los que retan al exilio político a IR A HACER POLITICA A GUINEA ECUATORIAL, respiran ciertos tufos de asesinos. 
No podemos olvidar que Obiang Nguema Mbasogo llegó a la presidencia del país por un golpe de estado, muy meticulosamente organizado y controlado por sus amigos y después ha continuado "ganando" (robando) por la fuerza militar todas y cada una de las elecciones que ha convocado y con resultados  por encima del 98.¿Pueden sus grandes amigos seguir protegiendo a un DICTADOR con dudosa legitimidad democrática y de la calaña de Don Teodoro Obiang Nguema Mbasogo?
AIRES DE ESPERANZA. 
Por fortuna las cosas están cambiando en el panorama internacional. La propia Africa, refugio tradicional de dictadores,  se va desprendiendo poco a poco el lastre del totalitarismo y aparecen presidentes elegidos por el pueblo, con bastante normalidad democrática y sin el más mínimo derramamiento de sangre. Me emocionó mucho la imagen del nuevo Presidente del Congo, Félix Tshiskedi, elegido libremente por los congoleños, intentando pasar página, con un abrazo a Joseph Kabila,  anterior presidente (dictador).  
La desaparición de la escena política de mandatarios reconocidos como íntimos amigos y protectores de Obiang Nguema (Lula da Silva, Eduardo dos Santos, Robert Mugabe..), le ha hecho perder influencia y peso internacional, quedando situado en el primer puesto entre los dictadores mas longevos de Africa, con 39 años 6 meses y doce días. 
Por otra parte, el apoyo explícito de Obiang Nguema, a un dictador  como Nicolás Maduro, cuyas acciones criminales contra el pueblo venezolano están escandalizando al conjunto de la opinión pública internacional, ha servido para que muchos hayan puesto el foco en la tragedia silenciosa que vive también el pueblo guineano. 
Después de 50 años de dictaduras, el pueblo guineo está suplicando  ayuda para desprenderse de una dictadura militar que está paralizando sus constantes vitales. Nuestro pueblo quiere vivir en libertad y es merecedor de gobernantes democráticos, que él mismo haya podido elegir. 
Las decenas de miles de guineanos que hemos tenido que tomar el camino del exilio, queremos retornar a Guinea para ayudar a nuestro pueblo a construir un estado democrático y derecho, en el que quepamos todos.    
Considerando que se acerca una nueva era de democracia en Africa y en el mundo entero, los partidos políticos en el exilio estamos  dando a conocer un proyecto de TRANSICIÓN PACÍFICA A LA DEMOCRACIA en Guinea Ecuatorial; elaborado meticulosamente por la Oposición Democrática de Guinea Ecuatorial en el Exilio con asesoramiento puntual de expertos en la materia; suscrito por los 4 partidos que constituyen dicha Oposición Democrática de Guinea Ecuatorial en el Exilio, ha sido trasladado a instancias internacionales, y elevado al gobierno de la dictadura que asola Guinea Ecuatorial… Se trata de un rotundo pulso, un reto y una alternativa política a la dictadura que lleva 50 años blandiendo la violencia armada, la huida de la justicia, la burla a las elecciones y la socialización del odio, el delito, la mentira y la pobreza como instrumentos fundamentales de gobierno de un pueblo abatido (Guinea Ecuatorial).
Puestas, así, las cosas, a la espera de los signos y reacciones que se perciben hoy en el mundo; dada, especialmente, la situación y la línea hacia la que se mueven algunas potencias mundiales con respecto a las dictaduras que minan y envenenan la vida de  normalidad, libertad, desarrollo y los derechos humanos de los países africanos; con ejemplos de viva actualidad, sea de saltos cualitativos hacia la PAZ como se espera en la República Democrática del Congo; o, con otro signo, el arropamiento internacional al pueblo venezolano que lanza suspiros de libertad, Guinea Ecuatorial tiene el mismo derecho a esperar, después de 50 años de dictadura, una transición política, pacífica, apoyada, ayudada y protegida por la comunidad internacional.