sábado, 4 de enero de 2025

Guinea Ecuatorial: A las Puertas del Cambio

Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial

 


El amanecer de una nueva Guinea Ecuatorial está cada vez más cerca. Tras más de 45 años de opresión y saqueo sistemático por parte del régimen de Teodoro Obiang Nguema y su camarilla, los signos de un cambio inminente se multiplican. La dictadura atraviesa una etapa crítica, como hemos venido advirtiendo desde hace años. Los excesos, la corrupción y la incompetencia han llevado al país al borde del abismo, pero también han despertado una conciencia colectiva que anuncia el fin de esta era de oscuridad.



El propio dictador reconoció recientemente la gravedad de la situación económica, declarándose impotente para encontrar soluciones y admitiendo el saqueo desmedido que ha vaciado las arcas del Estado. Este reconocimiento no es más que la confirmación de lo que el pueblo guineano ya sabe: el régimen no tiene futuro, y su permanencia solo prolonga el sufrimiento de una nación que merece prosperar.



A lo largo de los años, los disidentes y exiliados hemos soportado el peso de la lucha desde la distancia, enfrentándonos a la soledad y el destierro. Hemos visto cómo nuestros compañeros en el interior del país pagaban con sus vidas o su libertad por el simple hecho de alzar la voz contra la injusticia. Sin embargo, esa llama de esperanza nunca se ha extinguido. Hoy, nuevas voces se suman al clamor por la democracia. Ciudadanos valientes, tanto en Guinea Ecuatorial como en la diáspora, están decididos a luchar por un futuro mejor.



El mundo también está observando. Los informes de organizaciones internacionales y los artículos de prensa que denuncian las atrocidades del régimen están contribuyendo a desenmascarar la verdad. El reciente reportaje del diario español El País no solo expone las maniobras represivas contra la oposición en el extranjero, sino que también evidencia el alcance de la corrupción y las violaciones sistemáticas de los derechos humanos que han caracterizado al gobierno de Obiang.



Mientras el régimen se tambalea, nosotros, los incansables luchadores por la democracia, continuamos fortaleciendo nuestras redes internacionales y preparando el camino para una transición pacífica. Estamos construyendo los cimientos de una Guinea Ecuatorial nueva, una nación donde el Estado de derecho, las libertades individuales y colectivas, y el progreso sean una realidad para todos.



Queremos rendir homenaje a todos aquellos que han sacrificado tanto por esta causa. Hombres y mujeres que, desde diferentes trincheras, han defendido con valentía los ideales de libertad y justicia. Su legado es nuestra inspiración y su sacrificio no será en vano.



Hoy, más que nunca, es el momento de unirnos. No importa dónde estemos ni cuál haya sido nuestro recorrido hasta ahora. Lo que importa es nuestro compromiso compartido con un objetivo común: liberar a Guinea Ecuatorial de las cadenas de la tiranía y construir una democracia inclusiva y participativa.



Estamos en un punto de inflexión. Los guineanos estamos despertando, y el régimen lo sabe. Por eso, intentan sembrar el miedo y la desesperanza, pero no lo lograrán. Nuestro pueblo es fuerte, resiliente y está decidido a recuperar su dignidad.



El futuro nos pertenece. Con fe, trabajo y unidad, lograremos transformar Guinea Ecuatorial en un país donde la prosperidad sea una realidad para todos. No nos rendiremos, porque sabemos que la victoria está cerca. Y cuando ese día llegue, celebraremos juntos el amanecer de una nación libre y justa.



Adelante, compatriotas. La democracia ya asoma en el horizonte.