domingo, 10 de febrero de 2019

OBIANG Y MADURO, TAL PARA CUAL: LOS MISMOS DICTADORES, DIFERENTE RESPUESTA INTERNACIONAL

El canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, recibe el 
apoyo de Obiang Nguema
REDACCIÓN EL CONFIDENCIAL 


¡Tras siglos de estar sometidos,......cantemos libertad!   (del himno Guinea Ecuatorial). ¡Gloria al bravo pueblo, que el yugo lanzó, la Ley respetando, la virtud y el honor! (del himno de Venezuela). En los últimos siglos en la historia de Guinea Ecuatorial, nuestro pueblo no ha dejado de estar sometido. Para los guineanos la fallida independencia no ha sido sinónimo de libertad, sino de mas sometimiento y mas esclavitud. Venezuela, por el contrario,  después del derrocamiento del ultimo dictador militar, Marcos Pérez Jiménez, en 1958, conocería la libertad y la democracia, hasta que le fuera arrebatada por Hugo Chavez y por su sucesor Nicolás Maduro. Aun con ello, se puede afirmar que el pueblo venezolano tiene una gran cultura democrática.
La lucha por la libertad en ambos pueblos (el guineano y el venezolano) guarda similitudes y también diferencias. En nuestro país las dos sórdidas dictaduras militares, la de Macías Nguema y la de su sobrino Obiang Nguema, han impedido que se pudiera fraguar un núcleo estable de oposición en el interior del país. Todos los intentos de oposición seria dentro de Guinea han sido sofocados mediante cárcel y muerte, quedando un lejano y abandonado, pero activo, exilio que con muy pocos medios a
su alcance, ha estado recordando a una diplomacia cínica y condescendiente que Guinea Ecuatorial estaba gobernada por un salvaje y despiadado dictador. 
La democracia en Venezuela fue secuestrada y convertida en dictadura por un caudillo populista y demagogo, como Hugo Chavez y continuada por un sucesor bruto y montaraz, como Nicolas Maduro. A pesar de ello, y gracias a la historia democrática de esta pueblo, ha permitido la pervivencia de una oposición interior muy activa y organizada, que ha podido resistir y mantener viva la llama de la esperanza entre una gran parte de la población. 
Es bastante probable, que aún con la diferencia en el número de habitantes entre los dos países (apenas 1 millón en Guinea, frente a los 31 de Venezuela) los encarcelamientos y las muertes que han provocado la dos dictaduras en nuestro país, sean superiores a los casi 5000 muertes y los 20,000 encarcelamientos que cuenta en su haber  la dictadura bolivariana.
Existe otra gran diferencia entre ambas situaciones, Venezuela se ha situado en el punto de mira, tanto de la prensa, como de la diplomacia internacional. Guinea Ecuatorial se encuentra todavía postergada y olvidada del foco internacional, a pesar de la pobreza, la represión y las muertes que está provocando la dictadura militar de Teodoro Obiang Nguema. 
El apoyo y el reconocimiento explícito que la oposición guineana en el exilio ha expresado al legítimo presidente   interino Juan Guaidó, es sin duda un acto de solidaridad y un espaldarazo al pueblo venezolano en su lucha por la libertad. Es también una forma de oposición y afeamiento al reiterado apoyo que nuestro Presidente está prestando al dictador Maduro, aprovechando el foco mediático que la presidencia rotativa de  Naciones Unidas le está brindando. 
"Nunca un gobierno ha provocado tanta pobreza y tanta desgracia a su pueblo en tan poco tiempo, como han producido en Venezuela sus gobernantes"  Con estas palabras, el ex Presidente socialista Felipe González, quiso resumir la difícil  situación humanitaria  a la que han llevado los dos dictadores (Chavez y Maduro)  al pueblo venezolano, aun siendo uno de los países mas ricos de la tierra, y contando  en su subsuelo con las mayores reservas de peroles de todo el mundo. 
El dictador Maduro ha puesto en práctica con el pueblo venezolano el despiadado manual comunista desarrollado en la Unión Soviética por Lenin y Stalin, consistente en provocar una gran hambruna a la población, para que así desarmada humana y moralmente pudiera ser fácilmente domeñada. En este sentido los gobiernos de Obiang y Maduro están haciendo exactamente lo mismo con sus respectivos pueblos: robos, injusticias, falta de libertad, pobreza, violenta, detenciones arbitrarias y muertes. 
El último episodio que estamos viendo en Venezuela, con las ingentes cantidades de ayuda humanitaria bloquea en las fronteras de Colombia y Brasil, ayuda destinada a un pueblo que muere de desnutrición y falta de atención médica, es sencillamente un acto criminal por parte de Maduro contra su propio pueblo. 
Es lacerante comprobar como unos pocos partidos y gobiernos de izquierdas siguen apoyando todavía a dictador Maduro. Y mas lacerante aún, es ver como algunos partidos y líderes guineanos se están dedicando a disculpar a Maduro, cargar contra la oposición venezolana y echar la culpa a los Estados Unidos de una situación de la que solo Maduro es el responsable. 
Por desgracia, tanto en Africa, como en el resto del mundo existe  una extraña añoranza por los totalitarismos comunistas, responsables de grandes tragedias humanitarias en nuestra mas reciente historia contemporánea.