domingo, 2 de septiembre de 2018

EL RECURSO MAS IMPORTANTE, DURADERO Y SOSTENIBLE EN GUINEA ECUATORIAL, ES LA PESCA.


Por Juan Cuevas, Secretario de Formación del Partido del Progreso.
-No se puede creer que mas de la mitad del pescado consumido en Guinea sea  importado, alcanzando precios muy elevados.
-El régimen de Obiang Nguema, ha dejado el sector abandonado a su suerte
-Los ingresos por licencias de pesca a barcos extranjeros, se los ha llevado directamente el clan dominante.
-El Gobierno en el Exilio del Partido del Progreso ha estado elaborando durante mucho tiempo dossiers sobre el aprovechamiento de cada una de las actividades productivas, y que se han incorporado al VADEMECUM.

Las aguas territoriales de Guinea Ecuatorial y su zona de exclusividad económica suman 314.000 kilómetros cuadrados, con una riqueza que va mas allá de los yacimientos de petróleo y gas que son el único objetivo del régimen dictatorial.
Mientras que los guineanos ni intervienen ni desarrollan la explotación de los recursos pesqueros del mar, que se están llevando a cabo actualmente con una intervención marginal de mano de obra guineana. El principal recurso sostenible, la pesca, esta infravalorado y abandonado por la administración del régimen que deja exclusivamente en manos de organizaciones internacionales la gestión y el futuro de algo tan fundamental como es la seguridad alimentaria de nuestro país.
Sin minusvalorar el programa que durante el periodo 2016-2019 patrocina la FAO para la "mejora de la cadena de valor de la pesca artesanal", dotado con 293.000 USD, estamos viendo como  la administración de Obiang no está dedicando ningún recurso  para solucionar los problemas estructurales que impiden que Guinea pase de importar actualmente más de la mitad de su consumo de pescado, a convertirse en una potencia pesquera. 

El sólo hecho de que la pesca suponga el 40% del suministro de proteína animal en la dieta de los guineanos, debería bastar para que el gobierno dictatorial de nuestro país despertara, pero no está en ello. Este gobierno no es capaz de  poner las bases que garanticen un futuro sostenible para los guineanos, ni tampoco está dispuesto a dejar de dilapidar ingentes cantidades de recursos en viajes, grandes fiestas de cumpleaños y realización de obras faraónicas que finalmente no traerán ni desarrollo, ni riqueza a los ciudadanos del país.
No podemos despreciar el efecto que supondría  una buena redistribución de  la riqueza, así como las inversiones en el sector pesquero. Un sector pesquero floreciente se debería de convertir  en motor de desarrollo económico para Guinea Ecuatorial.  
En actualidad y según el último censo efectuado por la FAO, hay unas 1100 pequeñas embarcaciones de pesca que faenan en los 296 kilómetros de costa que cuenta Guinea. Esta ocupación emplea directamente a 2023 pescadores, que son capaces de suministrar unas 5500 toneladas de pescado al año. Teniendo en cuenta que debido a la carencia de soluciones logísticas, a la inexistencia de una infraestructura de almacenamiento en frío y a la falta de organización y regulación que desarrolle el mercado, se pierden más del 40% de las capturas brutas,  podemos estimar en poco mas de 9150 las toneladas efectivamente capturadas.
Únicamente con un plan de inversión serio en infraestructuras de distribución y frío, junto a una regulación de un sistema de cooperativas, se conseguiría reducir la perdidas a un porcentaje razonable, estabilizando los precios y el suministro, y consiguiendo cubrir la demanda actual sin esquilmar inútilmente el potencial de pesca del litoral de nuestro país. Hay que tener en cuenta que se cifra en 18.000 toneladas el potencial anual de la pesca en la plataforma litoral. A este se suman 1800 toneladas anuales de potencial en las zonas fluviales.
Al gobierno democrático, por supuesto, que debería salir del necesario proceso de transición a la democracia que queremos llevar a cabo en nuestro país, le espera un apasionante trabajo en el sector pesquero que consistirá fundamentalmente en los siguientes puntos:
1º-Catalogación de todo el territorio marítimo destinado a la pesca, estudio de las especies, así como el límite de las capturas para el mantenimiento de una actividad pesquera sostenible.
2º-Establecimiento de una política de pesca que regule las licencias, el tipo de embarcaciones, los aparejos de pesca y la explotación de las aguas territoriales.
3º-Modernización de las embarcaciones, con una política de ayudas para los patrones de barco y para las cofradías de pesca.
4º-Creación de un Centro de Investigaciones Oceanográficas.  
5º-Creación de escuelas de formación profesional de actividades pesqueras.
6º-Construcción de instalaciones portuarias para mantener una cadena de frío  en torno a los puertos pesqueros.
Por último, el establecimiento de acuerdos de pesca mediante tripulaciones mixtas con empresas especializadas en la explotación de los bancos atuneros, favorecería la formación y desarrollo de un colectivo de pescadores guineanos que serían el germen de una futura flota nacional de altura que podría tener sus bases en las islas de Annobon y Corisco, como enclaves perfectos para la instalación de plantas conserveras con capacidad para cubrir la demanda nacional y diversificar la balanza nacional con la exportación del resto de la producción. La FAO estima en nada menos que en 55.000 toneladas anuales el potencial de pesca de atún en las dos zonas citadas.
Sólo hace falta que un gobierno piense en sus ciudadanos,  invirtiendo  parte de los beneficios obtenidos del petróleo y gas  en un sector estratégico,  de vital importancia para contribuir al desarrollo económico de los guineanos, estableciendo un plan estratégico que garantice la seguridad alimentaria en Guinea Ecuatorial.