domingo, 2 de septiembre de 2018

LA RADIO DEL ODIO: SUCEDIÓ EN RUANDA

ALENTAR LAS CACERIAS HUMANAS PUEDE CONDUCIR  AL GENOCIDIO

                                            LA VOZ DEL GENOCIDIO RUANDES

No es nada edificante lo que estamos viviendo los guineanos  durante esta semana, de como Radio Macuto se ha lanzado con todo su odio a despedazar a nuestro compañero y Vicepresidente del Partido Armengol Engonga. Los que han pagado a Josimar esta campaña sabían perfectamente que atacando al Vicepresidente,  estaban atacando a Severo Moto. Como el mundo guineano es tan reducido y permeable nos imaginamos quien están detrás  de todo esto y cuales han sido los objetivos que les han movido a dar ese paso. ¡Que las audistas hayan caído en esta trampa, lo podemos entender, pero que significados líderes políticos aprovechen la oportunidad para intentar quitarse a un opositor de en medio, es bajo y mezquino¡. Y aquí se ha insultado mucho y muy injustificadamente, sabiendo que con ello se hacía mucho daño a determinadas personas. Lo rocambolesco, lo hilarante  del asunto, como argumentaba una mujer en Facebook, es  que en vez de exigir a Radio Macuto las pruebas, se las exigen a los calumniados. 

La respuesta tanto del aludido, Armengol Engonga, como la del propio Presidente del PP, ha sido equilibrada, pero firme. No han salido de sus bocas descalificaciones, insultos o palabras mal sonantes contra  todos los que se estaban cebando con su desgracia. Simplemente han hecho lo que tenían que hacer, explicarse, negando los hechos y denunciar. 

Ahora, el que ha alentado el bulo, hemos conocido que está llamando a la gente para que nos convenzan a que no sigamos adelante con la denuncia,  que al fin y al cabo se trata de Josemar, y ya le conocemos. Al presentar la denuncia no se ha hecho animados por ningún deseo de venganza, se hace para poner coto a nuestra indefensión y llevar un poco de higiene a la vida política, sabiendo que encima vamos a recibir críticas de los hipócritas y nos va a costar dinero y calentamientos de cabeza. Es un deber para nosotros, es un deber para todos, apartar a esos personajes (al que paga y al que ejecuta) de la vida política guineana, ya que si no se hace podemos desembocar en situaciones de violencia, también físicas, con fatales consecuencias. 

Viene a colación recordar lo que ocurrió en Ruanda, entre abril y julio de 1994,  como una radio, la radio del odio, condujo el país a un genocidio de cerca de un millón de personas, la mayoría tutsis y hutus moderados. La responsable, Valerie Bemeriki, todavía encarcelada, comenzó inoculcando odio y terminó liderando una carnicería de millones de seres humanos.  Aquí tenéis la noticia: