ANALISIS
Algo más de doscientos mil guineanos, de los
ochocientos mil habitantes que tiene Guinea Ecuatorial se hallan huidos,
refugiados, exiliados fuera del país.
La razón de la masiva pérdida de ciudadanos,
además de los centenares de asesinatos y desapariciones que diezman al país, se
debe únicamente al régimen de terror instaurado por el presidente golpista de
Guinea Ecuatorial, que va a cumplir, en breve los cincuenta años de presencia
en los resortes del poder independiente del país, como asesino Jefe de Cárceles
de Guinea Ecuatorial (11 años) y dictador matón, en solitario (39 años)
MIEDO A LA GENTE Y A SUS VALORES.-
Obiang Nguema Mbasogo, desde que apareciera en Guinea Ecuatorial, huyendo, con
su padre, de la Justicia francesa en Gabón, que los perseguía por ladrones
compulsivos de cabras…, se ha distinguido muy especialmente por un
profundo complejo de inferioridad que le hizo especialmente agresivo ante
la gente considerada superior (especialmente en lo cultural e intelectual)
Ese complejo de inferioridad hace que el
presidente de Guinea Ecuatorial, reconozca que todo el mundo sabe en
Guinea Ecuatorial que no es, de entre los guineos, el más adecuado intelectualmente,
para dirigir ese país, que durante la colonia, la Provincia y la Autonomía
estuvo por encima, a todos los niveles, de otros países africanos del entorno
africano que nos rodea. Y que, en manos de su tío Macías y, muy especialmente
en sus manos, se ha convertido en el hazmerreír de toda África.
“Sé que por mi preparación, no merezco esta
responsabilidad; pero mis compañeros me lo han confiado…”
–aseguró el entonces Teniente Coronel y recién estrenado presidente golpista,
Obiang Nguema Mbasogo, en su primera aparición pública ante la prensa mundial,
7 días después de haber perpetrado el golpe de estado del 3 de agosto
1979.
Plenamente consciente de esta incapacidad y falta
de preparación, Obiang Nguema, subido al podium del poder, y espoleado por el
complejo de inferioridad, se ha mostrado extremadamente capacitado para hacer
de la violencia ciega, la solución para ser presidente de un pueblo -el guineo
ecuatoriano- marcado por un talante pacífico, de gran moralidad y “ab
aeterno” modelado y cincelado por la doctrina cristiana. Le ha sido muy fácil a
Obiang Nguema hacer de Guinea Ecuatorial ese pueblo humillado y maltratado;
igual que le hubiera sido muy fácil a otro presidente digno, preparado y
moralmente preparado, elevar a ese país a alturas de desarrollo, progreso
y prestigio africano y mundial que su gente se merecía.
DOS VIAS DE SOLUCION AL MIEDO QUE OBIANG
NGUEMA TIENE A LOS VALORES GUINEOS:
1.- “310” VÍCTIMAS… - Las
matanzas selectivas y masivas de gente preparada que tenía el país,
cuando Macías y Obiang Nguema tomaron el poder en la “independencia”. Esa
“independencia les dio campo libre para que (sin posible freno, ni castigo de
la antigua potencia) barrieran despiadadamente a todos los hombres y mujeres
guineanos que la colonización, la Provincia y la Autonomía prepararon; y que
debían, legítimamente, constituir el firme y digno basamento de la
independencia de Guinea Ecuatorial.
La
oposición, ha recogido, de forma simbólica, en una reducida lista de “310”
los miles de asesinatos de la “hecatombe” producida por Macías Nguema y
Obiang Nguema durante los primeros 11 años de independencia, y los que durante
y después del golpe del 3 de agosto de 1979 ha seguido produciendo en
solitario, Obiang Nguema Mbasogo. A su gran complejo de inferioridad innato,
Obiang Nguema ha unido el complejo de culpabilidad, ante el dedo acusador que
le apunta como el más despiadado asesino del pueblo guineano.
2.- EL EXILIO HUMANO Y POLITICO.- La
policía española, conocedora del infernal trato que dispensa el régimen de
Obiang Nguema al pueblo guineano, repite a cada guineo ecuatoriano que solicita
el asilo: “ La verdad, todos los guineanos deberíais exiliaros…”
Se calculan en 200.000 los guineanos que, durante
los casi 50 años de independencia en dictadura que lleva Guinea Ecuatorial han
huido, se han escapado de Guinea Ecuatorial y se han escondido, refugiado
o exiliado en Gabón, Camerún, Nigeria, España, Francia, Estados Unidos de
América; otros países africanos, europeos y americanos.
Miles de guineanos asesinadas por razones
políticas, centenares de guineanos exiliados o asomados a las puertas inciertas
del exilio (auténticos tizones humanos y políticos apagados por el miedo a la
muerte en su país). Estas son las dos grandes bases sobre las que Obiang Nguema
y su régimen labran su poder: Miles de asesinatos y centenares de exiliados.
Con el silencio y vacío de esos miles de
muertos y ese largo centenar de exiliados, que no paran de fluir hacia el
exterior del país, Obiang Nguema y su régimen, libres de críticas molestas y
eficaces, y sobre todo, sordos a todo llanto estéril de una sociedad esquilmada
y diezmada, desarrollan su programa en tres dimensiones incontestables :
1-Latrocinio,
rapiña, fraude y estafa… es la definición descriptiva que hace del ROBO,
el antiguo Catecismo de la Doctrina Cristiana. Las cuatro formas de robo
las desarrolla Obiang Nguema y su régimen, embadurnados en el sucio ungüento de
la CORRUPCIÓN; palabra que el dictador asegura que es Occidente y los extranjeros
los que le han enseñado a usar y practicarla; pues, dice: “Esta
palabra no existe entre nosotros. Nos la han enseñado ellos…”
2-La aculturación
de la sociedad guineana, es una de las más delicadas y cuidadas tareas de
Obiang Nguema Mbasogo. Que la gente no sepa nada de nada, no solo en cuanto a
descubrir los oscuros senderos por los que conduce al pueblo guineano; sino,
sobre todo, que no tengan las fuentes de información, formación y preparación
de su futuro. Nada más eficaz y certero, para evitar el complejo de
inferioridad que carcome al presidente de Guinea Ecuatorial, que convertir a la
sociedad entera en odiosa de la cultura y la formación. Las Escuelas
prácticamente han desaparecido del país, de la misma forma que los Maestros,
Profesores, Administrativos, y tantos otros valores de prestigio social,
legados por la Colonia, la Provincia, la Autonomía, desaparecieron en los pozos
comunes de Ngoló Ayop, Black Beach, Casa de Bidones y otras prisiones y centros
ocultos de ejecución que plagan la geografía de Guinea Ecuatorial, bajo la
dirección del Gran Jefe de Cárceles de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema
Mbasogo.
C) ¡¡¡La paz !!! (Con
“S”) a la que tanto alude e invoca y asegura Obiang Nguema que existe y reina
en Guinea Ecuatorial, se basa indefectiblemente en el silencio que guarda la
sociedad guineana sobre los asesinatos y sus muertos. El símbolo de esta paz
(con “S”) tan invocada y proclamada por el dictador Obiang Nguema Mbasogo, se
materializa en un gran Hospital construido en Malabo, -dicen que construido por
Israel- y regentado por la primera dama del país, Constancia Mangue de Obiang
Nguema. El signo más característico y más sonado de la Sanidad en Guinea
Ecuatorial, es el Hospital de LA PAZ”. “LA PAZ” es el Hospital que más ruido
hace de la paz (con “S”) que reina en Guinea Ecuatorial. Ir al Hospital “LA
PAZ” es ir a encontrarse con “la paz” de la muerte. De muy pocas cosas hablan
con tanta angustia, rabia y dolorosa resignación, los guineanos que pululan en
los aviones “Ceiba” Malabo-Madrid, como del triste e infernalmente famoso
Hospital “LA PAZ” de Doña Constancia Mangue de Obiang. Dispone, de entre sus
grandes medios, de unas gigantes cámaras frigoríficas llamadas “DEPOSITOS”,
donde van a parar los muertos que se fabrican en sus salas. Está dotado de un
dinámico servicio de “SUERO” que, según informan los numerosos familiares de
víctimas mortales que en ese centro sanitario se fabrican, es el más inmediato
y primer servicio que los médicos, ATS y enfermeros de LA PAZ, aplican a cualquier
enfermo que ahí llega vivo. De la inyección de “suero”, ningún enfermo que
llega a ese Hospital de Doña Constancia Mangue de Obiang, se libra.
Aseguran que a este Hospital, o no va ninguno de
la familia de Obiang Nguema y Constancia Mangue o si le llevan, por urgencia,
se desgañita en gritos de llanto y dolor de desesperación hasta lograr que lo
lleven a cualquier otro centro de salud, privado… Tras la inyección de
“suero” el siguiente paso de los médicos, doctores y enfermeros del Hospital
de LA PAZ, es esperar, esperar y esperar la reacción del enfermo. Con reiterada
frecuencia, y mientras se espera la reacción del enfermo, suele llegar el
médico (egipcio, israelí, etíope…) a los familiares para preguntar: “No tenéis
otro sitio a donde llevarlo? Porque aquí no tenemos medicinas ni
instrumentos para atenderlo…” Se sabe, según todos los informes, que el precio
a pagar por el ingreso del enfermo, además de muy alto se paga
obligatoriamente, por adelantado. Y, se quede a morir o vaya a morir fuera, el
enfermo, el precio no es reembolsable...
La gente, inmersa en su tragedia, y atrapada en
la paz (con “S”) de los muertos del Hospital de LA PAZ, se pregunta, triste
y acongojada: “¿De verdad Mamá Koo tiene en su pecho un corazón de
madre?”