Por M.A.
“…Es responsabilidad nuestra y tendremos que ir asumiéndola, nos guste o no. Lo único que les pediríamos es que no nos compliquen más las cosas y no nos lo pongan más difícil todavía apoyando a nuestros dictadores.”
Recojo estas tres últimas líneas de un artículo aparecido en “ÁFRICA PIENSA”. Que tiene por fuente, el artículo de José EBURI PALE (“Memoria Histórica de un Deshonor”); y de autor o editor Don Faustino Esono NGUEMA NKARA. (Recomendable su lectura)
Es un minucioso análisis en el que, dentro de la brevedad, juega a la mayor objetividad posible sobre los pasos que se dieron desde le decisión española de, ceder, entregar, ofrecer la independencia, o lanzar el pueblo de Guinea Ecuatorial a la independencia.
“¿No dijisteis que queríais independencia?”, ahí la tenéis” -Nos gritan, como un insulto despectivo a la cara y con enfado, los que dieron la “independencia” a “La Guinea Española”. Tal fue el enfado que desencadenó la decisión en el seno del propio Gobierno español de entonces (Presidencia, versus,Asuntos Exteriores)
Cuatro –ya hubieran bastado uno o dos; o tres…- fueron, a mi modo de ver, los imposibles escollos que frustraron y frustran la independencia de Guinea Ecuatorial:
1.- Es evidente que cuatro años de preparación de cuadros y de un acervo profesional, intelectual y de capacitación en diferentes campos, del pueblo guineano, aun no siendo totalmente vacíos al final de los cuatro años de AUTONOMIA, no eran suficientes para asentar las bases y construir el delicado edificio de la independencia. Se sabe que, por parte de España, existía el propósito de agotar ocho años de preparación. Y los escasos cuatro años que duró la rica experiencia de la Autonomía, añadidos a los del anterior período de Provincia, dejaron muy palpable signo de lo beneficioso y muy complementario y definitivos que hubieran sido los ocho años de preparación. Reventar y destruir, por sistema, ese tejido cultural, profesional, intelectual y de gran valor humano y social que encontró la independencia, poco tuvo que ver con el plan español; si no ha sido es eso, fruto del abandono…
No cabe, desde esta perspectiva, dudar de que los comienzos, la idea y proyecto inicial, fueron dignos, prudentes y bienintencionados.
2.- La interrupción de los ocho años de autonomía, pudo ser fruto de las pueriles, inocentes y irrefrenadas pasiones independentistas de los “líderes” políticos guineanos (no necesariamente de la élite intelectual ni del cuerpo profesional, administrativo de que ya disponía Guinea Ecuatorial; sino, como es desgraciadamente normal y costumbre en nuestro país, fue y es fruto de los más “valientes”, atrevidos, brutos, oportunistas y faltos de pudor y recato; por lo tanto más débiles y fáciles de engañar…por los listos no guineanos)
3.- El hecho de que la ONU, aprovechando la fiebre independentista africana pusiera a España, como “conditio “sine qua non” la recuperación de GIBRALTAR. O independencia inmediata (abandono de Guinea Ecuatorial) o recuperación de Gibraltar. Exteriores, acuciado por su Embajador en la ONU, Sr. De PINIES, apuesta por la inmediata y precipitada entrega de la independencia a los guineanos. Presidencia se niega a la precipitación.
4.- En estas, al prevalecer la tesis de Exteriores, y mientras España pone en marcha los preparativos, elaboración de la Constitución para a nueva República y se abre paso a la celebración de una Conferencia Constitucional (Nada extraño, ni más normal que España tuviera sus preferencias entre los líderes guineanos) de pronto al régimen de Franco, que ya estaba muy molesto por la situación, le “creció un enano”. El Abogado español, Antonio García Trevijano, encontró la oportunidad para vengarse de un régimen odiado y repudiado y ase volcó, de lleno, en el apoyo, ayuda y orientación al líder político que más odiaba a España y en el que España menos pensaba. La Constitución elaborada por el Gobierno español para Guinea Ecuatorial, fue el punto de explosión, al negarse Macías Nguema a aceptarla, invitando al resto de líderes a rechazarla.Y cayó sobre Guinea Ecuatorial el famoso anatema y maldición: “Si no aceptáis la Constitución, os quedareis abandonados a vuestra suerte”
Tan pronto como el pueblo guineano aceptó, (en Referéndum) la Constitución elaborada por España, Macías Nguema y todo lo que él representaba de violencia, rudeza y odio a España, se hizo con el poder, en unas elecciones, marcadas por la violencia, el odio y la amenaza: ¡¡¡“Cuando venga el mandamás, el que no le votó, se va a enterar!!!-Rezaba una canción de campaña de Macías Nguema Biyogo-
Escasos días después, la Constitución elaborada por el Gobierno español fue cambiada, por decreto, por la dictada por Don Antonio García Trevijano, privilegiado custodio de Francisco Macías Nguema Biyogo.
*El abandono de España a Guinea Ecuatorial, se hizo efectivo; y resultó tan duro que no solo afectó al pueblo guineano, atrapado en las violentas manos de la dictadura de Macías Nguema; sino que afectó igualmente a los muchos españoles residentes, que se vieron obligados a ponerse a salvo y huir a España “con lo puesto”
Las líneas que reproducimos al comienzo, dan puntual y acertada cuenta de la “perfecta imperfección” de la obra de la independencia de Guinea Ecuatorial: Fruto de un enfado, y de un desencuentro múltiple.
Ni los guineanos acaban de encontrar la serenidadnecesaria, o, en su caso, el mejor compañero… para liderar y gestionar su “independencia”, atrapados en los sangrientos garfios de la dictadura; ni los españoles dejan de echar mano del recurso del abandono:
¿No dijisteis que queríais independencia? ¡Ahí la tenéis, hasta las narices...!
Apoyar, sustentar, forzar dictaduras en Guinea Ecuatorial no puede ser sino la reafirmación y afianzamiento de todo un proyecto: Dejar abandonado y anestesiado a ese rincón africanollamado Guinea Ecuatorial.