martes, 1 de marzo de 2016

PARTIDO DEL PROGRESO DE GUINEA ECUATORIAL; EL PARTIDO DE LA LIBERTAD



 Junta Directiva del Partido del Progreso 

Por Gabriel Moto Nsá, Secretario de Organización del Partido del Progreso

Cuando un grupo de personas encabezadas por Don Severo Moto Nsá decidieron fundar, en el día 25 de Marzo de 1983, el Partido del Progreso; les movía la idea y la determinación de abrir una puerta diferente y eficaz para el futuro de Guinea Ecuatorial. La falsa independencia arrancada catorce años atrás, no había servido para dar respuestas a  las verdaderas aspiraciones del pueblo guineano, más bien, los mínimos niveles de bienestar vividos en la autonomía, habían desaparecido en el periodo en el que Guinea Ecuatorial, sus políticos, se hicieron cargo de su propio destino. Los padres de nuestra independencia pelearon con ahínco para que los destinos de nuestro pueblo fueran controlados por los propios guineanos, pero la realidad vino a confirmar un fracaso impensable por ellos.
Las mínimas aspiraciones de libertad y de autogobierno logradas en el periodo autonómico, desparecieron como por arte de  magia, durante los 14 años de gobierno del megalómano primer presidente de la Republica. Una época de autarquía y mala gobernanza. Un gobierno que había dado la espalda al pueblo gobernado y en donde la incultura, la ley del más fuerte, la incompetencia y el desprecio a los valores fundamentales, eran las conductas más valoradas.

El famoso golpe de libertad, cambio de un cromo por otro, tampoco sirvió de mucho ya que a los pocos días de producirse, nos dimos cuenta, otra vez más, que cuando los militares toman el poder por la fuerza, es difícil que vuelvan de nuevo a sus cuarteles. En el caso de Guinea Ecuatorial, los golpistas se vieron favorecidos por la riqueza natural de nuestro suelo con abundante materia prima a descubrir y a explotar. La pesca y los hidrocarburos sustituyeron a la madera, el café y el cacao que eran los bienes de antaño y que hogaño suponían un gran sacrificio su explotación.

Fue un error mayúsculo orientar toda la actividad productiva hacia  una sola dirección, la del petróleo, olvidando los otros sectores productivos, café, cacao y otros bienes naturales. Esta política favoreció la emigración de la población a los grandes núcleos urbanos en busca de riqueza fácil, en apariencia, pero difícil de conseguir debido a las especiales características de la vida en las capitales. En lugar de favorecer el desarrollo de los pueblos implementando los medios necesarios para que la actividad económica se desarrolle muy cerca de su hábitat natural, se da un mayor crédito a la llamada descontrolada del oro negro con el consiguiente desplazamiento de la población hacia zonas y espacios no preparados para absorber tanto aumento de la población y carente de las infraestructuras adecuadas.

Efectivamente el petróleo y su exportación convierten a Guinea Ecuatorial en el tercer productor africano después de Nigeria y Angola. Guinea Ecuatorial, gracias a la pujanza del petróleo, consigue un producto interior bruto de 32.026 dólares, el más rico de África y uno de los mejores del mundo; pero en el caso del índice de desarrollo humano, ocupa el puesto 136 de 187 países del mundo. Es decir, una gran riqueza disponible pero poca incidencia en la población los beneficios que esta explotación de recursos produce. Human Rights watch señala que a pesar de tanta riqueza potencial, solo se dedica un tres por ciento del presupuesto nacional a la educación y a la sanidad pública, un error totalmente imperdonable cuando se dispone de tantas posibilidades económicas.

¿Qué Guinea queremos?
Cuando nos movemos por el mundo, nos dedicamos a observar las cosas buenas y malas que se realizan en otros lugares y siempre guardamos para nuestro proyecto las mejores ideas. Todo lo que nos produce envidia en otros países, intentamos desarrollarlo en nuestra Guinea porque siempre hemos pensado que Guinea Ecuatorial por capacidad, por medios materiales y humanos, por su ubicación geoestratégica, debe ser la estrella de África.
Para que Guinea Ecuatorial se convierta en la estrella de África, primero nos lo tenemos que creer nosotros, los guineo ecuatorianos y eso se consigue volviendo a dar la importancia que tienen los valores como el esfuerzo personal, el trabajo en equipo, el respeto a las tradiciones y a nuestros mayores y el amor a nuestro país, el orgullo de ser guineanos.

Queremos que los guineanos se sientan orgullosos de su país porque no debería faltar a nadie el mínimo vital necesario para sentirse digno. La naturaleza nos da la riqueza suficiente para que con un reparto más equitativo de esta riqueza, todos los guineanos tengan acceso a unos mínimos de bienestar y de satisfacción personal.

Ser estrella de África quiere decir que debemos tener un diseño de país elaborado por expertos en donde se indique claramente hacia dónde queremos ir, qué queremos para nosotros y para nuestros hijos, qué actitudes o conductas debemos evitar para una buena puesta a punto, de acuerdo a los tiempos modernos.

No se debe improvisar cuando se habla de todo un estado, no se debe improvisar cuando queremos hablar del modelo de pueblos o ciudades que queremos para el futuro, no se debe improvisar cuando se habla de la educación de nuestros hijos y de la preparación de unos ciudadanos libres e iguales que deben estar disponibles adecuadamente para desempeñar las funciones que les aguarda el futuro. No se puede improvisar cuando hablamos de nuestros mayores a los que solo se les llena de obligaciones pero con poca capacidad para disfrutar del bienestar al que tienen derecho.

Los mayores tienen una parte importante en esta Guinea que queremos aunque solo sea para recordarnos quienes somos, de dónde venimos y hacia donde hemos de dirigirnos. Los mayores que han hecho la transición de la autonomía a la independencia, tienen mucho que decir. Cuantos valores humanos hemos echado por la borda…….Cuanta sabiduría por recuperar de nuestros mayores…

Liderazgo, equipo y  programa
El líder y fundador del Partido del Progreso, es un líder reconocido y valorado incluso por sus detractores. Es un liderazgo natural y contrastado y nadie duda que si las circunstancias políticas permitieran una consulta a los militantes, estos por aclamación estarían con su líder. La dictadura no nos permite hacer ningún tipo de consulta por lo tanto la legitimidad del líder está a prueba de constantes intentos de dividir, aislar, ningunear y menospreciar al Partido y a su líder. Junto al presidente, podemos presentar un gran equipo humano formado por guineanos y españoles comprometidos con el proyecto y  prestos a actuar desde los más diversos campos profesionales.

A los fundadores del Partido del Progreso les preocupó desde el momento inicial la idea de presentarse ante  los guineanos como alternativa reconocida y homologada en el mundo internacional. Lejos de inventarse nuevas ideologías, escogieron la ideología demócrata cristiana. Esta ideología que  reivindica a la persona como el centro de toda actividad política y pone su empeño en resolver sus necesidades tanto materiales como espirituales. Pertenecer a la Internacional demócrata de Centro era la mejor opción y que no chocaría con la idiosincrasia del pueblo a quien iba dirigido: El pueblo guineano.

Se puede decir que nos hemos estado preparando de cara a los tiempos venideros porque no tenemos ninguna excusa ya, para no responder adecuadamente a los nuevos retos. El presidente, el equipo y las ideas están a punto y dispuestos a liderar este gran futuro que se nos viene encima. Nuestro Programa esta desglosado en un documento de orientación para todos los dirigentes del Partido, nuestro Vademécum. En este dossier encontramos la respuesta a las preguntas de quiénes somos y hacia donde queremos dirigir nuestro país.

La esperanza de todos.
Aunque el Partido del Progreso está prohibido de manera arbitraria por la dictadura de Guinea Ecuatorial, esta prohibición no ha afectado a sus simpatizantes y militantes quienes lejos de amilanarse, han acuñado la famosa frase conocida por todos: El Partido del Progreso se lleva en el corazón. Un corazón grande hay que tener para soportar todas las persecuciones y arbitrariedades y mantenerse firme a los principios, una mente preclara se ha de tener para soportar todas las acusaciones, condenas y desestabilizaciones y mantenerse con la puerta abierta a  colaborar con todos por el interés general. Somos la esperanza de todos porque nosotros sabemos esperar.

El Partido se mantiene unido y totalmente abierto a todos y pensando en todos. No ha habido ningún interés personal que haya podido superar el interés general por el que trabajamos todos: Una gran nación al servicio de sus ciudadanos. Esa actitud es conocida por nuestros compatriotas y de ahí que las noticias que nos llegan del país, sean siempre positivas. Todos esperamos al Partido del Progreso porque es el único que puede solucionar los problemas de todos. Este mensaje nos llega desde todos los rincones de Guinea Ecuatorial, por lo tanto nos obliga a ser responsables y a no caer en el desaliento.

Contigo pero sin ti
El Partido del Progreso, compite en un espacio participado por otros muchos partidos políticos o agrupaciones electorales. Nuestro único interés es alcanzar nuestros objetivos de mayor libertad y superación personal de todos nuestros conciudadanos; sabemos que esto no lo podemos conseguir solos; es una labor conjunta de todos los actores sociales interesados por nuestra independencia real.

La realidad es que existe una atomización de partidos  en nuestro pequeño país consecuencia de no haber pasado por el tamiz de unas elecciones reales y democráticas; contexto que situaría a cada uno en su auténtica realidad. Unas verdaderas elecciones en Guinea Ecuatorial harían desaparecer la atomización actual porque como ha ocurrido en otros países, las distintas opciones tienden a agruparse una vez que el electorado haya hablado con libertad. Solo las elecciones colocan a cada uno en su sitio. Hoy por hoy tenemos partidos unipersonales, partidos familiares, agrupación de amigos, agrupaciones de siglas y tantas combinaciones de letras como el abecedario nos pueda permitir. No es extraño por lo tanto, que algunos partidos sean absorbidos por la dictadura, rara avis democrática que se da en nuestro país y pone al descubierto la indefinición o lo insignificantes que pueden llegar a ser algunas propuestas políticas que no se apoyan en una verdadera mayoría social.

El partido del Progreso es un partido organizado y estructurado; esta organización que se hizo visible en los momentos en pudimos desarrollar nuestra actividad dentro del país con las recordadas Aulas democráticas, que sirvieron para formar a nuestros jóvenes en los valores apreciados por los ciudadanos libres.

La estructura directiva se ha visto obligada a trabajar en el exilio pero sin olvidar la realidad guineana a la que nos debemos. El partido del Progreso ha participado en todas las grandes iniciativas de entendimiento y colaboración mutua entre partidos que se ha dado en  el exilio. Curiosamente siempre hemos cedido a otros partidos el liderazgo de cualquiera iniciativa de actuación común, porque siempre existe alguna reticencia en que lideremos las iniciativas que surgen en el seno de la oposición; a veces da la sensación de que no nos quieren, pero no pueden estar sin nosotros. Nunca hemos rechazado ningún acuerdo que entendamos sea beneficioso para los intereses de Guinea Ecuatorial, pero  en pocas ocasiones ha sido reconocido nuestro esfuerzo y aportación a nuestra causa común.

Como nuestro Partido no puede trabajar en Guinea Ecuatorial, nadie puede dudar de nuestra estructura organizativa que contempla distintas agrupaciones locales en todo el territorio español bajo el paraguas del Consejo geográfico de España y la diáspora. Las reuniones semanales del comité permanente, además de las reuniones periódicas del equipo directivo, contribuyen a mantener viva la llama de nuestros intereses a la vez que sirven de referencia para nuestros simpatizantes y militantes.

¿Quién es el enemigo?
A veces, en esta lucha, tendemos a olvidarnos de quien es el  enemigo de la verdadera Oposición. Muchas veces los arboles no nos dejan ver el bosque y continuamente confundimos de enemigo. Nuestro único enemigo es Obiang y sus contratados, en el interior y en el exterior, que sostienen la dictadura en Guinea Ecuatorial. Da mucha pena cuando el fuego amigo hace daño innecesariamente a los que no se les debe hacer daño. El Partido del Progreso y todos sus militantes quieren el bien de Guinea Ecuatorial y muchos simpatizantes de este Partido han sufrido penas e incluso la muerte por defender sus ideas. El dictador y su gente tienen que oír de los demócratas un solo grito: No más terror, no más juicios sumarísimos; sí a la democracia y a los deseos mayoritarios de toda la población. No es el Partido del Progreso Guinea Ecuatorial el enemigo a abatir. Somos colaboradores necesarios para cualquier cambio real y efectivo en Guinea Ecuatorial.


Ordenando las ideas
Tras mucho tiempo viviendo en España, se nos contagia a veces las luchas intestinas que tiene este país por definir el encaje de todos los pueblos que lo integran en un proyecto común. Últimamente están apareciendo reivindicaciones étnicas de algunos pueblos que integran la  Guinea Ecuatorial. Aunque pueda estar de acuerdo con algunas reivindicaciones, también entiendo que no es la prioridad en estos momentos porque no se puede negociar con la dictadura. Del encaje de los distintos pueblos que forman Guinea Ecuatorial solo pueden hablar y con la mente abierta, los nuevos gobernantes del refundado estado. Por ahora es una pérdida de tiempo en mi  opinión. 
Exijamos a la dictadura estos cuatro puntos:
1.- Amnistía general
2.- Libertad real de los Partidos políticos
3.- Elecciones libres
4.- Nuevo parlamento y establecimiento real de un estado de derecho.

Entiendo que muchos demócratas verían con buenos ojos estas buenas intenciones. El Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, es un Partido con vocación de gobierno y dispuesto a enfrentarse en unos comicios libres para confrontar los programas con las legítimas alternativas que se presenten. Nosotros no tenemos miedo a la democracia, tenemos pavor a la dictadura.
Larga vida al Partido del Progreso, muchas felicidades a nuestra gente por saber resistir.