lunes, 8 de septiembre de 2014

OTRA VEZ, LOS “EFI FIRI"

Fernando ABAGA EDJANG, en Radio Macuto

El Fundador ha convocado su dialogo y los “Efi Firi”, a excepción de CPDS, han rechazado, cada uno individualmente la convocatoria del Fundador y cada uno a su manera.  Pues, sí.  Insultar y criticar al Fundador es lo que todos hacemos.  Y nos gusta.  Y lo hacemos con razón. Pero, esta vez pienso que los insultos y las críticas deben ir en otra dirección: la dirección de los “Efi Firi”.  Y lo digo con mucha seriedad.  Ni siquiera han respetado su 22MM firmado “Efi Firi”, al reaccionar individualmente cada uno, cuando debieron hacerlo en bloque en virtud de su 22MM.

En primer lugar, el 22 MM no tiene nada que ver con el Fundador.  Su contenido solo compromete a los firmantes.  Por otra parte, si bien no compromete al Fundador como queda dicho, contiene una serie de debilidades que, en manos de un experto, o del Fundador con el apoyo de unos expertos, se convierten en oportunidades para el adversario y una especie de “boomerang” para los firmantes.  Y las ha aprovechado.  Entre otras cosas, el 22 MM no dice qué pasaría si el Fundador no aceptara las exigencias presentadas.  La ausencia de esta “amenaza”, aunque fuese del tipo “no participaremos”,  ofrece la libertad absoluta al Fundador de montar el “dialogo” a su manera.  Y si le dieron tanta libertad al Fundador, ¿por qué se quejan ahora que el Fundador ha convocado el “dialogo” a su manera?  ¿Qué esperaban?

Estamos con la pesadilla del Fundador desde 1979.  Su “golpe de libertad” trajo la esperanza y la ilusión de que la dictadura había terminado, solo para ver dicha ilusión convertirse en desilusión.  Más tarde llegaría la preparación de la famosa carta de Akonibe en 1982, con la resucitación de la ilusión perdida.  Para demostrar que no estaba para hacer el bien, el Fundador incluyó un artículo en la ley fundamental que decía que no sería juzgado por los delitos cometidos “antes, durante y después” de su mandato. El que huye, debe, se dice vulgarmente. Y así consolidó su poder, con la eliminación progresiva de los principales protagonistas del “golpe de libertad”, la continuación de los encarcelamientos por razones políticas, los confinamientos extrajudiciales, las matanzas y demás practicas del “régimen de triste memoria”, como si Macías siguiera en vida.  Seguimos en ese régimen de terror hasta la llegada de los vientos del multipartidismo.  Después de haberlo rechazado rotundamente, declarando que Guinea Ecuatorial no estaba preparada para la democracia, el Fundador termino por aceptar lo inevitable dada la monumental presión externa.  Y así, hizo la revisión de la ley fundamental en 1991 para incluir el articulado correspondiente, autorizando el multipartidismo en Guinea Ecuatorial, lo que despertó otra vez la ilusión del pueblo.  Con el regreso de casi todos los exiliados políticos y la legalización de los partidos políticos, y contrariamente a lo que se esperaba, el Fundador declaró la guerra al pueblo, lo que nadie pudo entender.  En diciembre de 1992, el 17D, tuvo lugar el famoso “concurso de torturas” en la Jefatura Superior de Policía, en que fueron torturados cruelmente más de cien ciudadanos de Guinea Ecuatorial, entre estudiantes, profesores, políticos, sacerdotes, etc.   Se intensificaron las detenciones y encarcelamientos arbitrarios, los confinamientos extrajudiciales, las expulsiones de los puestos de trabajo por razones políticas, los asesinatos, el recrudecimiento de la persecución por razones políticas, prácticas que se intensificaban aún más en periodos electorales con una creciente impunidad.

El Pacto Nacional, firmado en marzo de 1993, fue otro evento que despertó la ilusión del pueblo.  Todo el mundo pensó que dicho evento constituía la oportunidad para encarrilar la transición política que, obviamente, había fracasado.  Si bien el evento empezó con mucha tensión y desconfianza entre las partes – gobierno y oposición -, dicha tensión fue cediendo el paso a  un ambiente de fraternidad a la vez que renacía la confianza entre las partes.   Las negociaciones concluyeron exitosamente.  El Fundador, que se declaró Árbitro y Moderador, por lo que  no participó en las negociaciones, no tardó en echar un cubo de agua fría sobre los acuerdos del pacto nacional.  El 22 de agosto de ese mismo año, fue detenido y asesinado vilmente un opositor regresado del exterior, Pedro Motu Mamiaga, cuyo cadáver nunca se entregó a la familia.  En ese mismo año, tuvo lugar una durísima represión militar en la isla de Annobon, en la que fueron asesinados dos jóvenes por disparos efectuados por los militares: Basilio Salas Marqués, de 29 años, y Domínice Piño Huesca, de 25 años.

Continuaron las mismas prácticas de siempre.  Las sedes de varios partidos políticos fueron asaltadas en pleno día, empezando con la sede del Partido del Progreso.   El presidente de dicho partido político fue detenido, sometido a juicio y encarcelado. Otros líderes fueron torturados, humillados.  Como consecuencia de estas actuaciones, varios líderes políticos que regresaron al país animados por el anunciado multipartidismo se vieron obligados a retomar el camino del exilio, a la vez que otros, también desanimados, se insertaban en el PDGE.  El Pacto Nacional quedó rápidamente olvidado. El Fundador lo violo, al igual que violaba sus propias leyes.

La Conferencia Nacional Económica celebrada en 1997 fue otro evento que despertó, una vez más, la ilusión del pueblo.  Pues, dicho evento tenía como objetivo la racional utilización de los recursos petrolíferos.   La movilización y la propaganda para tal evento fueron enormes, con la invitación de varios centenares de personalidades extranjeras así como la prensa internacional.  Si mal no recuerdo, se acordó destinar el 40% del gasto público a los sectores sociales.   Al igual que el Pacto Nacional, el Fundador no cumplió ninguno de los compromisos y los sectores sociales, sobre todo salud y educación, están por los suelos.

Las elecciones han sido siempre momentos de optimismo.   Pero, con la llegada de las elecciones, el Fundador intensifica la represión, desatando una oleada de detenciones y torturas en todo el país.  Y como si aquello no fuese ya lo suficiente, amaña las elecciones, otorgándose casi el 100% de los comicios y despojando a las elecciones de su contenido y significado, siempre con una diferencia marcada entre lo que dice y lo que hace.

Ante este bagaje histórico, ¿qué es lo que hizo creer a los “Efi Firi” que esta vez el Fundador iba a hacer las cosas de una forma diferente a la histórica?  ¿Realmente llegaron a creer que un anciano de casi ochenta años, iba, por primera vez, hacer el bien cuando en toda su vida solo había hecho el mal?  ¿De dónde surgió el entusiasmo de los últimos momentos, que hizo ver a los “Efi Firi” oportunidades donde no las había?   Está bien que publiquen comunicados duros condenando la convocatoria del dialogo hecha por el Fundador, pero, no es suficiente.  Los “Efi Firi” deben una explicación al pueblo.  En caso contrario, deben retirarse de la política.  Han demostrado no estar a la altura de las circunstancias.