miércoles, 23 de octubre de 2013

Y… ALBERTO MAGNO MBA HIZO EL MILAGRO.

                 
Por Severo-Matías Moto Nsa, Presidente del Partido del Progreso y Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial.
                                                                                                                                                                                                                                                     La sociedad guineana, la exiliada o desplazada de Guinea Ecuatorial y la integrada en el país, se ha visto, en las últimas semanas, asaeteada de noticias fúnebres: En Valencia: Crisanto Ndong Abaga. En Barcelona: Enrique Roca. En su rincón amado de Biyabiyán: Doña Juliana Nchama, madre de nuestro compañero de lucha política, Aquilino Nguema Ona Nchama. Y en Madrid: Nuestro entrañable Alberto Magno Mba.

Las noticias de muertes acompañan al exilio y al mismo pueblo en Guinea Ecuatorial. Y nuestras  plegarias, las de los cristianos que hacemos de nuestra FE la razón de nuestra existencia y la explicación  de nuestra  MUERTE, hemos esparcido sobre nuestros muertos los pétalos de rosas de nuestra oración al Señor.

En medio de este aluvión de noticias de muertes que venimos viviendo, día tras día, en  nuestro exilio y que nos llegan (-luctuosos “tam-tam”-) desde nuestra selva guineana, la muerte de nuestro compañero Alberto Magno Mba, se filtró por entre las filas de los guineanos, dejando íntimos mojones de emoción y especial cariño en cada uno de los que le conocimos en vida.

Dudé mucho, al recibir la noticia de su muerte, de que fuera él. Y mi mente revoloteó, suelta, por los aires, buscando, inútil, quién era. Hasta que aparecí y me perdí entre el nutrido grupo de guineanos –políticos incluidos- que merodeaban el entorno del Tanatorio de Alcorcón.

Sí; ahí estaba mi amigo Alerto, “O MESMO” (Así nos llamábamos. Muy pocos saben por qué…) Allí estaba, como siempre; humildad y  silencioso, unidos en una persona  eternamente recogida en sí misma, y deslumbrando siempre con el fulgor de su sencillez y amistad. Ahora, envuelto en el blanco tul del sudario.

Casi como todos, en un tanatorio. Pero algo tenía que pasar en aquel día 19 de octubre  de 2013. Y mientras estábamos ahí sentados, atónicos en nuestra negación de la realidad incuestionable de la muerte de nuestro amigo “O MESMO”, irrumpió en aquel escenario lúgubre y silencioso, un grupo de personas, presididos por una señora que, tras extraños signos protocolarios, se sentó a mi vera (Me aseguran que es la  todopoderosa prima de Obiang Nguema, señora de la Embajada en España de Obiang Nguema). 

La Embajada de Guinea Ecuatorial venía a ofrecer su ayuda económica a la familia, para cubrir los gastos que la muerte de  mi amigo, “OMESMO”,  iba a ocasionar.

Tras las palabras del portavoz del grupo de la Delegación oficial guineana, llegó la hora de la oración espontánea. Yo le dediqué, a mi amigo “O MESMO” el  “LÍBERAME DOMINE” en latín; un padrenuestro;  unas palabras de aliento a la familia, y una loa al gesto de la Embajada

Y ese, para mí, fue el milagro de Alberto Magno Mba. Abrir, en torno a su humilde cadáver, un profundo paréntesis de silencio y de paz, en la pelea  dictadura-oposición, conectándonos en la oración.

Es posible y necesaria la RECLONCILIACION Nacional de Guinea Ecuatorial, como fruto maduro de la indispensable JUSTICIA, en nuestra sociedad.
¡¡¡ DICEN QUE OBIANG NGUEMA se dirige,  precipitadamente, a visitar al PAPA FRANCISCO!!!.
Cómo no esperar que la abundante carga de humanismo, de gracia y de santidad que genera el Papa Francisco, anegue e inspire al dictador guineano; aunque sea para que cumpla la recomendación de su hermano Armengol Ondo Nguema: Retirarse y evitar, así, el desastre final que se avecina al pueblo de  Guinea Ecuatorial.