sábado, 26 de octubre de 2013

OBAMA NUNCA SERÁ NEGRO



Por Severo Moto (Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial)

Es una elegía eswing de Barak Obama y lo dejo dicho para evitar malentendidos. Me refiero al tono muscular distendido que gasta Obama para descender por las escalerillas de su  estupendo avión presidencial un swing entre deportivo, amistoso, muscularmente , tan característico— haciendo flotar antebrazos y manospermitiendo que piernas y caderas encuentren el mejor ritmo de descenso, con ligereza, sin tensión, puede invitar a pensar que es gesto o estereotipo que se corresponde con la raza negra (mi raza). Falso. Los blancos los menos, lo confirmo también pueden y de hecho lo hacen, descender por las escalerillas del avión sin asomo de nervadura o tensión, por ejemplo Pau Gasol, el  flamante jugador de baloncesto español. Descartada la pista negra, quizá la más consistente, quedarían otras dos. Tiene el pelo muy rizado y su tez es negra. ¿Qué quieren que les diga? Cuando lo veo por televisión siempre veo una y la misma cosa: al Presidente de los EE UU. No advierto si es blanco o negro, lo único que llama, invariablemente, mi atención son sus orejas de soplillo. También me fascina su voz aurífera, de metal, pero del metal noble. No le veo el color y tampoco el rizo, sí observo, sin embargo, que su pelo es cada día más cano. Por el peso de la mitra, me digo, pues su gobierno tiene algo de universal.

Nunca será negro. Para ser negro hay que, primero, parecerlo y a continuación, que los demás lo admitanObama nunca será negro. Hace las cosas que son características de cualquier persona entregada a sus quehaceres, independientemente de su raza. Su tez lignito azabache, como la mía, —un moreno como dicen los españoles— no será determinante para pasar a la historia como el primer presidente negro de los EE UU. Se le recordará por ser el cuadragésimo cuarto presidente y primero con orejas de soplillo y voz aurífera. No existe en Obama asomo de resentimiento por ser negro, me recuerda a Mandela, y es una delicia para cualquier negro, observar su naturalidad, su decoro y dedicación. De Obama discutiremos sus políticas, jamás su raza. Y, quizá, algo tan natural, constituya el principal legado del cuadragésimo cuarto presidente de los Estados Unidos a la comunidad negra y al continente negro.

—¡Obama no es negro! —Me susurran al oído, un día y otro también, con un timbre de confidencia y bastante desazón. Son mis propios paisanos los que me susurran. ¡Si de verdad fuera negro —explican con resquemor— hubiera dedicado más tiempo al África Negra! En el continente africano no se nota su existencia.
Admito que el inquilino de la Casa Blanca, no ha puesto África en la parte de arriba de su agenda. La desconcertante crisis del sistema financiero y monetario mundial, con su retahíla de sinsabores e incertidumbre, el cráter árabe/islámico, en ebullición, y el desplazamiento de pesos hacia Asia Oriental, como es lógico, hacen perder foco, protagonismo, al continente negro. Con todo, a pesar de lo expuesto, bajo la presidencia de Obama se están produciendo hechos muy decisivos, muy significativos, trascendentes, que afectan de manera crucial al continente negro.

El comando Africom, en el Sahel, su desempeño y trabajo, el despliegue de la estructura de comunicaciones Africa Endover, la implicación de los EE UU en el combate contra la pirateríaen el mar; la propagación de mensajes para que África asuma por sí misma, el compromiso de defender el libre comercio y la continuidad de los suministros de salida y entrada, la insistencia en repensar la estrategia energética del continente —sin energía no hay prosperidad—, esto es, más gaseoductos y oleoductos deben girar hacia el interior del continente, y la recomendación constante, por último, de que debemos mejorar la calidad democrática, con Libertad y Justicia, de nuestras instituciones, constituyen iniciativas y mensajes, en su conjunto, que están calando muy hondo en el continente negro.

Reconozco que la población no percibe, en su día a día, dichos cambios. Las calamidades denuestra vida diaria, son hoy como ayer, insufribles, antes de Obama y durante Obama. Y reconociendo verdad tan inquebrantable, no puedo pasar por alto que la consecuencia inmediata de dichas políticas, está contribuyendo al refuerzo de nuestra autonomía política respecto a las viejas metrópolis coloniales. La pérdida de complejos está contribuyendo a tomar en nuestras manos nuestro propio destino, a responsabilizarnos ante el futuro, lo que está siendo extraordinariamente positivo, tanto para gobiernos como para la población. Es decir: nadie nos rescatará, nos tendremos que autorescatar. Y se me antoja un giro copernicano.

A corto plazo se transformará en una mayor inestabilidad política, por sí misma, muy conveniente para remozar estructuras y tiranías. A medio plazo se transformará en aprendizaje para pueblos y gobiernos, con su respectiva cuota de sacrificio. Nada será en vano y tampoco gratis. A largo plazo, es lo que importa, se transformará en calidad vida y prosperidad. La excusa del africanismo o panafricanismo, la excusa de la autenticidad y singularidad africana, prevalente sobre los derechos humanos y de la mujer, para encubrir desmanes y justificar tiranías y pobreza, ha perdido todo su encanto, al contrario, ahora mismo, enfurece a los propios africanos y es estrategia que enerva a los pueblos. El tiempo de la falsificacióhistórica de inspiración etnográfica, para bien, ha concluido.

Los organismos y encuentros interafricanos, sin tutela de las viejas metrópolis, con muy distintos motivos, se suceden, el debate práctico está abierto y se ejecuta cada vez con mayor acierto y frescura. Se discute el papel de la energía nuclear o las estrategias para energetizar nuestro continente. A ningún africano se le oculta que hoy en día todo se enchufa, los ordenadores, los electrodomésticos, la iluminación residencial y urbana y como no, la máquina-herramienta, toda ella, no importa su tamaño, grande o pequeña. Las infraestructuras, que tanto necesitamos, de toda índole, son grandes consumidoras de energía, en su construcción y en su mantenimiento. Asuntos que requieren un sólido acompañamiento de instituciones con sólidas garantías jurídicas para los bienes y las personas y la seguridad imprescindible en el tráfico comercial, marítimo, aéreo y terrestre.

En el nuevo ciclo histórico, el paraguas de los EE UU, de la administración Obama, ha sido imprescindible, de gran ayuda, para ganar autonomía respecto a las viejas metrópolis. Hemos entrado en una nueva etapa de autonomía, de cierta libertad de pensamiento, que me permite hacer público —aunque no sea la primera vez que lo hago—, honestamente, con claridad, que la pertenencia de Guinea Ecuatorial al ámbito monetario del Franco Cefa fue y sigue siendo, aunque Guinea Ecuatorial siga siendo miembro observador, un desacierto histórico y un auténtico lastre para la economía de los guineoecuatorianos. Son estructuras coloniales, decimonónicas. Guinea Ecuatorial es el epicentro del Golfo de Guinea Ecuatorial y su destino es proporcionar servicios de toda índole a todos los países ribereños. Guinea Ecuatorial necesita su propia autoridad monetaria y acuñar su propia moneda. Nada aporta Guinea Ecuatorial a la Unión Económica y Monetaria del África Occidental, tutelada por Francia, y es mucho lo que nos perjudica. Ha llegado el tiempo y el momento de hablar claro y para que se nos entienda.

Y por las mismas razones, exactamente, por las mismas razones, hago público mi apoyo a la Alianza de seguridad, liderada por Angola, concretada en la Comisión del Golfo de Guinea, a la que pertenecen, Nigeria, Sao Tomé y Príncipe, Camerún, Guinea Ecuatorial, Gabón, Congo-Brazzaville, Congo-Kinshasa y, naturalmente, Angola y a la que se pueden sumar  otros países. Es una alianza contra la piratería marítima, pero que puede y debe servir de columna vertebral para los fines de defensa de la Libertad con Justicia y Prosperidad. Es una iniciativa que se corresponde con el nuevo ciclo, el de autoresponsabilidad ante el futuro. Alianza que saludo y celebro. La suerte de dicha Alianza dependerá de la sabiduría y acierto de unos y otros, del grado de compromiso que las partes manifiesten y su eficacia para concretarlas en acciones eficientes y jurídicamente estables.

Saliendo al paso del hipotético ingreso de Guinea Ecuatorial en la comunidad lusohablante, —que incluiría convertir el portugués en segunda lengua—cabe decir que los guineoecuatorianos hemos estado más cerca de la comunidad lusohablante que de ninguna otra. Es una obviedad histórica. Guinea Ecuatorial está en una fase de definición estratégica, de definición histórica. Espero que nadie se equivoque y que dicha definición no altere nuestras raíces profundas. Y sería absurdo, renunciar al provecho que nos brinda el nuevo ciclo histórico, si no anunciara que el actual estatus fiscal y accionarial de la compañías petroleras que operan en Guinea Ecuatorial es improrrogable en el futuro, como improrrogable es, de todo punto, el vínculo que mantienen —las compañías petroleras y los comisionistas de la vieja metrópoli— con el actual tirano (de auxilio mutuo). Asistimos a un cambio de ciclo. El pueblo de Guinea Ecuatorial se está tomando muy en serio su nuevo papel. Hablará y lo hará a pesar de las mordazas del tirano.