sábado, 7 de julio de 2012

“EL INTELECTUAL Y SU PUEBLO” (III)


                                                                                                                                                Por  Severo-Matías MOTO NS

“¡¡ESPAÑA NO DEJÓ NINGUN MÉDICO EN GUINEA!!”                                                               

-VOCIFERAN LOS FRACASADOS, DESDE EL PODER-
Es sintomático, a la vez que ofensivo y digno de denuncia, el empeño del dictador de Guinea Ecuatorial y su régimen, en afirmar de forma recurrente y contumaz, la mentira de que, al final de la colonización, España no dejó en Guinea Ecuatorial ningún Médico, ningún profesional; en fin que España no formó a los guineanos. Sin embargo, la fama de ser la colonización española, modélica en toda África, solo se sostiene en el grado de preparación de valores profesionales, culturales cristianos y  humanos que nos legó España. Los cientos de miles de asesinados, las desapariciones y el nutrido exilio, que son la marca de la dictadura de Guinea Ecuatorial, ¿sobre quiénes se han cebado, básicamente? Sobre los valores intelectuales. Si estos cientos de miles de personas fueron liquidados durante los primeros once años, y siguientes, del terror de Macías y Obiang Nguema, es evidente que se trata de generaciones anteriores a la independencia; o sea, cientos de miles de personas y grandes valores nacidos antes de la independencia. Todo un proyecto bien preparado, urdido y ejecutado, en luctuosos y sangrientos escenarios como “El baile de Mokom”, de Black-Beach; el “Baile de los Malditos”, en Ngoló Ayop y otros sangrientos escenarios donde, matar a intelectuales, profesionales y otros valores humanos, tanto preparados en el propio país, como llegados de sus estudios en España, ha sido siempre el signo identificador de la dictadura de Guinea Ecuatorial...

Al final, ser intelectual de  Guinea Ecuatorial de Macías y Obiang, solo te quedan tres salidas para la supervivencia: Huir al exilio y salvar tu pellejo, y defender tu dignidad y tus valores intelectuales y otros; Hacer tabla rasa de tu dignidad, moralidad y honestidad, entregándote al régimen, con todas sus consecuencias; (¡Siempre hay tiempo para la excusa, al final…!) la tercera vía, ciertamente difícil, es conseguir que el régimen, conociendo tus capacidades intelectuales, culturales y humanas, te deje desarrollarlas en paz, libertad y con vida.
En definitiva el mensaje a los múltiples “Fernando Abaga que todavía pululan en el exilio, huidos del país o a la espera simplemente de los tiempos de libertad, tiene que ser, dejarles muy claro que el pueblo de Guinea Ecuatorial es un pueblo muy culto; muy ambicioso de la cultura, siempre muy orgulloso y cuidador de los valores culturales, profesionales y de civilización nacidos de nuestras Escuelas superiores, Colegios, Institutos, Normal de Magisterio… o llegados de las Facultades, Universidades y centros de formación españoles. España con carrera y oficios