domingo, 24 de junio de 2012

¡¡¡ MENUDO PANORAMA, EL QUE NOS VAMOS A ENCONTRAR ¡¡¡


                                                                        
Estudiante guineano en España

Armengol Engonga, Vicepresidente del Partido del Progreso, me confesaba que el panorama que nos íbamos a encontrar en Guinea Ecuatorial, una vez desaparecido Obiang, sería sencillamente aterrador. Y a continuación lo resumía en cinco puntos: 1º- Una administración completamente desestabilizada, con unas instituciones inoperantes y carentes de valor para la democracia, en la que la función pública aparecerá  completamente devaluada y corrompida;  2º- Gran número de gente armada, dispuestos a matar fácilmente. Delincuentes de todo pelaje, traficantes de  armas, de droga y de órganos humanos: todo el destrío humano del régimen, que no le ha dado tiempo a abandonar el país, o no ha querido hacerlo; 3º- Grandes bolsas de marginación, en torno a las dos grandes ciudades, necesitadas de una urgente atención humanitaria;  4º- Un número elevado de población extranjera, sin un status definido (chinos, nigeriano, congoleños, cameruneses,etc) y otro número importante de empresarios foráneos que se han instalado al albur de la corrupción de la familia Obaing. y 5º- Un gran desastre sanitario, epidemiológico y de salubridad, necesitado de una urgente respuesta. 


Esta situación descrita será sin duda un importante reto para los nuevos gobernantes de la democracia. Acabar con 43 años de oscuridad, sin ningún posible referente en el que pueda mirarse nuestro pueblo, es sin duda una tarea ardua y difícil. No ha quedado nada en pié en el interior de nuestro país, nada bueno  que podamos emular. ¿Emularemos a Macias , a su sobrino Teodoro, a todo una patulea de ministros, viceministros, y a otros personajes  corrompidos como el?, ¿o quizás al alocado hijastro del a su vez, hijo de un ladrón de cabras de Gabón?. Tampoco serán muy edificantes para la nueva democracia, personajes denominados "oposición interna legal", que merced al pacto mantenido con Obiang, les ha permitido participar también en su corrupción, para enriquecerse personalmente con sus muchos negocios. Evidentemente que  todos estos no son personas a imitar en el nuevo régimen, limpio y democrático, que es necesario establecer en Guinea Ecuatorial. Solo nos quedan los grandes hombres que conquistaran la independencia de nuestro país, e intentaron enderezar el rumbo de nuestra nación, metida ya en plena vorágine dictatorial, y que lo pagaron casi todos, con sus propias vidas. Así, será necesario recuperar la memoria de personajes como: Edmundo Bosio, Atanasio Ndongo Miyone, Saturnino Ibongo, Enrique Nvo Okenve, Acacio Mañe Ela, Salvador Ndong Ekang, Bonifacio Ondo Edu, etc. Junto a ellos, todo un elenco de hombres y mujeres irreductibles, opositores de verdad, que han sufrido un exilio lleno de privaciones y penurias, debido los ataques de la larga mano asesina del Obiang Nguema, junto con la acción de sus apoyos aquí en España. Opositores, que en muchos casos, también han tenido que soportar las  incomprensiones de su propia gente.

Hay que reconocer que para ser un bruto, inculto e hijo de un  ladrón de cabras, Obiang ha sabido montárselo bien. Ha campado a sus anchas, haciendo todas las fechorías posibles, durante más de 40 años. Ha conseguido que muchos guineanos le adoren como a un dios en la tierra. Ha amasado una de las mayores fortunas del mundo, y ha permitido de la misma forma, a toda su familia y el clan que le  apoya enriquecerse. Ha  convertido su país en una pocilga inmunda, llena de sida, de asesinos, traficantes de droga, armas y órganos de seres humanos. Todo esto con la equiescencia de países "muy democráticos", que se denominan "defensores de los derechos humanos". Y para colmo de los despropósitos, ha conseguido convencer a una parte de la opinión pública española, que los opositores exiliados (los que han tenido que salir huyendo de un régimen golpista y de terror), son en realidad unos violentos, que desean el poder a toda costa. 

Da tristeza pensar, como su dinero, no solo ha conseguido emporcar a toda Guinea Ecuatorial, sino que ha conseguido corromper además, a muchos políticos y gobernantes de otros países, que se han postrado genuflexos, ante este dictadorzuelo inculto y de mala calaña. Parece ser que ya le está llegando su hora, pero no seamos ilusos, Obiang no se va a ir tan fácilmente. Habrá que "retirarlo" del poder como a una asquerosa garrapata, pegada a su hospedante. Para ello los países, beneficiarios de sus materias primas, que le han permitido esa impunidad, están obligados a eliminar a este régimen bárbaro y repugnante, ya que el pueblo guineano, de enfrentarse a esta pandilla de bárbaros (plagado de mercenarios bien pagados), serían fácilmente destripados, produciéndose el mayor de los holocaustos.