martes, 1 de noviembre de 2011

EL FINAL DEL FINAL



EL FINAL DEL FINAL
por Daniel M. Oyono
Movimiento Libertades y Cambio

Me consta que mucho antes de las 11h00 de la mañana del día fatal para el coronel Gadafi y uno de sus numerosos hijos Mutasim, comandante de las fuerzas especiales del régimen, su fiel amigo y compinche de barbaries, el otro coronel, Teodoro Obiang Nguema, reclamó la presencia de toda su familia, (esposas, hijos, hermanos, nietos, concubinas, altos oficiales de las fuerzas armadas y de seguridad, ministros y empresarios) y unos cuantos amigos libaneses y españoles.
Pasó toda la mañana sentado frente a pantallas de televisión para seguir minuto a minuto, el desenlace final y fatal de su queridísimo amigo del alma, el compañero de atrocidades que tanto seguía defendiendo y apoyando militar y económicamente, reclutando y pagando a mercenarios, para matar al Pueblo libio y destruir el País; todo ello, con el dinero del petróleo y del gas de los guineanos, que diariamente malversa. 

Ver a su amigo caer rematado en la frente y en el pecho por un joven combatiente libio de 18 años, suplicando  que no le matase y perdida su soberbia arrogancia, fue escalofriante para Obiang Nguema y su gente. El dictador sudó sangre, al contemplar la cara destrozada de su más íntimo de los íntimos, con el que compartía métodos y confidencias para robar y liquidar a su propio Pueblo; quien hace pocos meses antes, llamó manada de ratas a ése mismo Pueblo, ordenando a sus fuerzas armadas y mercenarias a exterminar y limpiar del País, como el joven de 18 años que lo silenció para la historia y fue proclamado héroe del Pueblo.

 Ironía de la vida, un personaje que se consideraba todo un dios intocable, como su homólogo de Guinea Ecuatorial, que hacía y deshacía a su antojo, que decidía por la vida y la muerte de los libios y que finalmente terminó huyendo y escondiéndose en las cloacas de las ratas, meses y meses, mientras que el Pueblo, verdadero dueño del País y de sus riquezas, descubría con indignado asombro como una pesadilla, la soberbia y arrogancia vida del dictador libio y su familia, con una opulencia obscena, en comparación a la miseria de la población mayoritaria al borde del colapso, durante 40 años largos.

Caído Gadafi, y superado por la realidad de los hechos, Teodoro Obiang Nguema a la hora de la verdad, se derrumbó y en lugar de tomar la única decisión que se imponía en esos momentos sin más dilatación, es decir, armarse de valor, y proceder a una apertura política sin restricción ni exclusiones, en la que participen todas las fuerzas políticas guineanas existentes y sentar las bases de una transición a la democracia pacífica, dentro de un proyecto consensuado de reconciliación nacional, sale corriendo una vez más,
al encuentro del Presidente sudafricano Zuma, para comprar apoyos y protección, signos inequívocos de su debilidad.

 Estas gestiones, las considero inútiles porque a la hora de la verdad, cuando el Pueblo guineano decida en muy breve tiempo, tomar las riendas de su futuro inmediato, nadie le salvará a Teodoro Obiang y a su despótico régimen, como se ha visto a lo largo de la historia, y muy recientemente en Túnez, Egipto y con su íntimo amigo Gadafi en Libia. Los restantes regímenes totalitarios de la zona, están en la efervescencia político-social.

Conviene no perder la memoria, hace menos de un año que el dictador libio era considerado por el Occidente  un aliado serio y ejemplar con el que hacer grandes negocios, después de pasar por el purgatorio impuesto por el mismo occidente, en razón a su pretendido pasado de financiador de terrorismo; pagado el peaje correspondiente, hasta el año pasado, ha sido paseado en grandes pompas por las principales capitales de la Unión Europea, mientras que los principales líderes democráticos de éstas potencias, uno por uno, se peregrinaban hacia Trípoli, para hacer negocios, porque Gadafi de repente, ya era tratable; son los mismos líderes que decidieron en febrero pasado que era un elemento más bien de estorbo e inservible para sus intereses y tomaron la decisión de acabar con él.

 Su mayor socio en negocios y  su mejor amigo de juergas de bunga bunga, el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, ha dicho la misma hora de su muerte que Gadafi estaba terminado desde el mes de Marzo. Éstos son los buenos amigos.

 Lo mismo le espera a Teodoro Obiang, si no aprovecha la oportunidad que tiene en éstos momentos para dejar las cosas pacíficamente. Es estúpido que persista en su pretendida sucesión monarcal, sobre todo, con las grandes grietas que se le están abriendo en la justicia francesa y a su hijo en la justicia norteamericana, por el robo y blanqueo masivo de centenares de miles de millones de dólares que vienen robando a nuestro Pueblo; sus amigos que representaban intereses muchos más importantes que él, los dictadores de Túnez, Egipto y su queridísimo libio tenían las mismas ideas y pretensiones, pero todos han ido al pique. No se puede jugar y derramar constantemente la sangre de las criaturas del TODOPODEROSO DIOS indefinidamente y sin consecuencias.

Hace algunos meses, cuando el coronel Gadafi tomó la decisión de exterminar al Pueblo hermano de Libia, escribí un artículo que fue publicado en éste mismo blog del Partido del Progreso, titulado "La caída de Gadafi y la agonía de Teodoro Obiang". Ese artículo no fue premonitorio, sino simplemente conociendo la naturaleza de los criminales que tienen como oficio arrebatar a los Pueblos su soberanía con las armas y someterlos bajo su bota en territorios infernales de corrupción, de mala vida y de destrucción a sangre y fuego, apropiándose de todas sus riquezas, son insaciables porque están asociados a prácticas satánicas de brujería y hechicería, contrarias a la moral y a los valores cristianos que profesamos.

 En éstos Países desgraciados, como el nuestro, el espacio humanitario está podrido y es irrespirable, hasta que caiga la dictadura, a las buenas o a las malas, y se puedan abrirse las ventanas y las puertas de la libertad y la democracia. No hay un término medio.

La verdad es que hoy por hoy, Teodoro Obiang Nguema y su régimen están aislados más que nunca, porque verdaderos amigos no tiene, debido a su naturaleza falsa y camaleónica, nadie se fía de él ni está dispuesto salir hoy en la foto con él, salvo los oportunistas aventureros y mercenarios con los que está a gusto. Dime con quién andas y te diré quién eres.

Hace un mes, el Vicepresidente de mi Partido y yo mismo, hemos reclamado directamente a Teodoro Obiang Nguema gestiones inmediatas con todos los líderes de la Oposición sin exclusión, para convocar una mesa política que defina los términos de la transición democrática y un calendario inmediato. Hemos reclamado también la inmediata libertad de movimientos de los líderes de Fuerza Demócrata Republicana (FDR), Don Felipe Ondó Obiang y su compañero Don Guillermo Nguema Elá, sometidos a un régimen estricto de igilancia, quienes deben estar presentes en dichas negociaciones.

Teodoro Obiang Nguema debe mover ficha sin más dilatación, sus homólogos africanos por solidaridad, también se lo van a comunicar, al igual que se lo acaba de hacer el Presidente sudafricano Jacob Zuma, que ha mostrado su disponibilidad la semana pasada, para acoger los eventuales encuentros preliminares.