AFRICA INICIA EL RECORRIDO DEL DECENIO DE LAS LIBERTADES.
ANÁLISIS
Estamos en el tercer mes (primer trimestre) del primer decenio del siglo 2000. No resulta fácil dilucidar si lo que está pasando en el África del Norte-Musulmán o islámico, y en el llamado Oriente Medio, igualmente musulmán o islámico, es fruto del cansancio y “cabreo” de los correspondientes pueblos ante las dictaduras (impuestas o, simple, y férreamente apoyadas, hasta aquí, por Occidente) O es una decisión de una potencia mundial, apoyada por otras potencias y países occidentales, cansados, ( cuando no avergonzados), por el infumable papel que vienen ejercitando en el apoyo de dictaduras corruptas y destructoras o simplemente paralizantes del desarrollo de los países africanos colonizados.
Tres cosas quedan absolutamente seguras:
1.- África afronta y encara un milenio; el de sus libertades, cuyo segundo decenio 2000-2011 comienza con los movimientos revolucionarios que irrumpen desde el África del Norte con inevitable proyección a todo el Continente.
2.- África abrió la década de los años 60 con las exigencias de “independencia” de las potencias colonizadoras. Y durante esa década, se consiguieron las independencias de la abrumadora mayoría de los hoy países y estados africanos.
3.- Si antes, las independencias fueron expresión, más o menos violenta, de la exigencia de nuestras libertades atrapadas en las manos de potencias coloniales extranjeras (Occidente-Inglaterra-Francia) hoy esta expresión de independencia se vuelve paradigmática en la exigencia de nuestras libertades enquistadas en las manos ensangrentadas, crueles y salvajes de dictadores africanos, tantas veces más duras, imposibles e inhumanas que la propia colonización extranjera.
La O.N.U. (Organización de las Naciones Unidas) jugó, en la década de los 60, un innegable y preponderante papel, a la hora de dar la razón a los emergentes Pueblos, Naciones y Estados africanos que exigían su independencia. La O.N.U. debería, (y tiene derecho y legitimidad) ejercer el mismo y preponderante papel, en esta hora, en que África (sus pueblos) reclama que las dictaduras en las que, al final, se convirtieron las colonizaciones extranjeras y las independencias, les reconozcan y devuelvan sus libertades.
Parece que las recomendaciones que la Unión Europea hiciera, en 1.984, a Guinea Ecuatorial, para que se deshiciera cuanto antes de la dictadura de Obiang Nguema; y la afirmación del Departamento de Estado Norteamericano, aseverando que el pueblo guineano ya no podía, por sí solo, liberarse de la dictadura de Obiang Nguema; estas afirmaciones pueden y deberían aplicarse a toda la infecta pléyade de dictaduras que atestan el Continente africano.
El venerado, temido, adorado y mamoneado Coronel Muhamar el Gadafi, tan “idololatrado”, durante tanto tiempo por Occidente, ha demostrado que es capaz de exterminar a su pueblo por pedir libertad, democracia, derechos humanos y el disfrute equitativo de las riquezas de Libia. Frente a los gritos de enfado y alguna que otra piedra lanzada por “su” pueblo, Gadafi ha exhibido ante su pueblo, y ha puesto en acción todo el potencial armamentístico (Tierra, Mar, Aire) de que le ha dotado Occidente, para aplastar a Libia. Quizás este poder de aplastar a su pueblo, solo sirva para demostrar que, sin Occidente, Gadafi no puede con su pueblo enfadado. ¿Obiang Nguema puede con Guinea Ecuatorial, sin la ayuda de Occidente?
Todas las tiranías sembradas en África para cuidar los intereses de Occidente, son iguales. Todas.
Por eso, este articulo-comentario. Para pedir al Occidente europeo y americano (hay -somos- mucho Occidente africano) que al igual que supieron ceder a las independencias del Continente africano, atrapado, entonces en los regímenes coloniales, en la década de los 60; sean, hoy, capaces de ceder a las libertades democráticas y de derechos humanos que, en esta segunda década del segundo milenio, reclama, a gritos de dolor, el Continente africano.
El Partido del Progreso y Gobierno en el exilio de Guinea Ecuatorial, no pueden por menos de felicitar la acción, absolutamente responsable de la O.N.U. y la respuesta de las potencias europeas, a la hora de frenar la masacre que, por exigir sus libertades, derechos humanos y democracia, está sufriendo el pueblo libio de manos de su “presidente”.
Los pueblos africanos (depositarios generosos de grandes intereses económicos de potencias occidentales) reclaman hoy sus libertades fundamentales. África está comenzando a recorrer el decenio de sus libertades. África espera, por tanto, que la ONU y los poderosos, la acompañen ahora, al igual que cuando el decenio de las independencias, 1960. ¿No será la hora, ya, de conjugar libertad y democracia con intereses económicos, en África?
Bienvenido el “Despertar de la Aurora”, para toda África.
