Macías y Fraga pasando revista a las tropas guineanas
El día 12 de Octubre acaba de pasar. A muchos guineo ecuatorianos de dentro y de fuera
nos ha pillado dormidos. Hasta alguien, (a mí solo uno) nos ha despertado diciendo que es el día de la independencia de Guinea Ecuatorial. “Independen... qué? ¿De quién? (Pregunté) Y en cuanto mi interlocutor me reiteró la respuesta, me vino de inmediato a la memoria el grito de algunos nigerianos cabreados, en el 50º aniversario de su independencia: ¡Aquí no hay nada que celebrar! Y dejaron oír su voz con dos coches bombas letales.
Once años después de que depositaran la independencia de Guinea Ecuatorial en manos de Macías Nguema Biyogo Ñegue Ndong (“Haremos que gane Macías, para que escarmentéis”-amenazó un gerifalte colonial), ya nada había que celebrar en Guinea Ecuatorial, relativo a la “independencia”.
Aseguran que un importante mandatario español actual, se constituyó en el brazo derecho que muñó, apadrinó y llevó al sobrino de Macías Nguema a marcar, ¡¡con un certero golpe de estado!!,la continuidad de la “independencia” de Guinea Ecuatorial; Obiang Nuema Mbasogo, se sentó en el ya raído asiento, al volante, de un coche destartalado que él mismo, junto a su tío, ayudó a destartalar, llamado “Independencia de Guinea Ecuatorial”. Y pegó el grito de guerra : “Yo no dejo esto como no sea por otro golpe de estado” Treinta y un años después, Guinea Ecuatorial puede llamarse con cualquier otro seudónimo o eufemismo o cualquier término bonito y de disimulo; menos de “independencia”. ¡Nada que celebrar! Al menos para la gran mayoría de guineo ecuatorianos, perdidos en el exilio, exterminados, o amordazados en el interior del país.
Cuarenta y dos años después, nos siguen insinuando que “Lo mejor, para acertar y dar continuidad a la “independencia”, es situar ahora en el poder al hijo de Obiang Nguema , Teodorín Nguema Obiang. No se nos ha “soplado” aún al oído” si hay alguna mano colonial o neo colonial dispuesta a imponer “manu militari” ese tercer eslabón de la tiranía contra el pueblo de Guinea Ecuatorial. Estamos atentos a conocer esa mano (¿negra...o blanca?)
Pero, cuarenta y dos años después de tanto dolor y tragedia (no compartida, por cierto, por algunos...) no parece nada anormal que del pecho, alma y conciencia de los desheredados de los 42 años de destartalada “independencia” de Guinea Ecuatorial, nazca un grito de protesta, reclamando una nueva independencia. Una Independencia enmarcada por las palabras felicidad, libertad, democracia, derechos humanos, retorno, presencia y estancia en el país de los numerosos exiliados políticos, y puertas abiertas a la libertad de los presos políticos que infestan las cárceles de Guinea Ecuatorial, convertidos en simples alimentos del destripador Obiang Nguema Mbasogo.
Es evidente que ninguna de las peticiones de esa “nueva independencia” es compatible con la presencia del golpista militar Obiang Nguema al mando de ese destartalado coche... Haciendo alegoría de una frase chistosa,: “El tirano no debe morir, hay que “matarlo”. Es decir hay que apartar de nuestro camino al tirano Obiang Nguema. Él dice lo mismo de nosotros; solo que, mientras nosotros hablamos de “apartarle” del poder, (por qué no se irá por sí solo), él además actúa asesinando, ofreciendo sacrificios humanos y devorándonos.
Ya nos merecemos una independencia que tenga como sustancia y esencia, la libertad, el respeto a los derechos humanos, la democracia. Quizás el grito más sincero es exactamente ese:¡¡¡Más libertad, más respeto de los derechos humanos, mas democracia, más felicidad para los guineanos; menos independencia vacía y destartalada!!!
