viernes, 19 de mayo de 2023

ES DIFICIL AYUDAR AL QUE NO SABE LO QUE QUIERE(II).


Por Juan Nze Eson Avoro, Presidente del Consejo Geográfico del PPGE de Bioko

El largo tiempo que llevamos sufriendo en carne y hueso los infrahumanos efectos de la dictadura nos ha dejado a muchos bastante ofuscados y perdidos sin saber cómo debemos encarar nuestro futuro. El enorme dolor físico, psicológico y el irreparable dolor por haber perdido a familiares, amigos y paisanos, con la duda de que si habíamos puesto todos los medios para que se hubieran salvado. Esta situación nos ha traído frustración y mucha impotencia, frente al verdugo que intenta controlar nuestros pensamientos y nos arrebata la vida todos los días.
En el seno del Partido del Progreso sabiendo lo estéril que es dejarse llevar por el dolor y la impotencia, hemos decidido, no sólo seguir luchando contra la dictadura de los OBIANG y contra todos los que sin ser parte de la familia OBIANG, sino que también estamos preparados para hacer de Guinea Ecuatorial un rincón en el que todos los ciudadanos puedan vivir en una verdadera y fraterna unión al margen de las matanzas y de las infrahumanas discriminaciones que el tirano Obiang, su familia y su desnortado PDGE, han convertido en una forma de vida.
En el Partido del Progreso, desde el presidente, Armengol Engonga, el resto del equipo directivo y hasta el último  militante, sabemos lo que queremos; sabemos todos que no nos debe tocar volver a aguantar más años de torturas, de miseria, de secuestros, de condenas extrajudiciales y de indiscriminadas matanzas. La verdad es que el pueblo de Guinea Ecuatorial ya quiere vivir libre y fuera del alcance de quienes para gobernar de por vida, decidieron hacerlo a base del derramamiento de sangre inocente.
No queremos dirigentes más centrados en sus propios intereses y en los de su familia, que en los del propio pueblo. Tampoco nos gustaría tener un dirigente paternalista, ni mucho menos corrupto, ya que en GUINEA ECUATORIAL todos somos víctimas de este prototipo de dirigentes.
Los miembros del del PARTIDO DEL PROGRESO sabemos que el presidente debe estar al servicio del pueblo y trabajar con ahínco y hacer que el resto de miembros de su equipo tengan ese mismo empeño. Por ese motivo nos vemos en la obligación de trabajar para que en nuestro país se cumplan estas premisas.  

UN PASADO DE ERRORES QUE NOS ESTÁ CUBRIENDO DE SANGRE.

Aseguran los mayores, que si hemos llegado a sufrir durante más de 53 años bajo la aniquiladora losa de las dictaduras, ha sido en gran medida por no pensar en el interés general a la hora de participar en la política. Muchos guineanos se metían y hasta hoy siguen en política, para ser los siguientes dirigentes, hombres fuertes del país: cada individuo quería llegar a ser presidente y, cuando no era así, quería que lo fuera el de su etnia, tribu o pueblo. Esta ambición desmedida de poder,  fue la que permitió que el poder fuera a caer en manos equivocadas. 
En una conversación con un Señor mayor, cuyo nombre voy a omitir, me dijo: "Juan si España nos salvó tras las elecciones autónomas de 1964 nombrando a Don Bonifacio ONDÓ desde Madrid, también pudo haber hecho lo mismo tras las presidenciales de 1968". Le respondí que la independencia llevaba también consigo la capacidad de elegir libremente a nuestros gobernantes, sin ningún tipo de dirigismo ni tutela. Somos nosotros, le respondí, los que debemos saber administrar adecuadamente la potestad de poder elegir a nuestros representantes. 
Hoy, más de cincuenta y tres años después, nos toca  a los guineos poner todos los medios para no volver a tropezar en la misma piedra. Y para ello debemos formarnos, informarnos y asumir la responsabilidad que recae sobre cada uno de nosotros.
El que quiere ser libre y vivir en un estado democrático, debe de apartarse de los populistas y de los aprendices a dictatoriales. Al mismo tiempo debemos ir trabajando para conseguir una autentica unidad entre todos los opositores. Así tendremos la oportunidad de  enderezar nuestro futuro y el de las próximas generaciones, excluyendo para siempre toda forma de opresión hacia los demás. 
Ya no es ningún secreto, por lo que  puedo afirmar aquí que a los que siempre hemos tendido la mano para sacarnos de las garras del régimen de OBIANG, ahora parece que están dispuestos a escuchar nuestros lamentos, nuestras voces de socorro. 
Estamos observando con satisfacción, que tanto España, como la Comunidad Europea en su conjunto, han abandonado a la familia Obiang y se han puesto de nuestra parte y están  trabajando para que el dictador OBIANG abandone la práctica de  tortura, de secuestros y matanzas a los opositores. Hoy por hoy nos toca seguir luchando por lo que más queremos: la libertad y nuestros derechos como ciudadanos. Y defender lo que queremos conlleva saber ceder, saber entender y saber elegir, porque si elegimos mal, aunque nos hayan ayudado a desembarazarnos de los OBIANG y su PDGE, no nos servirá para nada esta ayuda. En este indeseado supuesto, volveríamos a empezar como después de las elecciones de 1968: sumergidos en dictadura y cubiertos consecuentemente por otra enorme sábana de sangre.
Vivir en la GUINEA ECUATORIAL de los OBIANG, es como vivir en una biblioteca llena sólo de novelas Surrealistas. Tanto es verdad esta realidad que, si nos pusiéramos a escribir o a contar los ejemplos, nos quedaríamos durante horas, días, meses e incluso años leyendo o escribiendo sobre el surrealismo Nguemista.
Uno de los exponentes más sobresalientes, es el caso de Teodorín, al que se le conoce en todo el mundo por su vida de lujos, despilfarros y corrupción. El disoluto Vicepresidente, que mantiene juicios por todo el mundo, monta una comisión anti corrupción,  de la que él mismo es juez, fiscal, abogado defensor y condenador supremo con todas las atribuciones. Declara culpables, absuelve, manda a la cárcel o dicta arrestos domiciliarios contra sus imitadores en el latrocinio y en la corrupción. Y, mientras celebra sus juicios -auditorías por los medios informativos-, dicta órdenes a sus lacayos del poder judicial para que lo pasen todo por escrito según su voluntad. Y en estas órdenes de detención, condena o de arresto domiciliario, se condena a los que no son de la familia OBIANG y se ordena, para disimular, arrestos a los hermanastros. ¡¡Cuánta injusticia!!, ¿verdad? 
Y, por si esto fuera menos injusto, nos están haciendo vivir un escenario en el que los condenados son los que critican la maligna gestión de los OBIANG. Los muertos de hambre, que pillaron robando algunas sardinas, o sacándole el teléfono a otro ciudadano, igualmente pobre, son los que llenan las prisiones de todo el país, mientras que los que se encargan de desviar miles de millones, a imitación del que hoy les juzga y les recrimina por desviar fondos, están en sus casas jugando tranquilamente con sus hijos.
Si de verdad queremos una GUINEA ECUATORIAL libre, debemos repudiar a la familia Obiang, evitar que lleguen al poder los que, tras años de latrocinios de la cosa pública estando al lado del dictador OBIANG, quieran ahora presentarse como salvadores de la nación. Nos corresponde a todos los guineos trabajar, hacer algo para que esta segunda oportunidad que, al parecer nos va a brindar el mundo civilizado, no vuelva a caer en saco roto y desemboque en otra nueva tragedia para GUINEA ECUATORIAL, por no saber elegir, o por querer defender intereses personales o familiares. Es momento de pensar y planificar cómo lograr cuidar los intereses del pueblo guineo y de todos los ciudadanos que vivan en GUINEA ECUATORIAL, para la mejora en el nivel de vida y de los derechos humanos. Nos toca saber desde ya que, si no somos capaces de ceder escogiendo al que mejor puede defender los intereses de los ciudadanos, en el futuro nos verán como cómplices del sufrimiento del pueblo.
No queremos que nos marginen, ni que nos torturen y maten por pensar diferente al que lleva el poder, y, desde ya, debemos abandonar el odio, las divisiones en pequeños grupos e insultos a quienes no nos apoyan para que el pueblo y el mundo no encuentren en nosotros gente idéntica a los OBIANG. Queridos hermanos y conciudadanos; todos debemos saber que ningún país del mundo, en condiciones normales,  puede tener dos presidentes. Cada país tiene un presidente, el cual, si es hombre de Estado, acaba haciendo todo lo posible para rodearse de buena gente de Estado, con el fin de procurar el máximo bienestar para sus ciudadanos. 
Para que tengamos un buen equipo en el poder, debemos abandonar los regionalismos, debemos separar la cuestión política de la familiar y apoyar al mejor para no volver a dejar “solo”a un Bonifacio ONDÓ escogiendo, por tercera vez a un Nguema. 
Si todos sabemos lo que queremos y llegamos a trabajar, nos ayudarán. Pero si no tenemos claro lo que queremos, será difícil que nos ayuden porque siempre resulta difícil ayudar al que no sabe lo que quiere. En el seno del Partido del Progreso queremos la libertad y la prosperidad para nuestro pueblo, por lo que apostamos por un cambio real y objetivo, sin amaños. Por esa misma razón,  tendemos la mano a todos los grupos políticos para que entre todos hagamos realidad el sueño del pueblo guineo.