jueves, 29 de diciembre de 2022

LA AMENAZA DEL HAMBRE SE CIERNE SOBRE GUINEA ECUATORIAL


Redacción El Confidencial.

Ver a gente buscar comida en los basureros es una escena cada vez más frecuente, desgraciadamente, en Guinea Ecuatorial. También nos ha llenado de tristeza el hecho de que muchas familias no hayan podido completar dignamente la cena de Navidad, por la escandalosa subida de los precios de los alimentos. Y es que la sociedad guineana ha sido diseñada por la dictadura para que vivan solo los ricos. 
La guerra de Ucrania está desatando una crisis alimentaria sin precedentes entre los países más pobres. A la escasez de productos alimentarios de primera necesidad, se ha unido el alto coste de los transportes, debido a la subida del precio de los combustibles, y al fuerte aumento de la inflación que están padeciendo la mayoría de los países. Así el coste medio de la cesta de la compra se ha visto incrementado en un 20 % en los países desarrollados, y esta se ha disparado en los países pobres.   
No es de extrañar que entre los acuerdos prioritarios de la Cumbre USA-AFRICA, celebrada en Washington, se encuentre el de la seguridad alimentaria para nuestro Continente. 
La crisis alimentaria azotará de forma muy severa a nuestro país, debido al desmantelamiento que ha sufrido la actividad agraria productiva, así como el conjunto de la actividad pesquera.

Otro factor que está incidiendo de forma especial en el desorbitado aumento de los productos alimentarios de primera necesidad, es el acaparamiento que está haciendo la clase rica de los productos alimentarios que se importan. Al existir una fuerte demanda de estos productos, por una clase adinerada que no le importa pagar los altos precios que marcan a los alimentos las empresas importadoras, estos se hacen completamente inasequibles para las  clases  más  bajas. Dicho efecto lo hemos podido comprobar en estas Fiestas, en las que muchas familias no han podido completar el menú de Navidad, ya que los precios que han alcanzado los productos típicos de estos días, eran inasequibles para sus bolsillos
Nos encontramos con que nuestro país no cuenta con una cadena de distribución de alimentos propia, y que por tanto se encuentra a merced de los especuladores foráneos, que no tienen el mas mínimo escrúpulo para elevar de forma escandalosa los precios, y lo peor, que nos venden productos caducados y de mala calidad, desechados por los consumidores occidentales.

 
Si no nos sacudimos la dictadura, que ha sido la causante de este oscuro panorama, Guinea Ecuatorial se verá abocada a una crisis alimentaria sin precedentes. Si Obiang, en el periodo de fuertes ingresos por los hidrocarburos, por la madera y por la minería, no ha sido capaz (no ha querido, mas bien) de garantizar cierta estabilidad en el sector alimentario, en esta época de disminución de ingresos, debido a la bajada de precios de las materias primas, el problema se agravará de forma considerable. 
El Partido del Progreso tiene la fórmula para atajar definitivamente el problema alimentario en nuestro país, no  en vano su Presidente y algunos de sus altos directivos han estado trabajando en la vanguardia del sector agrario español. Se trataría de apostar de forma decidida por el sector de la producción de alimentos, en cuatro puntos fundamentales: 1- en la agricultura, poniendo a disposición de los emprendedores la mayor cantidad posible de tierras para su cultivo, 2- creando un potente sector ganadero (especialmente el avícola), 3- desarrollando todo el sector de la pesca en bajura y en altura y 4- poniendo en marcha todo un sector dedicado a la logística y la distribución, así como la creación de una cadena de frio para las capturas pesqueras. 


Todo esto requerirá una decidida apuesta por la formación y la capacitación profesional de los empresarios, y como no, por las ayudas al emprendimiento y a la inversión por parte del estado.  
Todo esta, llamémosle revolución productiva, no se podrá llevar a cabo, sin la presencia de una administración emanada de un estado democrático y de derecho y en el seno de una sociedad plural y libre.