lunes, 8 de agosto de 2022

DEMOCRACIA Y LIBERTAD, O DICTADURA Y OPRESIÓN


Redacción El Confidencial

No cabe duda que vivimos momentos cruciales para el futuro de Guinea Ecuatorial. Aquí está en juego nada mas y nada menos que nuestro futuro en democracia y con ella  nuestra libertad y el desarrollo económico duradero, también para las generaciones futuras.  
La dictadura ha llegado a un punto en que le es imposible su continuidad. El caduco régimen del octogenario sátrapa que ha agotado todas sus artimañas para embaucar a la población, ha quedado desnudo ante su pueblo y con todas sus vergüenzas al aire. Obiang ahora está siendo percibido por los guineanos como lo que es: un corrupto y sanguinario dictador, único causante de toda la tragedia que ha vivido y sigue viviendo nuestro pueblo.
El dictador es consciente de que es necesario un viraje a su caduco régimen y necesita un gran golpe de efecto. El lavado de imagen que Obiang quiere para su régimen, debe asegurar que todo quede en casa, garantizando la impunidad para todos los latrocinios, encarcelamientos, violaciones y asesinatos llevados a cabo por el propio Obiang, sus familiares y sus compinches durante todo el periodo de dictadura. 
Mientras tanto busca una nueva cara que le permita un cambio, para que al final no cambie nada, y así poder continuar por más tiempo esclavizando a nuestro pueblo. En este sentido estamos percibiendo como desde el entorno del PDGE y de entre los antiguos hombres fuertes del clan, comienzan a aparecer los juegos malabares de personajes travestidos de profetas, portadores de mensajes divinos. Todo puro teatro.


Paralelamente el dictador busca sus alianzas entre las potencias que le puedan guardar su "finca", sin ningún tipo de interpelación sobre la observancia de los derechos humanos, o sobre la democracia. En un nuevo intento para asegurar su continuidad, Obiang se alinea con los enemigos de las democracias modernas y de los estados del libre mercado. Sabe que se queda sin aliados, en un planeta cada vez más polarizado entre democracias y dictaduras.  
El régimen genera una narrativa inventada sobre la posición histórica de estas naciones y su relación con Guinea Ecuatorial y con el continente africano. Una pirueta más, ideológicamente hueca y sin tener en consideración los intereses de los guineanos, sino los suyos propios. Ni siquiera teniendo en cuenta los intereses del resto de países que viven bajo la amenaza de estos dos estados opacos.
El Partido del Progreso, lo ha repetido en muchas ocasiones su Presidente Armengol Engonga, está alineado claramente con las democracias occidentales. Defendemos una sociedad plural y libre,  la economía social de mercado, el libre comercio, la igualdad de derechos de todos los ciudadanos, un sistema educativo obligatorio y gratuito, una atención sanitaria universal, el acceso a los servicios sociales para todos los habitantes...etc.
Está claro que la continuidad del régimen, disfrazado de democracia, tal vez con un hijo de Obiang al frente, y con una cohorte de partidos acólitos, nos traerá más de lo mismo: más miseria, más opresión y más muertes.