lunes, 1 de noviembre de 2021

DEMOCRACIA Y DESARROLLO ECONOMICO VAN SIEMPRE DE LA MANO

Redacción El Confidencial


Guinea Ecuatorial ha perdido el tren del desarrollo, por la necedad, la avaricia y el egoísmo de sus gobernantes. Lo que podía haber sido un país desarrollado y prospero, merced a la ingente cantidad de ingresos que ha recibido por la explotación masiva de sus materias primas, lo han convertido en un lugar imposible para vivir dignamente para la gran mayoría de sus habitantes.


Existen muchos informes de organismos oficiales, como los de la Secretaría de Estado para el Comercio, Instituto Español para el Comercio Exterior, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, etc. e innumerables estudios económicos de prestigiosas universidades, de bancos de inversión y de corporaciones empresariales, que demuestran que Guinea Ecuatorial con un gobierno responsable y democrático, que sepa distribuir equitativamente las riquezas, sus habitantes gozarían todos de un alto nivel económico.


La economía de Guinea Ecuatorial ha consistido en esquilmar todos sus recursos naturales  para conseguir dinero de forma rápida y enriquecer así a la familia Obiang y a todos los que le apoyan. Actividades como la pesca, la agricultura, las pequeñas industrias, que requieren trabajo, inversión e innovación tecnológica, han sido abandonadas, diríamos mas bien aniquilas conscientemente por la dictadura. Como consecuencia, las desigualdades económicas entre sus habitantes se han convertido en siderales entre los que están alrededor del poder y los que han quedado excluidos conscientemente de las riquezas. 


Enriquecer a la elite dominante y convertir  en menesterosos al resto de habitantes, es una práctica muy común de domeñar a un pueblo por parte de la mayoría de los dictadores. El latrocinio continuado y el mal gobierno de muchos gobernantes, aunque sus países sean inmensamente ricos en recursos, como es el caso de Venezuela y la propia Guinea Ecuatorial, ha convertido en miserables a la gran mayoría de familias, que han tenido que optar por emigrar a otros países o soportar dentro del país una existencia miserable.  


Obiang Nguema y el grupo de malhechores que forman parte  de su Gobierno han convertido la actividad económica en un auténtico  pillaje. Explotar los recursos petroleros, gas y madera, vendiéndolos a bajo precio, sin haber permitido otras alternativas económicas para su población, ha sido la mejor forma de empobrecer a toda la población y cercenar el futuro a las generaciones venideras. 


¿Qué puede traer un gobierno democrático a Guinea Ecuatorial?. En primer lugar, el nuevo estado democrático fomentaría la igualdad de oportunidades de sus habitantes, en el que  todos tendrán el mismo derecho a la educación, a la sanidad, a la promoción económica, a través de la creación de empresas. Por otra parte, la seguridad jurídica garantizaría las inversiones productivas, tanto de los guineanos, como de los extranjeros que quieran implantar sus empresas en nuestro territorio (cumpliendo la ley y sin corruptelas), generándose  nuevos puestos de trabajo para los guineanos.  


Crear un estado en el que prevalezca el imperio de la ley para todos los habitantes por igual, que acabe con la corrupción, el robo y el enriquecimiento fácil, repararía las grandes injusticias sociales, tan lacerantes en la podrida sociedad que ha creado la dictadura.


El nuevo estado democrático ha de impedir que saltarse ley sea la forma común de actuar para algunos guineanos, acabando con la corrupción de políticos y funcionarios. Una nueva nación en la que el trabajo y el esfuerzo para promocionarse de sus habitantes, se convertiría en la forma normal de ser y actuar. 


Esta proposición sobre el futuro de nuestro país, obvia por otra parte, se encuentra en el ADN del partido del Progreso, siendo también el leifmotiv  de su Presidente Armegol Engonga y de toda su Directiva.