miércoles, 3 de noviembre de 2021

GUINEA ECUATORIAL: GESTIONAR LA LIBERTAD

Por Armengol Engonga Ondo. Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial

 


Recientemente leí en la prensa que una mujer, británica creo, se suicido tras ser agraciada con un gran premio de la lotería. Esta persona dejó una carta en la que explicaba que su vida había pasado de una existencia mísera a una dimensión que la había sumido en el caos, la angustia y la desesperación.

En no pocas ocasiones observamos como muchos que pasan de una realidad muy precaria a otra dónde la abundancia y la riqueza se vuelve normal no se adaptan y terminan teniendo más problemas que antes. La paradoja de estas historias reside en que muchos no están preparados, no saben o se equivocan a la hora de gestionar el repentino cambio de sus vidas.

Nosotros, los guineanos, vamos a pasar, si Dios quiere, de una realidad como la que vivimos a otra diametralmente opuesta.

Ahora no somos dueños de nuestras vidas más allá, en el mejor de los casos, de nuestro ámbito personal. El Estado está en manos de una banda de gente muy corrupta que solo atiende a la llamada de su jefe y en la que el resto de los guineanos les importamos muy poco. Nadie va a contradecir al patriarca o a su hijo ni a nadie de la familia o protegidos por el clan. Guinea Ecuatorial es su finca, su terreno, y disponen de todos los recursos para sus caprichos. Los demás hemos de sobrevivir como se pueda. Muchos nos fuimos al exilio, otros quedaron prisioneros y a merced de lo que les dejaran hacer. Hay quién a muerto a manos de estos bandidos sin posibilidad de defenderse y no hay que olvidarse de los que sufren los calabozos y las cárceles por las arbitrariedades de un país sin Ley cuando se trata de disentir con el régimen.

Todo esto va a cambiar más pronto que tarde.



Cuando ocurra lo inevitable tendremos que estar preparados. Tenemos que gestionar bien la transición si queremos disfrutar de un espacio de libertad y progreso. El paso de la tiranía a la democracia es un proceso delicado que precisa de la responsabilidad de todos nosotros. Esto es como una orquesta, tenemos que estar afinados y coordinados. No valen los versos sueltos, ni los personalismos; menos aún, la ley del más fuerte. Nos estamos jugando el futuro de nuestra gente, pequeños y mayores. Tenemos la responsabilidad de luchar por nuestra Nación, por nuestras familias y por nosotros mismos. No podemos dejar que el más violento o el que menos escrúpulos tenga, lidere este cambio irremediable.



Los políticos estamos obligados a hacer posible el entendimiento de todos. Hay que conseguir que el diálogo y la cordura impere en nuestras decisiones. Establecer unas normas de imprescindible cumplimiento y transitar, sin descanso, hasta desembocar en un proceso electoral en el que todos los guineanos elijamos el Gobierno que queremos para nuestro país.



Los funcionarios, fuerzas de seguridad y militares han de velar, objetivamente, por que la ley se cumpla escrupulosamente y sin tomar partido por ninguna opción. Como instituciones estatales han de mantener una correcta neutralidad.



La Comunidad Internacional, así se lo pediremos, tendrá que garantizar, con observadores y otros medios, la limpieza y transparencia de todo el proceso.



Los habitantes del país, de Guinea Ecuatorial, han de elegir en libertad a sus representantes en un ambiente de paz y respeto por todas las ideas.

 


Si somos capaces de llegar a este escenario, habremos ganado el futuro para todos. Si esperamos a que alguien venga a resolvernos el problema, habremos fracasado.

La libertad no es algo que se consiga de manera automática, la tenemos que pelear. No saldrá gratis el progreso, la paz social, la apertura para desarrollar nuestros negocios o aspiraciones profesionales. Tenemos que ser exigentes con el país que queremos para vivir y para eso hemos de gestionar con solvencia y honradez nuestros deseos de libertad y prosperidad.

Está en nuestras manos. No desaprovechemos la ocasión que nos brinda la historia.