domingo, 31 de octubre de 2021

REFLEXIONES DESDE EL INTERIOR DE GUINEA ECUATORIAL


Atendemos el ruego de un guineano de a pie, publicando sus reflexiones: 

LA DESESPERACIÓN DE UN PUEBLO .

El pueblo guineo-ecuatoriano lleva cincuenta y tres años sometido a los dictámenes de dos cruentas dictaduras impuestas y capitaneadas por los Nguema, once años duró la de Macías Nguema, cuarenta y dos años llevamos sufriendo la segunda dictadura impuesta por Obiang después de haber matado a su tío Macías.

Guinea Ecuatorial cuenta ya cincuenta y tres años de independencia y, a lo  largo de todos esos años el pueblo guineo ecuatoriano nunca ha vivido libre ni ha disfrutado del respeto que todo ser humano merece como tal; el guineo-ecuatoriano ha vivido eternamente sometido a las imposiciones de una familia, vivimos bajo las imposiciones de Obiang y de su familia, los cuáles nos han condenado a lo miseria y a la privación del derecho que deben tener todos los ciudadanos a votar a quienes quieren les representen y lleven la gestión de Estado.

En Guinea Ecuatorial el que no es de la familia del dictador Obiang no tiene derecho a opinar o proponer cosas en público para el  interés general y, si lo hace, tiene que enfocarlo de tal manera que parezca idea, propuesta u opinión brotado del mismísimo único hombre, el de las sabías orientaciones.

Si afirmamos que en nuestro país nadie puede trabajar, tener negocio mínimamente serio o llevar cualquiera otra actividad comercial sin el consentimiento de Obiang y su familia; tendríamos claro que sí existen motivo para la desesperación.

Cuando caminamos por los poblados, barrios de la enlutada y empobrecida GUINEA, nos encontramos y cruzamos con gente famélica y cargada de pánico por no poder decir a sus compañeros y vecinos que sienten hambre, por no poder reivindicar sus terrenos a la familia de Obiang Nquema. Una familia, la de Obiang Nguema que, remitiéndonos a los hechos, se ha adueñado de todas las riquezas y bienes de Guinea Ecuatorial. Una familia que incluso a día de hoy quiere que los ciudadanos guineo-ecuatorianos seamos parte de sus propiedades. Por esa razón, cuando no aceptamos ni cumplimos sus imposiciones, nos sumergen en la miseria marginándonos, nos torturan para obligarnos a aceptar sus políticas o nos matan.

Cuando el dictador y los suyos hacen estas cosas no discriminan a nadie, es decir, el maltrato de la dictadura al pueblo guineo no sólo es para los de las etnias minoritarias, el dictador Obiang Nguema y su familia maltratan, discriminan, marginan y matan a todos los que discrepamos con su forma de gobernar.

Por todo lo expuesto arriba, es decir, por no aceptar las sabías orientaciones de Obiang, por no consentir que nos estén robando como lo hacen sin denunciarles y criticarle; por no aceptar que nos dejaran sin derechos, el señor Obiang nos tiene declarados como sus enemigos. El dictador Obiang tiene muy marginados a todos los Guineanos que desean una Guinea Ecuatorial libre y democrática en la que el pueblo tenga voz y voto.

Hemos señalado bien claro las razones por las que muchos guineos están desesperados: 

Los gobiernos que ha tenido nuestro país hasta hoy, en lugar de encargarse de cuidarnos, darnos oportunidades para avanzar y emprender políticas de entendimiento entre los ciudadanos; los dos gobiernos estos, sobre todo el de Obiang se encargaron de maltratar, ignorar, marginar y matar al pueblo que debían y debe conducir a la prosperidad.

Según el filósofo español, Ortega y Gaset: “La vida de la persona no se precia ser tal, si la persona no activa, es decir, si uno no activa, no vive". Aquí nos conviene saber que la desesperación conduce a la inactividad. Y la inactividad cuando es fruto de la desesperación acaba siendo una evasión a la muerte, por lo que nos conviene a los guineo-ecuatorianos evitar toda actitud o comportamiento que pueda conducirnos a la desesperación: debemos olvidar lo de que los Obiang nos marginan y maltratan por ser de donde somos ( Obiang y su régimen no maltratan a nadie por ser de Evinayong, de Acud – Nnam, de Malabo, Luba, Annobón, de Wele Nzas, de Bata Littoral; Obiang no maltrata a nadie por ser de donde procede o es; Obiang y los suyos nos maltratan porque SON MALOS, nos sumergen en la miseria porque no aceptamos convivir con gente que no sabe respetar a los demás y a la cosa pública.

Entre las víctimas de la dictadura de Obiang estamos todos, también en esta larga lista de víctimas hay mucha gente de Mongomo y, no creo que las víctimas de Obiang en Mongomo, por desesperación, puedan algún día salir con una solicitud de independencia simplemente porque el malo contra el cual debemos luchar todos les haya negado sus derechos.

Si los Barrios y poblados marginados de Mongomo (Wele – Nzas) no deben pedir la independencia, los de Centro Sur, Bioko Norte, Bioko Sur, Annobón, Kie – Ntem y Litoral tampoco deben pedir independencia porque si llegásemos a esto por descubrirnos impotentes ante el tirano Obiang, nuestra evasión (huida) acabaría conduciéndonos a la muerte, sencillamente porque el que no puede luchar por la libertad y prosperidad de un Estado, no podrá hacerlo por su casa, familia o barrio

Queridos hermanos; debemos saber que los mejores jugadores son los que juegan por y para el equipo y nunca para ser el más Mirado en el terreno de juego.

El rendirse por el camino, la insensibilidad ante los problemas políticos de nuestro país e incluso la neutralidad y la solicitud de independencia a la hora de tratar el problema de Guinea Ecuatorial no son sino consecuencias y el enorme dolor que sufre el pueblo guineo-ecuatoriano, un resentimiento, dolor y desesperación que no deben determinar nuestras actuaciones, al menos en este tema en el que todos somos víctimas de la dictadura.

Hoy por hoy toca lograr que Obiang abandone el poder, si esto se da nadie volverá a verse en la obligación de pedir independencia por el dolor y los maltratos de los que hoy todos somos víctimas. Sí, creo que nadie volverá a hablar de independencia porque en un estado de derecho y democrático se respetan. En un Estado de derecho cada individuo es centro de atención, es decir, cada ciudadano es un proyecto de estado a llevar a la prosperidad. 

En un estado próspero con ciudadanos prósperos la desesperación desaparece o se vuelve un tema aislado.