lunes, 9 de diciembre de 2019

OBIANG NGUEMA HA ARRUINADO NUESTRO PAÍS Y ESTÁ LLEVANDO A LA MISERIA A SU POBLACION


El Partido del Progreso lleva mucho tiempo advirtiendo a Obiang Nguema, que su política de gasto innecesario, de robo generalizado y abandono de los sectores productivos tradicionales, llevaría a Guinea Ecuatorial a su ruina económica. No dirá que no se lo hemos advertido a tiempo.....


miércoles, 12 de noviembre de 2014

GUINEA ECUATORIAL CAMINA HACIA SU ARMAGEDÓN ECONOMICO

Desde hace tiempo los expertos del Gobierno en el Exilio del Partido del Progreso vienen advirtiendo de que el modelo de desarrollo económico -basado solo en el petróleo- de nuestro país, nos llevaría inexorablemente al desastre económico. Esta bancarrota económica es denominada por los expertos, como síndrome holandés, que se produce cuando un país ha jugado todas sus bazas económicas a un solo producto, en nuestro caso el petróleo. Pero además de esto, Obiang está dilapidando nuestro presupuesto en inútiles obras, pagos a lobbies, compra de políticos o simplemente, en corrupción y robo a las arcas del estado. La crisis económica de Guinea Ecuatorial, no ha hecho mas que empezar -suspensión de pagos a las empresas y a la administración publica, despidos de trabajadores y ralentización de la actividad económica- y los efectos pronto se empezaran a sentir sobre la gran masa de población desfavorecida, que al ver disminuir sus rentas y con el encarecimiento de los productos de primera necesidad -la mayoría importados-,  provocada por  la fuerte demanda de la minoritaria elite económica, se va a ver imposibilitada para cubrir sus necesidades  básicas.

Vamos a ir actualizando diferentes artículos sobre las conclusiones de los trabajos, que  las comisiones de expertos del Gobierno en el Exilio han ido llevando a cabo y que se han ido publicando en este Confidencial.    

Sábado, 11 de agosto de 2012

A DEBATE: PETROLEO Y DESARROLLO


Conclusiones de una mesa redonda organizada por el Gobierno en el Exilio con el título: "petróleo y desarrollo"

Todos los estudios avalan, que las reservas petroleras en Guinea Ecuatorial tienen un plazo de caducidad no muy largo. El FMI, vaticina que estas reservas verán su final hacia el año 2030, y además, a medida que van pasando los años, tanto los beneficios netos por barril, como la cantidad extraída, irán disminuyendo paulatinamente, debido al aumento en los costes de extracción.

De los estudios económicos sobre Guinea  Ecuatorial, incluidos los del propio Gobierno, (Plan Nacional de Desarrollo Económico 2007), se desprende, que las riquezas por la explotación de hidrocarburos, están pasando por delante de la mayoría de la población, sin llegar a "oler" sus resultados. Y si alguien no lo remedia, éstas se habrán agotado, sin llevar el desarrollo y el bienestar al pueblo guineano. De nada habrá valido todo el dinero gastado en grandes eventos o descomunales obras, si no han ido directamente a desarrollar a nuestro pueblo y a mejorar sus condiciones de vida y trabajo.

Si no se actúa de forma rápida, estas riquezas, pueden llevar, paradógicamente, a su población, a una mayor miseria. Este razonamiento, encuentra su explicación en los siguientes datos: el 95 % del volumen total de las exportaciones de este país, representan al petróleo y al gas natural. El porcentaje de la exportación del cacao, la madera y la pesca, han disminuido escandalosamente. Somos, por tanto, dependientes casi de un solo producto. (síndrome holandés). Por otra parte, el auge económico que ha experimentado, una minoría privilegiada de guineanos, ha generado un enorme encarecimiento de los productos de primera necesidad, haciéndose inasequibles a la mayoría de la población. De tal manera que, a medida que el petróleo vaya disminuyendo, y sin haber diversificado la economía, se puede llegar al armagedón económico. Y llegados a este escenario: mejor hubiera sido, no haber tenido petróleo.

En el célebre Plan Nacional de Desarrollo Económico 2007, el propio Gobierno reconoce que: encontrándose Guinea entre los primeros países del mundo (después de Qatar y Kuwait), en relación barril/habitante y entre los de mediana renta per cápita (cercana a los 20.000 $/H), sin embargo, en cuanto a prestaciones de sanidad y educación, se encuentra detrás de Cabo Verde o Senegal.

Todos estos estudios reconocen el problema, pero no han diagnosticado las causas de este desequilibrio económico; que no es más, que una dictadura caótica, voraz y corrupta. Por mucho que lo intenten, no  podrán trabajar para un pueblo en el que no creen; cuando se le desprecia, llamándole holgazán, o simplemente se le excluye del reparto de esa tarta, que ha supuesto las riquezas derivadas del petróleo.  

Ante todo este panorama, ¿qué esperanza tiene el pueblo guineano?: sólo le puede salvar un cambio de régimen; no existe otro camino. Romper la dictadura y permitir el regreso de todos los exiliados, convocar elecciones libres, reconciliar al pueblo, restañando las heridas y trabajar en serio para todos sus habitantes.

Y aquí no vale cualquier política. Esta tiene que ser de acusado carácter social, descentralizada y participativa, contando con la población, para que esta no siga siendo convidada de piedra, y por el contrario, se convierta en centro y motor de todo cambio.

Todo este proceso de reconstrucción, lo tiene que liderar un partido fuerte, nacido del pueblo y empeñado seriamente en devolverle a este la soberanía que le ha sido hurtada. Esta es la aspiración de los hombres y mujeres del Partido del Progreso: que los guineanos podamos elegir libremente a nuestros gobernantes y encarar el futuro  con la convicción de que nadie pueda volver a engañarnos con elecciones amañadas o con falsas promesas.