miércoles, 14 de diciembre de 2011

LAS PALABRAS DEL ARZOBISPO, EXCELENTÍSIMO SEÑOR DON RAFAEL MARÍA NZE ABUY, C.M.F.

                                                         
                                                        
                          
                                            
Por Severo-Matías MOTO NSA, Presidente del Partido (Demócrata 
       Cristiano) del Progreso, y Gobierno en el Exilio de Guinea 
                                        Ecuatorial. 
…Y el Señor, y el Vaticano, (¡Con qué gran acierto y oportunidad!), quisieron que la Iglesia madurara en Guinea Ecuatorial, y sembrara en el alma de nuestro pueblo, como una alfombra verde de esperanza, la presencia de un primer Obispo negro, destinado a la parte más ancha y poblada de “La, todavía, “Guinea Española”, Río Muni, camino de la independencia.
¡Qué triste y pobre el guineano que no estuviera, aquel día!, cuando llegó el, cariñosamente llamado “Padre NZE”, ascendiendo solemnemente la cuesta que conduce a la ancha  explanada que alberga el complejo de la Misión Claretiana de Bata, flanqueado por la Residencia de los Padres Claretianos, la cadena de aulas del Colegio-Misión y la imponente y añosa catedral (colonial) de Bata. Al lado, asomando entre un extraño bosquecillo de cañaveral, asomaba el edificio blanco-rosa de uno de los más imponentes Catequistas que tuvo Guinea Ecuatorial, Don Bonifacio Ondo Edu, convertido en el Presidente del Consejo del Gobierno Autónomo de Guinea Ecuatorial, preludio de la independencia del País.
Esta cercanía geográfica entre el gran complejo eclesial y  la residencia del Presidente del Gobierno Autónomo, parecía presagiar las necesarias buenas relaciones que cabía esperar entre un gran Catequista  hecho Presidente del  país, Don Bonifacio ONDO EDU, y la Iglesia guineana, madurada en la figura del primer Obispo guineo, Dr. Rafael María NZÉ ABUY, C.M.F. (“Cordis Maríae Filius”, Hijo del Corazón de María).
Primer Obispo negro de Guinea Ecuatorial, Teólogo, una lumbrera de la Iglesia, cargada de títulos académicos, políglota y humanista, que Dios y el Vaticano adelantaron a los acontecimientos pre-independentistas, con una evidente misión de allanar, señalizar, y suavizar el camino de las libertades que estaba llamado a andar el pueblo guineano.

LA CARTA PASTORAL: EL CAMINO HACIA LA MODERNIDAD Y EL DESARROLLO

Si no fue la primera, esta que reproducimos en nuestras páginas, fue una de las más brillantes Cartas Pastorales, producidas por la pluma magistral del Dr. Rafael María NZE ABUY., Pastor de la Iglesia Guineo ecuatoriana.
Difícilmente podría encontrarse un documento tan certero y tan adecuado para el momento en que el pueblo guineano se preparaba para la gran aventura de la libertad. El Pastor de un pueblo que en sus ciento cincuenta años de colonización  se había fraguado en la doctrina de la Iglesia y los Evangelios, no ignoraba que la independencia era toda una peligrosa aventura vital, para la que nuestro pueblo no estaba o, simplemente, no había sido preparado. Como tal Buen Pastor, salió el Dr. NZE ABUY  al encuentro, no solo del pueblo guineano; sino especialmente de sus posibles futuros directores; acaso menos preparados, y  escasos conocedores de lo que exactamente significaba la palabra y la realidad de la independencia; algo muchísimo más allá y más profundo que el simple ocupar los bienes, puestos y privilegios de los blancos que se largaban al llegar la Independencia.
NZE ABUY, conocía, como eminente intelectual guineo, lumbrera de la Iglesia y curtido en el mundo germano en el que hizo gran parte de sus estudios, que el pueblo guineano se embarcaba en una aventura asaz difícil. Y de su profunda alma de Pastor nació esa “Carta Pastoral”, tendida a los pies del pueblo y sus futuras autoridades guineanas, como verde alfombra (Doctrina Social de la Iglesia, Humanismo Cristiano) para ayudarle a caminar en la independencia. Miedo tenía el Dr. Rafael María NZE ABUY de cómo iba a nadar Guinea Ecuatorial el camino de la independencia.
¿Hubiera sido tan descabellado, tan aberrante o tan fuera de camino, que un hombre tan culto, tan preparado  y tan cargado de peso intelectual y proyección  internacional, hubiera ocupado un decisivo e influyente lugar, aunque solo  fuera en los inicios del duro camino de la Independencia que comenzaba a andar nuestro inexperto país?

YO SENTÍ DE CERCA EL AURA SEDANTE DE PAZ Y GRANDEZA QUE DESTILABA EL PADRE NZE ABUY.

Tuve la inmensa fortuna de sentirme muy cercano al Excelentísimo y Reverendísimo Doctor, Rafael María NZE ABUY, C.M.F. Yo acababa de llegar a Guinea Ecuatorial, tras siete años de estudios eclesiásticos y humanísticos en Seminarios Claretianos de España. Estaba terminado mis tres años de estudios de Magisterio en la Normal de Bata; Residía entre los alumnos,  en la Misión. Ejercía de Maestro en Prácticas, en el Colegio-Misión de Bata. Era organista y dirigía el Orfeón de la Catedral de Bata. A la vez,  iniciaba mis escarceos periodísticos en el periódico “Poto-Poto”, y  en la R.E.B. (Radio Ecuatorial Bata). Me parecía muy normal que dedicara a la Iglesia, lo que Ella me había ofrecido. Y me parecía una obligación entregar generosamente a mi pueblo, lo que  la Iglesia y los estudios me habían ofrecido.
Sentí en mis carnes, muy de cerca, la sombra protectora del Dr. Rafael María NZE ABUY, cada vez que el zarpazo del poder político del régimen autonómico amenazó con caer sobre mí, a propósito de algún artículo moralizante que escribiera en el “Poto-Poto”, o algún comentario en la R.E.B. El Padre NZE ABUY estuvo siempre cerca y a tiempo.
Cuando decidí volcarme de lleno en el periodismo y superar, en España los escarceos y ensayos de esta carrera, se lo comuniqué al Arzobispo. Al llegar al Colegio Mayor Universitario “Pío XII”, me esperaba la beca que  el Arzobispo guineano había conseguido, para mí, de la “Fundación Cardenal Herrera Oria”
Acabada esta carrera, tuve la fortuna de mantener, vivos, en Guinea Ecuatorial, los contactos con el Arzobispo. Hasta pude estrenar mi profesión periodística con una entrevista en los amplios y  soleados pasillos del Colegio Claret, de San Carlos
EL GRAN “CATEQUISTA” DEL PUEBLO GUINEANO

El Arzobispo, Dr. Rafael María NZE ABUY, se vio, de pronto, sorprendido por mi decisión de fundar el Partido del Progreso, al exiliarme en España en 1.982. En uno de los viajes que acostumbraba a realiza a España, acudí a la Casa de “Buen Suceso”, a comunicarle mi “osadía” política y las razones que me empujaron a ello. A la vez que le comunicaba la decisión de  darle al Partido del Progreso la marca ideológica  demócrata cristiana, en respuesta coherente con mis profundas creencias, convicciones y trayectoria inconfundiblemente cristiano-católica, apostólico-romana y guineana.
Vuelven a fluir en mi memoria, como si lo tuviera presente, al lado, las palabras del sabio Arzobispo, Dr. Rafael María NZE ABUY, C.M.F.:
“Tienes que saber que el pueblo guineano no está formado para la política. No se le ha formado y no entiende lo que significan palabras como libertades, democracia, derechos humanos; elecciones libres, transparencia o alternancia, etc.etc. Es necesaria una catequesis política para que el pueblo entienda a dónde se le lleva… No es bueno servirse de la ignorancia del pueblo para hacer de él lo que quieran los mandatarios. ¡Catequesis política…! ¡Catequesis política…!”
De esta profunda reflexión, de este consejo, libado como las abejas el néctar de las flores, nacieron las AULAS DEMOCRATICAS  del Partido del Progreso, en Guinea Ecuatorial; y en las que la militancia y los simpatizantes del Partido, recibían la “Catequesis política” que el “GRAN CATEQUISTA”, teólogo, mariólogo y lumbrera de la Iglesia guineana, Rafael María NZE ABUY, nos aconsejara.
Sonará a prepotencia; quizás a pretensión; o a caso, a vanagloria; pero puedo declarar que el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial es la herencia, en versión política, del gran humanista Rafael María NZE ABUY, C.M.F. Su espíritu sobrevuela el silencio que hoy pesa sobre el Partido del Progreso; y sé que pervive, en hondos latidos, en los corazones desus afiliados, a la espera de que las puertas de la libertad se abran, de nuevo en Guinea Ecuatorial. Volverán a abrirse, entonces las AULAS DEMOCRÁTICAS del Partido del Progreso.
Nada más oportuno y bienvenido como la aportación que nos hace el joven político Raimundo Ela Nzang, resucitando del olvido intencionado esta Carta Pastoral, que fue, ayer;  y es, hoy, la voz precursora, en el desierto, del futuro país que todos anhelamos. Es el testimonio latente y la denuncia insoslayable de lo que debía haber sido nuestra independencia y no lo ha logrado.