Catedral de Bata
Por Juan Cuevas
Raimundo Elá ha tenido el acierto de rescatar un documento de suma trascendencia, se trata de la carta de RMS Rafael Nze Abuy, Arzobispo de Bata (1968):"Los cristianos ante la Independencia del País"
Tengo que reconocer que me ha dejado impresionado la profundidad intelectual y la acertada visión que exhibe el Arzobispo en este documento, que versa sobre la realidad política nacional y el papel de los diferentes sujetos (gobernantes y gobernados), en la vida pública. El escrito del Arzobispo Nze Abuy se puede catalogar como de auténtica carta magna de la democracia. A pesar de haber transcurrido 43 años desde su publicación, conserva una total vigencia, más aún, sus postulados van por delante de los de muchas sociedades con democracias consolidadas, al consagrar una serie de valores, auténticos fundamentos de la sociedad libre y democrática, de entre los que se pueden destacar: el servicio a los demás, el sentido de participación de los ciudadanos en lo político,la actividad política como servicio público, la honestidad a la hora de administrarlos bienes públicos, el trabajo por el bien común, el espíritu de sacrificio y el servicio de todo gobernante al conjunto de los ciudadanos, sin distinción entre grupo, clan, etnia , tribu, etc.
De todos es sabido que la crisis económica que estamos padeciendo, es consecuencia de una profunda crisis moral y de valores de la sociedad en su conjunto y de los principales actores, tanto políticos, como financieros, en particular. Por este motivo, todo este corolario de principios morales aplicados a la política, tan claramente expresados en la Carta del Arzobispo, constituyen una auténtico revulsivo para llevar a Guinea Ecuatorial a la democracia, a la libertad y a su verdadera independencia, que después de 43 años de dictadores (auténticos guardas coloniales) no ha podido gozar plenamente.
Después de haber conocido este documento, puedo entender mejor la gran acogida del proyecto que ofreció a los guineanos Don Severo Moto a través del Partido del Progreso. Este partido encarna precisamente todos estos principios reseñados, por lo que me atrevo a manifestar que Don Severo es el principal depositario de los aspectos políticos que conllevan la actuación del cristiano en la vida pública, y que tan profusamente desarrolló el Arzobispo. Todo aquel que ha conocido de cerca o ha trabajado, como es mi caso, en este proyecto del Partido del Progreso y del Gobierno en el exilio, advierte que este constituye un auténtico movimiento político, dispuesto a regenerar la vida política de Guinea Ecuatorial, con la particularidad de poner a la persona como centro de toda acción y como motor de todo cambio.
Precisamente esta visión de la política centrada en el hombre, fue la que le proporcionó esa gran predicamento entre el pueblo guineano. Don Severo,que como gran humanista conoce perfectamente cuales son los anhelos, los sufrimientos y las aspiraciones de sus gentes, compartiendo con ellos, su lucha, su gran sufrimiento y su aspiración de ser un día libres. Antes de ponerme a escribir este artículo, hablé con un compañero del Partido del Progreso que acompañó precisamente a nuestro Líder durante el tiempo que permaneció en Guinea, para la puesta en marcha del Partido; le hice la siguiente pregunta: ¿dame un motivo, que tu hayas vivido, sobre por qué Don Severo se ha convertido en el único líder esperado en Guinea?. Y me contó una anécdota, que a primera vista parece nimia, pero que resume la personalidad de nuestro líder: "durante el tiempo que Don Severo permaneció en arresto domiciliario (por orden de Obiang) en la sede del Partido del Progreso en Guinea, llegada la hora de la comida solía preguntarles a los policías de Obiang que le custodiaban, si habían comido; ante su negativa, el les proporcionaba dinero para que fueran a comprar algunos bocadillos. Cuando los jefes se dieron cuenta el motivo por el que todos querían ir a hacer ese servicio y por qué todos le daban en tratamiento de Excelencia, el mismo Obiang intervino personalmente en el asunto, prohibiéndoles que no hablasen con el, ni cogiesen comida."
Hay un aspecto intrínseco en la praxis del Partido del Progreso; es su carácter formativo. Precisamente el Arzobispo Nze fue el que sugirió la puesta en marcha de las Aulas Democráticas, que significaron y aún siguen siendo una de las iniciativas prácticas más avanzadas de la política Guineana, un paso adelante en el proceso de maduración de la ciudadanía, para que puedan ejercer, con libertad y conocimientos, la elección de la clase de gobernantes y gobiernos que quieren para su futuro, así como, la preparación para intervenir en todos los ordenes de la vida pública y en su propia promoción personal.
Hemos tenido la oportunidad de ir conociendo a través de este Confidencial muchos de los proyectos que el Gobierno en el Exilio está trabajando, para poder ponerlos en marcha algún día en Guinea Ecuatorial. Doy fe de que todos están imbuidos de un gran sentido de la responsabilidad y compromiso con el desarrollo auténtico (en todos los sentidos)del pueblo guineano. Y todos los directivos y militantes del Partido del Progreso, encarnan los principios más nobles de la tarea política: El respeto a las diferencias, el sentido del bien común en la acción política, la integridad y el rechazo de la corrupción, el espíritu de servicio y la entrega generosos, el favorecer la participación, amor a la verdad, sentido de la justicia.....
