viernes, 1 de noviembre de 2019

OBIANG NGUEMA PREPARA SU SUCESIÓN DENTRO DEL CLAN DE MONGOMO


Redacción el Confidencial

Nadie sabe exactamente cual será finalmente el paso que dará el dictador en un asunto tan trascendente para los guineanos  como es el de su sucesión.  Obiang es tan dado a despistar que no sabemos si sus palabras se corresponden exactamente con lo que realmente va a llevar a cabo y si entran dentro de su permanente engaño, pero atendiendo a los hechos, podemos vislumbrar como se pueden desarrollar los acontecimientos.
En primer lugar Obiang no ha dado muestras de querer democratizar Guinea Ecuatorial,  tal como el común de los mortales entendemos por democratizar. Por otra parte, está claro que el dictador no está dispuesto a sacar el poder de Mongomo, parece ya costumbre y tradición en las dos dictaduras. Existe además, una relación amor-odio entre el dictador y el clan de Mongomo, tienen tanto que guardarse y esconderse -tantos abusos, tantas muertes-, que parecen condenados a permanecer juntos hasta el final.
 
Todos los movimientos del entorno familiar y de Mongomo en estos últimos años, no parecen en vano. El cambio de la constitución para nombrar Vicepresidente a Teodorín y el hecho de no cubrir la vacante dejada por Milan Tang como Vicepresidente Primero, apuntan a Teodorín como único sucesor a Obiang. Su propio nombramiento como Vicepresidente del PDGE, que según reza en los estatutos del Partido, en caso de muerte o inhabilitación del Presidente será el vicepresidente mas joven de los tres que existen actualmente, el que le sustituya, es otro paso más. 
Convertir a Teodorín en Jefe de las Fuerza Armadas y Jefe  de los Cuerpos de Seguridad del Estado, es darle a su hijo todo el poder. Poder que parece no estar dispuesto a renunciar ni a ceder en un milímetro, y que le vemos ejercer cuando sustituye a su padre durante sus viajes fuera del país. Es obvio que ante un fallecimiento repentino de Obiang, Teodorín asumiría la Presidencia de forma directa e inmediata. 
 
Estamos viendo hasta que punto no se cuenta para nada con nuestros militares, a los que se les va relegando de forma progresiva. A nuestro ejército se les  quita las armas y la munición, entregándoselas a los mercenarios extranjeros. Por otra parte, se está acelerando el proceso de depuración en nuestras fuerzas armadas, con el objetivo de hacerlas  afines al hijo del dictador. Por ejemplo: se han situado en todas las provincias y  distritos del país a jefes militares, todos de Mongomo y afines a Teodorín.
La sustitución del Jefe del Estado Mayor del Ejército, acusado de malversación de caudales públicos, ha sido otra vuelta de tuerca más para eliminar a todos los militares que se muestren díscolos o se opongan a los planes de Obiang. Otro episodio reciente relativo a la depuración que está sufriendo nuestro ejercito, ha sido el anuncio de paso a la reserva de 200 militares, oficiales en su mayoría.
La estructura de poder militar afín a sus intereses, se está agrandando con todo tipo de mercenarios venidos del extranjeros, estructura que se ha reforzado con la llegada, hace poco tiempo,  de personal y material del ejército ruso. 
Está claro que Obiang quiere cuidar de Mongomo incluso cuando haya desaparecido. 
Hace poco hemos sabido que se van a reclutar 2000 nuevos soldados de las academias, militares afines a su clan y títeres en manos de la dictadura. Sabemos además quien va a ser el general encargado de examinar y de elegir a los nuevos soldados: se trata del Director General de Trafico,  Jesús Ngomo Nvono, alias "Jesulín". 
Con todos estos movimientos, Obiang se está preparando para la "guerra", una guerra desigual y con todo el poder, que iniciará contra todo aquel que se muestre contrario a sus planes, bien se encuentre dentro o fuera del país. 
La posible entrada de Rusia en este escenario nos inquieta sobremanera conociendo cual está siendo la actuación de esta potencia en Venezuela. Las relaciones que el régimen de Obiang está fraguando con Rusia, nos hace pensar que Obiang está comprando su seguridad y asegurando la pervivencia de su dictadura, precisamente en su hijo Teodorín. 

Ya sabemos que el dictador no tiene ninguna clase de miramientos con el pueblo guineano, al que como tantas vences hemos manifestado aquí detesta profundamente, así que hará todo lo que esté en sus manos para seguir depredando a nuestro país. 
Por repugnante que nos pueda parecer a nosotros y a la opinión pública internacional la idea  de ver a un individuo -nos ahorramos todos los calificativos- como Teodorín encaramarse en la presidencia de nuestro país, a Obiang no le preocupa en absoluto, ya que tanto él, como todo su clan han estado cometiendo graves tropelías contra nuestro pueblo durante mas de 40 años, sin el mínimo remordimiento de conciencia.
Los opositores exiliados que apostamos por la democratización de Guinea de una forma pacifica y dialogada, creemos que los grandes países democráticos  y especialmente aquellos que tienen intereses en Guinea,    están moralmente obligados a defender la libertad y la democracia de nuestro pueblo y no deberían permitir que el dictador venda Guinea a una potencia que desprecia la libertad y la democracia, con el solo objetivo de seguir depredando nuestros recursos, torturando y matando  a los guineanos.
Si el dictador apela a su derecho para aliarse con una potencia imperialista en perjuicio de nuestro pueblo, nosotros los opositores tenemos mas derecho para solicitar a la comunidad internacional que defienda nuestro pueblo para que no sea exterminado de forma silenciosa por una auténtica banda de malhechores.