En la imagen vemos al neo-nazi Luc Michel, estrechado la mano de su patrón Obiang Nguema
En torno al juicio de París contra
Teodorín, Teodoro Padre ha hecho desfilar a una galería de personajes, a cual
más curioso y esperpéntico, todos con el objetivo concreto de sofocar el
impacto que estaba teniendo la presencia de Severo Moto, como integrante de la
Parte Civil. Unos venían a testificar en el juicio directamente contra Severo
Moto, como Simon Man –cosa insólita
cuando se estaba juzgando a un “simple” ladrón-, otros, llamémosles con
benevolencia, los tontos útiles, como Emily Nchema o Raimundo Elá, que se
habían pasado, con armas y bagaje, al lado del mal, venían “mandados” para
incordiar a los integrantes de la Parte Civil. (CORED, PPGE,UP, APGE y MAIB)
La omnipresencia en todas las jornadas del juicio del propio
Embajador, Miguel Oyono,
responsable directo de todo el despliegue, haciéndose acompañar de un coro de mujeres, entre
las que destacaba BRIGITTE –dedicada a darle patadas en el trasero, desde su
asiento en el palacio de Justicia, a
Severo Moto- y por último, el neonazi,
Luc Michel. ¡Vaya tropa¡.
El neo-nazi Luc, no esperaba que iba a salir adelante el juicio contra su Patrón y que además, iba a ser vapuleado por el amplio y detallado dossier de demostrados robos, también por la contundencia de los declarantes y por toda la prensa internacional, ha descargado su furia contra Severo Moto, como líder más representativo de la oposición exiliada, presente en el juicio de París.
Como el resto de componentes de esta banda, llamémosle amigos de Obiang, el ultraderechista, Luc Michel, ha estado siguiendo durante todo el juicio la consigna de su patrón, Obiang Nguema, de instigar y tachar a Severo Moto como opositor extremista y golpista, olvidando que el único golpista es Obiang Nguema. Obiang ha sido el que ha asesinado cientos de guineanos, antes, durante y después del cruento golpe de estado del 3 de Agosto de 1979. Es además el responsable del monumental robo del presupuesto guineano, llevado a cabo, no solo por Teodorín, sino por él mismo, por toda su larga familia, por los allegaos y por todos aquellos indignos guineanos que sostienen la dictadura.