sábado, 3 de junio de 2017

EL PARTIDO DEL PROGRESO TRABAJA POR EL FUTURO DE GUINEA ECUATORIAL


Exilio en España 3 de Junio de 2017.-Cualquier cambio político y de gobierno de un país, debe llevar aparejado necesariamente una profunda transformación en todas las estructuras y estamentos que afectan a la vida de su población, en lo político, en lo social, en lo educativo, en lo sanitario y en lo económico. No sirve para nada cambiar a los gobernantes, incluso habiendo acabado antes con una dictadura opresora, si no estamos dispuestos a renovar en profundidad todo el conjunto del país. Aquí no valen los mensajes llenos de buenas intenciones, ni los grandes slogan, incluso la buena voluntad de los que acaban de llegar. Es necesario tener muy claro lo que se quiere hacer, creer el ello, tenerlo planificado y saber ponerlo en marcha de una forma decidida y eficaz.

Guinea Ecuatorial necesita un cambio de rumbo, una transformación total en todo el conjunto del país. Este cambio tan radical, que afecta al conjunto de la sociedad, a las relaciones entre las personas, a las condiciones de vida y trabajo, incluso  a la forma de ser y actuar, no lo pueden llevar a cabo solo los políticos, tiene que sumarse a la tarea  toda la población. 

El boom del petróleo no se ha sabido utilizar para garantizar el futuro de los guineanos, como algunos países lo han hecho, aquí se ha utilizado para enriquecer al clan gobernante. Y no solo eso, la dictadura lo ha utilizado para afianzar el dominio sobre la población, comprando voluntades, afianzándose  en la escena internacional, reforzando el aparato represor y para acrecentar mucho mas las diferencia económicas de la clase dominante con el resto del pueblo. En definitiva, el dinero de todos ha servido para comprar la cuerda con la que se disponen  ahorcarnos. 

Los guineanos tenemos que pensar que esos tiempos económicamente favorables, ya los hemos perdido y ademas, no van a volver de la misma forma. Una vez desembarazados de la dictadura y del apartheid a la que esta nos ha llevado, hemos de  retomar nuestro iniciativa y reforzar nuestra capacidad creadora para aprovechar todas aquellas actividades que se han abandonado y que siempre han sido el cimiento de nuestro desarrollo. Volvamos a la agricultura, al medio natural, a la pesca, a las pequeñas iniciativas artesanales e industriales y también a otras actividades  nuevas  que requieren tecnología e innovación. 

En la foto, Juan Cuevas con Damián y Paulino, evalúan los resultados en un cultivo de tomate.

La agricultura, que en Guinea está completamente abandonada y despreciada, es un sector que puede ocupar un gran porcentaje de la población. La producción de alimentos, que actualmente tenemos que importar, abarataría de forma drástica los altos precios que se están pagando por la mayoría de los productos de primera necesidad y que estamos comprando fuera, como: leche, hortalizas, carne, huevos, legumbres y el resto de productos de la agricultura tradicional guineana.

Solo hace falta poner las condiciones para que la gente pueda llevar a cabo sus iniciativas y sus proyectos. Hace falta un plan de ordenación del territorio y la recuperación para la agricultura de las tierras abandonadas, mediante una audaz reforma agraria. Hay que establecer mecanismos financieros para que el empresario pueda poner en marcha sus explotaciones, así como dotarle de instrumentos por los que puedan acceder a las nuevas tecnologías para la mejora de las técnicas de cultivo y la comercialización de sus productos. 
Quizá pensando en un futuro inmediato de libertad, justicia y normalidad en nuestro país, el Partido del Progreso está llevando a cabo junto a un grupo de guineanos, una proyecto piloto sobre cultivos  de hortalizas, susceptibles de ser implantados de forma técnicamante viables en la agricultura de Guinea Ecuatorial. Trabajamos con variedades nuevas de gran producción, mejoramos las técnicas de cultivo, la optimización de los recursos hídricos, la lucha integrada contra las diferentes plagas y enfermedades, etc.

Con esta experiencia tratamos de intensificar la agricultura, haciendo que una pequeña superficie de cultivo de hortalizas o de flores (cultivos de primor) se pueda  obtener la rentabilidad necesaria para vivir dignamente una familia.