domingo, 5 de febrero de 2017

PUBLICADO EN EL MAGAZINE "MEGARICOS"

La increíble vida llena de lujos y excesos del hijo del dictador de Guinea Ecuatorial, un país donde la gente muere de hambre

Dos terceras partes de Guinea Ecuatorial viven en extrema pobreza. Sin embargo, la familia del dictador Teodoro Obiang disfruta de una vida llena de lujos y extravagancias.
El ejemplo más escandaloso es su hijo, Teodoro Nguema Obiang Mangue, mejor conocido como Teodorín. El hijo del caudillo es acusado de robar las riquezas de su empobrecido país para costear su vida digna de la realeza. Por designación de su padre, Teodorín ha ocupado cargos ministeriales y es el actual Primer Vicepresidente de Guinea Ecuatorial.

Teodorín no tiene reparos en exhibir en sus redes sociales su estilo de vida desenfrenado y ultra lujoso, mientras que sus compatriotas mueren de hambre. En las fotos y vídeos que sube en sus sitios sociales se le ve conduciendo superdeportivos, increíbles motocicletas, esquiando, practicando buceo, posando junto a hermosos leones y de fiesta con mujeres semidesnudas mientras bebe el mejor champán.
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También adora tomarse fotos con joyas de diamantes, y mientras viaja en su jet y helicóptero privado. El hijo del sanguinario dictador también es aficionado a los vehículos híbridos que cuestan cientos de miles dólares, los submarinos personales y, por supuesto, a las mansiones más extravagantes. Su vida está compuesta por escenas grotescas de derroche desmedido.

En contraparte, la mayor parte de los ciudadanos de la nación africana deben conformarse con un dólar al día para sobrevivir. Desde sus miserables vidas son testigos de cómo la familia presidencial hace uso indiscriminado de las enormes riquezas petroleras y gasíferas de la nación.

Extrema opulencia

En los últimos tres años, en la cuenta de Instagram de Teodorín lo vemos disfrutar de exclusivas vacaciones y asistiendo a torneos deportivos, festivales de cerveza y carnavales en Tahití, Hawái, Capri, Portofino, San Bartolomé, Trinidad y Tobago, Hong Kong, Aruba, Dubái, Brasil, Las Bahamas, Alemania y Cuba.
Hay muchos selfies y fotos que le toman sus subordinados. Siempre viste trajes elegantes, gafas de marca, relojes Patek Philippe, y siempre luce muy cómodo a bordo de jets privados con interiores súper opulentos de acabados dorados.
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Le gusta subir vídeos cuando conduce sus coches increíbles y extravagantes. Tiene un auto escandaloso que parece ser un Batimóvil y al parecer es aficionado de las motocicletas futuristas Tron, valoradas en $44.000 (€40.700). Tiene dos de ellas.

Los comentarios que leemos en sus fotos son variados. Algunos lo adulan con palabras que buscan ganar su simpatía. Pero en otros comentarios se puede sentir la furia de un pueblo que vive en la pobreza extrema. Naciones Unidas calcula que en Guinea Ecuatorial el 20% de los niños muere antes de los cinco años y la mitad de la población no tiene acceso al agua. “Estás gastando el dinero en cosas tontas y no puedo ni comprar un pan”, comentó un ecuatoguineano.
En las redes sociales de Teodorín también se puede echar un vistazo a la vida de la dinastía Obiang, mostrando la opulencia del Palacio Presidencial que ocupa la mitad de la Bahía de Malabo, donde se realizan opulentas celebraciones de Navidad y Año Nuevo.
Según The Richest, Teodorín Obiang tiene una enorme fortuna estimada de $600 millones (€555 millones). Por su parte, el patrimonio de su padre se cree que supera los $1.000 millones.

El dictador Obiang

El presidente Obiang llegó al poder de la antigua colonia española en 1979 al derrocar a su tío. Desde entonces ha ganado todas las elecciones con un dudoso 90% de respaldo.
Sus opositores aseguran que se dedica al canibalismo y grupos de derechos humanos reclaman que el régimen suprime la disidencia con arrestos arbitrarios, torturas y ejecuciones extrajudiciales.
Tanto el mandatario como su hijo Teodorín son acusados en varios países por corrupción y malversación de fondos. A comienzos de este año un tribunal de París inició un juicio contra Teodorín por lavado de dinero. Oficialmente, por su cargo como vicepresidente, Teodorín no gana más de $100.000 (€92.600) al año. Sin embargo, testigos aseguran que con frecuencia se aloja en palacios parisinos y de haber comprado una mansión muy cerca de los Campos Elíseos. La propiedad tendría grifos de oro, una discoteca y un salón de peluquería.
También se dice que compró hasta 15 coches por un total de $6 millones (€5.5 millones) y obras de arte valoradas en $24 millones (€22.2 millones).
En París le fueron confiscados varios superdeportivos, incluyendo un Rolls-Royce, un Ferrari, un Porsche, un Maserati y un Maybach, en una colección con un valor estimado de $4 millones (€3.7 millones).
Obiang también se enfrenta a una sanción en Suiza, donde el año pasado las autoridades le confiscaron 11 coches de lujo incluyendo un Bugatti, cuatro Ferraris, un Porsche, un Lamborghini y un Aston Martin que estaban estacionados en el aeropuerto de Ginebra.

En el 2014 llegó a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos para entregar algunos de sus activos valorados en $70 millones (€65 millones), incluyendo una mansión en California y un Ferrari, aunque se le permitió preservar su jet privado y un guante con cristales que usó Michael Jackson durante una gira.
Uno de los encargados de acusar al hijo del dictador de Guinea Ecuatorial es William Bourdon, un defensor de la organización Transparencia Internacional, quien también trabajó en la investigación del caudillo chileno Augusto Pinochet.
El equipo legal de Mr. Bourdon puede mostrar las imágenes de las redes sociales de Teodorín en el juicio, como pruebas de que usa el dinero de la nación para costear su vida de lujo extremo.
“Al ver estas imágenes es imposible no darse cuenta de que opera con absoluto desdén por el interés público, que ya está profundamente comprometido en Guinea Ecuatorial”, comentó Bourdon al Daily Mail.
Lamentablemente, en África es común que la familia de los dictadores disfruten de vidas increíblemente lujosas mientras el pueblo muere de hambre. También podríamos citar el caso de Isabel Dos Santos, la hija del presidente de Angola. Dos Santos es considerada la mujer más rica de África.