-ANALISIS-
A través de videos, tomados de la sala de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, se ha podido seguir las dos sesiones iniciales (lunes y martes…) de la audiencia pública que ha celebrado este alto tribunal, para dirimir el contencioso planteado por Teodorín Nguema Obiang Mangue, contra la Justicia de Francia.
Absolutamente analfabeto a temas judiciales y “prima facie” (como tanto repetía la defensa francesa) me ha parecido todo tan sencillo como rápido.
La primera jornada le tocaba a la parte defensora de Teodorín Nguema Obiang Nguema. Abierta por el Embajador de Obiang Nguema en la Unión Europea, Carmelo Nvono Nká, y reforzada por los abogados africanos que defendían al Teodorín, pude constatar:
1.- Efectivamente se trataba de una pelea, patas arriba, de los guineanos por dar la sensación de que se trataba de una pelea entre Francia y el pueblo de Guinea Ecuatorial. Que Francia estaba causando un gran perjuicio al pueblo de Guinea Ecuatorial, llevando al VICEPRESIDENTE de Guinea Ecuatorial a los tribunales. Era todo un “llanto, a grito pelado” (lágrimas de cocodrilo, incluidas), ante los 17 miembros del Alto Tribunal de La Haya y su mesa presidencial. Ningún argumento consistente ni convincente que explicara con detalle y casos concretos, que Francia estaba causando un gran estropicio al pueblo guineano llevando a su Vicepresidente a los tribunales. El único motivo de la defensa, era que se trata de un Vicepresidente y el respeto al derecho internacional. Solo una petición clara: Que el Tribunal de La Haya suspendiera los juicios que pesan sobre el Vicepresidente en los Tribunales de Francia.
2.- La intervención de la parte francesa dejó muy claro, desde el primer representante del Gobierno Francés, pasando por los abogados defensores de Francia que el espectáculo montado por el Gobierno de Guinea Ecuatorial, no afectaba, en absoluto a las relaciones entre ambos países (que, por otra parte, y por fuerza diplomática, se consideraban “excelentes”); sino que se trataba de la Justicia Francesa y Teodoro Nguema Obiang Mangue. (Nunca se habrá oído citar ese nombre tantas veces como lo hizo la defensa francesa) en la clara intención de centrar las cosas en su justo punto y medida;
b).- No se trataba de juzgar a un Vicepresidente de una República. Se trataba de juzgar a Teodoro Nguema Obiang Mangue por delitos de “Bienes Mal Adquiridos” y otros delitos de blanqueo de dinero y desfalco de la riqueza de Guinea Ecuatorial, cometidos no en virtud de su cargo de Vicepresidente; sino como persona física
c).- La inmunidad a la que tanto apela Teodoro Nguema Obiang Mangue, en tanto que Vicepresidente, fue pulverizada por los defensores de la Justicia, al señalar que solo reconocían inmunidad a los Presidentes (Jefes de Estado), los Primeros Ministros (Jefes de Gobierno) y los Ministros de Asuntos Exteriores. (Si tenemos en cuenta que Obiang Nguema es Jefe de Estado y de Gobierno, hay que llegar a la conclusión de que en la Guinea Ecuatorial de Obiang Nguema solo dos personas, con reconocida inmunidad internacional, Obiang Nguema Mbasogo, que acapara en su persona los títulos de Jefe de Estado y de Gobierno, y Agapito Mba Mokuy, Ministro de Asuntos Exteriores.
d).- El asunto del gigantesco edificio del número 42 de la calle Foch de París, y otros objetos incautados por la Justicia francesa (Propiedad privada de Teodorin; “Fingida Embajada de Obiang Nguema en Francia”; discoteca de lujo; museo de valiosos objetos; almacén y lugar de lucimiento de modelos de zapatos, de trajes y vestidos; en fin, una gigantesca madriguera, que los Obiang Nguema pretenden blanquear y hacer objeto de respeto diplomático, inviolabilidad y fruto del “esfuerzo de trabajo y sudor de Teodoro Nguema Obiang Mangue.
Un espectacular despliegue de pruebas, documentos escritos, cartas y multitud de pruebas exhibidas públicamente en una pantalla dentro de la Sala del Tribunal, por la parte de la Justicia francesa, para probar que Teodorín y los suyos (incluso sus abogados) se mueven en una débil y pueril espiral de mentiras y falsedades, auto inculpatorias, que pretenden cubrir, echando mano de sus cargos y su poder en Guinea Ecuatorial.
Quizás hubiera que haber comenzado este análisis trayendo la gran conclusión con la que un curtido Abogado de la parte francesa probaba, punto por punto que la denuncia y petición de Teodorin Nguema Obiang Mangue no era competencia del Alto Tribunal Internacional.
Realmente, la parte de Teodorín Nguema Obiang Mangue, su padre y toda la gran parafernalia de abogados bien súper pagados, no tenía ni tiene por objetivo probar la inocencia del Vicepresidente; sino evitar, paralizar y suspender los juicios que pesan sobre el hijo de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, Teodoro Nguema Obiang Mangue.
Por cierto, el juicio abierto en el Tribunal Correccional de París contra el pretendido heredero de la dictadura de Obiang Nguema, se celebrará el próximo día 24 de octubre.