sábado, 10 de septiembre de 2016

LA TRANSICIÓN HACIA LA DEMOCRACIA EN GUINEA ECUATORIAL, TRAS LA DICTADURA DE OBIANG NGUEMA



Por Armengol Engonga, Vicepresidente del Gobierno en el Exilio
y del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial 

Inmediatamente después de la caída del régimen terrorista y corrupto de Teodoro Obiang Nguema, y casi al minuto siguiente, se debe iniciar una transición política hacia la democracia en nuestro país,  Guinea Ecuatorial. Esta tendrá como único objetivo, cumplir con el anhelo, el deseo y la demanda generalizada de todos los guineanos, de vivir en democracia. Democracia que ha venido siendo permanentemente hurtada por las dictaduras desde nuestra independencia, hace ya mas de 47 años.

Desde la aparición del Gobierno de Guinea Ecuatorial en el Exilio ( 29 de Agosto del 2003) en el escenario político guineano, venimos defendiendo, de forma insistente, un nuevo modelo de sociedad para nuestro pueblo. Sabemos cómo hay que preparar el andamiaje para la normalización política, social y económica de Guinea Ecuatorial. Y estamos convencidos que este régimen, después de arrasar con todo, como una invasión de termitas, desaparecerá, convirtiéndose sólo en un triste recuerdo para los guineanos.

La transición política hacia la democracia en nuestro país, debe ser corta, en un espacio de tiempo que oscilará, desde un mínimo de seis meses, hasta un máximo de un año. Durante este periodo, habrá que establecer entre otras cosas, una ley de Partidos que recoja los derechos y obligaciones, las funciones, el modelo de financiación, etc., de los partidos políticos, que operarán en el territorio de Guinea Ecuatorial. Se elaborará, además, un Censo Electoral,  validado por Naciones Unidas y aceptado por la comunidad internacional. Por otra parte, se establecerá  un Gobierno de Transición plural y ampliamente representado. En él deben quedar integradas la mayor parte de las fuerzas políticas de nuestro país y algunas de las personalidades guineanas de relieve. La primera misión de este Gobierno será asegurar la transición a la democracia de nuestro país, mediante la puesta en marcha de las Elecciones Presidenciales, exigiendo la monitorización de las mismas, por parte de la comunidad internacional.

El Partido del Progreso, siempre ha defendido que el periodo de transición debe ser corto. Primero, porque el pueblo guineano quiere expresar cuanto antes su opinión y ejercer su derecho al voto, en unos comicios generales para elegir a sus representantes y segundo, porque un Gobierno de Transición no está plenamente legitimado por el pueblo, y por tanto, debe ser lo más breve posible. Además, en los 48 años de independencia de nuestro país, los guineanos solo hemos conocido engaños, manipulaciones y atracos electorales a manos de los dictadores Macías Nguema y su sobrino Teodoro Obiang Nguema. 

Existe un hecho determinante que avala la necesidad de una transición breve, y es que el pueblo guineano debe confiar cuanto antes en su nueva clase dirigente, a los que examinará con lupa. De la misma forma, dicha clase dirigente futura, así como, los Partidos políticos, deben  ofrecer a nuestro pueblo compromisos claros y determinantes de democratización y dar a conocer sus programas y las alternativas para la integración, la reconciliación y la  mejora de las condiciones, sociales, políticas  y económicas.

El régimen de Obiang, evidentemente, nos va a dejar Guinea Ecuatorial como un erial. Existirán desajustes sociales, culturales, económicos y políticos muy graves. No habrá, por tanto, instituciones que funcionen realmente al sevicio del pueblo guineano, porque todo se ha organizado para el interés de la familia  Obaing y de sus allegados. Esta situación exigirá a los políticos una nueva actitud de respeto para con nuestro pueblo, desechando esa mentira, que interesadamente han propalado algunos, afirmando que nuestro pueblo no está preparado para la democracia.  

Los pueblos se preparan para la democracia con el ejercicio, como a andar se aprende andando o conducir,  conduciendo. Por tanto, quién piense que hay que dedicar largo tiempo en preparar al pueblo para la democracia, está defendiendo un camino equivocado, que puede conducir a una situación parecida a la que estamos viviendo. Cuando se deposita la confianza en los ciudadanos (y no súbditos), el recorrido termina en una meta: la autentica democracia de un hombre, un voto. La libertad individual es la auténtica conquista de los hombres en el sistema plural y democrático. Las leyes que reconocen los derechos de los individuos, tanto en su letra, como en su espíritu, hacen que se alcancen sociedades mas justas,mas solidarias y mas desarrolladas.

Tanto en el Gobierno en el Exilio, como el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial, ambos presididos por Severo Moto, apostamos claramente por un corto periodo de transición, como hemos manifestado antes, no superior a un año. Este periodo será más que suficiente para que nuestro pueblo abandone los hábitos de la dictadura, para participar en las elecciones, Presidenciales y Legislativas, y abrir una nueva página en su historia, escrita esta vez, con letras de oro.