martes, 17 de mayo de 2016

PARA LAS COLONIAS EUROPEAS DE AFRICA


DE S.M.N

Hay que leer y releer, luego doblar y guardar en el bolsillo trasero del pantalón, el artículo del periodista español, Bru ROVIRA, “HASTA QUE DIOS DIGA VEN…” que hemos tenido el sumo gusto de retomar del periódico "El País" y reproducido en nuestras páginas.
El periodista BRU ROVIRA hace real y certifica una afirmación que venimos trasladando al conocimiento de nuestros lectores: "La colonización nunca termina". 
Y parecería que esta afirmación comienza a tener explicación a partir de las independencias africanas, donde cabría pensar que, a partir de las independencias, los colonos y potencias colonizadoras (aplicándose el eufemismo de "ex") se centran en sus INTERESES ECONÓMICOS técnica y meticulosamente elaborados, adquiridos y poseídos. Como si alguna vez, antes, durante y después de la colonización los intereses económicos y geoestratégicos no fueran la única razón y explicación del esfuerzo de los colonos por abandonar, antes, sus entornos geográficos naturales y salir, después al "encuentro" de otros entornos.

LA MENTIRA, LA FALSEDAD Y EL DISIMULO: INTERESES ECONOMICOS VERSUS DEMOCRACIA. 

La mentira, la falsedad y el disimulo son elementos a la vez perniciosos y desestabilizadores de las relaciones humanas y, sobre todo peligrosos porque siempre se defienden con la violencia.
La violencia, en la colonia, es fundamental al inicio de la colonización; porque los autóctonos son, por naturaleza ariscos, opuestos y molestos a la presencia sorpresiva de los colonos. Estos solucionan esta resistencia y oposición con la fuerza bruta (Escopetas, fusiles, maltratos, torturas) para aniquilar (exterminar, si pueden) a los opositores nativos. Esta primera reacción al rechazo del nativo, nunca tiene un propósito de "cultivar" (la otra versión de "colonizar") al nativo.
Con el tiempo (sea por vergüenza, por órdenes de la metrópoli, sea por otros motivos poderosos) el enfrentamiento físico directo y destructor (caza) al nativo rebelde y opuesto, se delega al propio nativo el típico "GUARDIA COLONIAL" (mucho más conocedor de su propio "hermano",  mil veces más cruel que el colono extranjero. Por dos motivos: Si es muy duro y matón, recibe el buen premio debido... Si no lo es; no solo pierde el puesto y el premio; sino que el castigo es doble)
La faceta cultural, de civilización y de formación o preparación de los nativos, llevada a cabo por sacerdotes y monjas, misioneros básicamente, y alguna otra Institución benéfica... fue siempre un duro campo de batalla enfrentado al colono puro y duro que se negaba a cal y canto a que los nativos sirvieran para más que para cargar paquetes, trasladar, llevar y traer mensajes, barrer, limpiar, cocinar, limpiar zapatos, limpiar letrinas, llenar bidones de agua, cuidar a la señora del "MA SA"= My Sir, en inglés; "Mi señor", en español...
Esta pelea entre el mundo de la cultura y la civilización, y el mundo colonial embrutecedor del nativo, acompaña y marca todo el largo y difícil periodo de colonización, hasta que estalla en África la fiebre de las independencias, en los comienzos de los años '60. La "Guinea Española" casi agota la década, al margen de dicha fiebre; de tal manera que por, no se sabe, qué extraña razón de prudencia, de coacción o de prohibición, la independencia de Guinea Ecuatorial no se hace efectiva hasta en 1968, al final de la década.
¿Y qué significa la independencia en el caso de Guinea Ecuatorial?
Estamos muy convencidos de que todo lo que empieza mal; acaba, necesariamente, mal
Si la independencia es sinónimo de abandono de la esclavitud y entrada en la libertad; si independencia es sinónimo de salto de la esclavitud de la incultura a la libertad del conocimiento,  la cultura y la civilización; si independencia es sinónimo de salto de la dictadura colonial a la democracia... Si miramos a Guinea Ecuatorial, 48 años después de haber entrado en la independencia, veremos:
1.- La colonización de ese rincón africano no tenía por objetivo inicial "cultivar" al hombre, al nativo de la Guinea Española; sino utilizarlo como mero instrumento de trabajo bruto y duro, al servicio del colono. Todo lo que, a partir de esa concepción, fue enseñar, educar, formar, cultivar, preparar, abrir paso al futuro, fue un eterno objeto de conflictos entre los misioneros, educadores y civilizadores, frente a los colonos puros y duros. Saltamos de la esclavitud a la dictadura. TODO EMPEZÓ MAL...
2.-  Al saltar de la esclavitud de la colonización a la esclavitud de la dictadura, los valores culturales, de civilización, profesionales e intelectuales fueron despreciados, desechados, aniquilados y sepultados. Triunfo del colono puro y duro... El látigo, la escopeta, el fusil, el tanque, las bombas y cócteles molotov, el veneno..., así como en la colonia pasaron de las manos del colono extranjero,  a las manos de GUARDIA COLONIAL; con la independencia pasaron a las manos del PRESIDENTE; siempre para machacar, domeñar parar y aniquilar a sus propios hermanos. TODO EMPEZÓ Y SIGUE IGUAL DE MAL...
3.- La independencia, lejos de ser un proceso abierto, franco y seguro hacia la libertad, llevó 11 años, dedicados al ejercicio de liquidar y hacer desaparecer los valores humanos y profesionales sobre los que hubiera debido asentarse la libertad y desarrollo del país; 37 años, después la independencia  girando como una peonza en torno a un monótono, repulsivo y aberrante ENSAYO DEMOCRÁTICO, irresoluto y sin horizonte. Todo porque, desde  siempre la colonización pura y dura, o sea, "LOS INTERESES ECONOMICOS" de los colonos, en Guinea Ecuatorial, sigue triunfando sobre todo atisbo de libertad, desarrollo y democracia del país. TODO EMPEZÓ Y CONTINÚA IGUAL DE MAL... 
Es imposible que  no acabe mal.

CONCILIAR LOS INTERESES ECONOMICOS CON LOS HUMANOS Y LAS LIBERTADES. 
Asegura el periodista español, Bru Rovira que "Perpetuados en el poder, los autócratas de África, (entre ellos, Obiang Nguema Mbasogo...) han aprendido de los occidentales que detrás de las palabras sobre democracia, existe otra historia..."
Hay occidentales, y occidentales... Los occidentales de los que aprendió el dictador y autócrata de África, Obiang Nguema son muy especiales y muy raros. Muy difícil entender el juego que se llevan entre ellos. La desbordante permisividad con que se tratan entre ellos, no tiene parangón con otras relaciones entre occidente y África.
Lo que, dicho por otra persona, podría constituir una denuncia pública y flagrante de corrupción, dicho por Obiang Nguema, parece un suave bálsamo de alabanza y y veneración bajando por las largas barbas de Occidente: "España no me puede decir nada; porque les pago yo" 
¿No es, esto, una denuncia pública de corrupción? Compartida, sí; pero corrupción. Si esto lo soltara alguien de la oposición a Obiang Nguema Mbasogo...a lo mejor el opositor aparecería en CROACIA… 
¿Qué, o cuánto paga Obiang Nguema a España, que hace a esta potencia occidental, insensible, impoluta y ajena a tan dura denuncia pública, una y otra vez repetida?
¡¡¡Corrómpeme y protege mis INTERESES ECONOMICOS!!!
Sí, por debajo o detrás de las hermosas palabras de democracia, independencia... laten, vivos, irreconciliables, intocables, los INTERESES ECONOMICOS.
La gran pregunta: ¿Tan difícil, imposible, desaconsejable es, para los occidentales, CONCILIAR sus INTERERSES ECONOMICOS con los intereses humanos, de libertad, democracia y desarrollo de los pueblos colonizados por ellos?
Los técnicos, expertos y estrategas estadounidenses que aconsejaron al Gobierno americano a enfocar sus luces hacia el petróleo y los recursos minerales de Guinea Ecuatorial (Golfo de Guinea), como gran alternativa al Golfo Pérsico, tenían dos líneas irrenunciables como objetivos a conseguir:
1.- Explotar el petróleo de Guinea Ecuatorial; es decir, mover y volcar su trabajo en obtener y acumular sus INTERESES ECONOMICOS en la zona (Intereses geoestratégicos, añadidos)
2.-. Favorecer el desarrollo de la República de Guinea Ecuatorial, tanto en la promoción de sus libertades democráticas como en su desarrollo económico.
No es de extrañar, por eso, el empeño, interés y preocupación que mostró y dedicó el Embajador americano John Ernst Bennett, por el intento (tristemente frustrado) de abrir un proceso de democratización de Guinea Ecuatorial, a principios de los '90. Empeño e interés pifiados, ya no solo por el dictador Obiang Nguema Mbasogo, que llegó hasta a expulsar, por ello, al Embajador americano; sino también obstruido por el Occidente Europeo con aquella conjura y freno a la oposición: "Contentaros con ir conquistando pequeños espacios de poder..." (En 24 años, una eterna silla en el Congreso, y otra en el Senado de Obiang Nguema)
¿Cabe CONCILIAR (como lo pretenden los americanos) los INTERESES ECONOMICOS foráneos con los INTERESES HUMANOS en Guinea Ecuatorial?
Lean, lean el artículo de BRU ROVIRA, publicado en esta misma página. ("Hasta que dios diga ven") Verán dónde se hunde, pudre, languidece y está estancado nuestro país.