Por Armengol Engonga Ondo, Vicepresidente del Partido del Progreso y Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial
La Crisis de los Refugiados, que ha impactado con gran fuerza en todos los medios de comunicación del mundo entero, convirtiéndose en la primera noticia, es en este momento el asunto mas importante y preocupante que tienen en la mesa todos los gobiernos de Europa.
La llegada de los refugiados por oleadas masivas, procedentes del Continente Africano y de Oriente Medio, ha roto todas las previsiones y ha desbordado la capacidad de acogida de muchos países ribereños al Mediterraneo o cercanos al conflicto bélico de Siria. Esta nueva crisis de refugiados se cobra miles de víctimas, -van ya mas de 26.000 muertes- por tierra (AUSTRIA) y sobre todo, por mar (Libia). En estos momentos miles de personas continúan huyendo de la guerra o de las hambrunas hacia el territorio Schengen, en la mayor crisis migratoria que se conoce desde la Segunda Guerra Mundial.
No cabe duda, que aunque tarde, se está produciendo una respuesta de solidaridad frente a este desastre entre los países de la Europa Comunitaria y sobre todo entre la gente, cuyas conciencias han sido espoleadas por unas impactantes escenas de muertos en las playas mediterráneas o en los camiones por las carreteras de Hungría y Austria. Pero en nuestra opinión, como políticos y exiliados guineanos en Europa, creemos que la CEE y el resto de países desarrollados del mundo deberían aplicar un tipo de política preventiva, que actúe allí en el foco del conflicto, concretamente en los países donde se está generando el problema de la emigración, bien debido a cruentas guerras, o por injustas dictaduras.
Ha quedado demostrado que mientras no se aborde en profundidad el origen del problema de la emigración, difícilmente se pueda erradicar esta lacra. Un problema, que no ha hecho mas que empezar. Sostenemos, por tanto, que el principio de la solución a la tragedia de los refugiados, se encuentra en erradicar, en su origen, las causas de la emigración. Y las causas son siempre debidas a problemas de desigualdad económica, a falta de libertad y por causa de una guerra. En todos los casos siempre esta detrás un régimen injusto, corrupto, violento y de exclusión: una dictadura.
Erradicar el problema consiste en forzar a los dictadores a que abandonen el poder. En la no colaboración de cualquier estado que se llame democratico, con ningún tipo de dictadura y apoyar a los pueblos en su lucha por su libertad y su democracia. Y por supuesto, la ayuda al desarrollo, en lo económico, en lo social y en lo político, por parte de los países ricos y democráticos, hacia los países pobres y faltos de libertad.
España le toca atender una cuota de 17.000 refugiados en los próximos dos años. Pero esta cifra se multiplicará exponencialmente en el futuro, salvo que los países de la UE en su conjunto, apoyen las democracias, las libertades y el desarrollo equilibrado de África, lo que la oposición exiliada guineana viene reivindicando desde hace mucho tiempo. En el caso de Guinea Ecuatorial, la mejor contribución de España y de la UE, es ayudarnos a retornar en libertad -para participar libremente en la vida política de nuestro país- a aquellos exiliados que lo deseen.
El Gobierno en el Exilio del Partido del Progreso con su presidente Severo Moto a la cabeza, espera que el Gobierno español y la Union Europea atiendan nuestras reivindicaciones y sean sensibles ante la monumental tragedia por la que está pasando Guinea Ecuatorial, que como en todas las demás situaciones causantes de estas grandes migraciones, existe detrás una injusta y criminal dictadura, que hay que intentar que desaparezca, y no que se autoperpetue, bien en la mujer del dictador, o en alguno de los hijos de Teodoro Obiang Nguema