El dia 3 de agosto de 1979 se inició en Bata el golpe de Estado para acabar con la dictadura de Francisco Masie me Nguema. Planeado para el día 5 de agosto, hubo que adelantarlo para que no fracasara. Al parecer el oficial de la policía Bikó iba de camino a Zang Ayong, el pueblo del dictador Masie, para advertirle lo que se había tramado. El golpe de Estado no solo se inició en Bata, sino que se desarrolló integramente en la región continental. Teodoro-Obiang permaneció en todo ese tiempo, hasta la captura de Masie, en Malabo.
Los errores de muchos y la astucia y engaño de Obiang Nguema hicieron que él capitalizara el golpe y se autonombrara presidente del Consejo Militar Supremo, un órgano colegiado que nunca llegó a existir y en donde, muchos pensaban estaban represantados los militares y civiles que participaron en el golpe. Y donde se debía decidir la marcha de las cosas. No fue así. El Consejo Militar no era Consejo ni era nada, no tenia estatutos, nunca se constituyó, nunca se reunió y por tanto nunca gobernó.
Mi padre, Fortunato-Zang Okenve Mituy, hijo de Moyong Mokoro (Yemendjim) y de Okenve Mituy (Nzomo), que sí habia participado en el golpe como responsable de la guarnición de Mikomeseng una vez que tomó el mando (habia sido confinado por Masie con la presión Obiang Nguema y de Bonifacio Nguema Esono), habia llegado a Malabo esperando acudir a la primera reunión del Consejo Militar Supremo. Y ahí estuvo semanas y semanas esperando, mientras Obiang daba órdenes a todo el mundo como presidente de facto del Pais, sin la anuencia o el consensus de sus compañeros que habían estado en la miniguerra contra Francisco Masie, los verdaderos artífices del cambio.
Desde entonces, hace ya 36 años, Teodoro, el que nunca tuvo méritos para nada, el que nunca arriesgó nada (su mujer se encontraba en Libreville en compañía de Mba Oñana por si acaso las cosas salian mal), gobierna con mano durisima el país, que ha convertido en propiedad particular.
En las mismas fechas del golpe, el enviado de Suárez, el jefe de Gobierno español, se encontraba en Duala siguiendo los acontecimientos, con un avión listo para llevar a Obiang Nguema a España si las cosas se torcían. Siempre cubriendo las espaldas mientras sus compañeros estaban en pleno combate en el continente.
Usando el engañoo, el asesinato, la carcel, la tortura y el secuestro, Obiang Nguema ha estado gobernando Guinea sin abrigar ningun deseo de ponerse al servicio de los intereses del pueblo, sino de sí mismo.
La lista de irregularidades, muertes, torturas, riquezas públicas y y bienes privados expoliados, aberraciones, violaciones de la ley procesal, civil y penal, es larga como de aqui a la luna. Todo obra de Obiang Nguema, que sigue jactándose de meter a gente en la cárcel o de fusilarlos. Es un tipo sin conciencia, sin valores morales y sin empatia.
Hablar sobre su dictadura destructiva nos llevaría semanas y meses. A él nada le dice nada. Son tantos los muertos que para él, provocarlos debe ser como ir al baño.
¿Qué ganamos hablando de las barbaridades que comete este hombre?. Solo el registrar la larga lista de hechos crueles y denunciarlos a la comunidad internacional. Porque Obiang no va a cambiar, no conoce otra cosa que hacer sufrir a la gente.
A estas alturas está claro que Obiang morirá en el poder o será juzgado. No desea morir pero eso le tocará algún dia, tambien le tiene que tocar después de haber provocado las muertes de tantos y tantos.
Su plan por ahora es aplazar el fatidico momento gastando lo que sea para ello, recurriendo a técnicas médicas heterodoxas, que a juzgar por su estado de salud, le rinden eficacia, por ahora ¿a qué precio?
En cuanto a ser juzgado, usará todo el dinero nuestro para que eso no ocurra. Pero nunca podemos saber el futuro. Obiang seguirá matando para que nadie le lleve a los tribunales, de eso no hay duda.
La otra opción es que él provoque un cambio donde pueda salir airoso, dando una salida hacia una TRANSICION A LA DEMOCRACIA. Eso sería si el dictador tuviera conciencia y amor a su gente, a sus hijos sobre todo y si tuviera inteligencia. Pero un personaje con su personalidad inquietante, no hace cálculos favorables a su familia para el futuro, salvo asegurar que ésta, usando sus mismos medios de la dictadura cruel, continúen con ella cuando él ya no esté. Nunca el dictador ha cambiado su curso, siempre ha matado las veces que fuera, pero nunca ha cambiado un ápice para usar la inteligencia en lugar de la violencia o la fuerza. Hasta ahora siempre le ha funcionado la fuerza como solución. No sabe usar otra cosa, ni quiere.
Por supuesto tal actitud resulta muy nociva para el País. Pero a él no le preocupa el Pais. Las guerras e inestabilidades que pueda haber cuando él ya no esté le importan tanto como la lluvia en Marte, nada.
Los políticos, aparte de denunciar y de concienciar a las personas, con mayor o menor fortuna, tenemos, ocasionalmente que hacer declaraciones sobre nuestros principios o lo que consideramos el deber ser.
El año 2016 es una buena oportunidad para que Guinea conozca al fin la paz, la libertad y la democracia. Para que eso suceda, si el gozne de la puerta que cierra un pasado traumático y abre un futuro esperanzador es la eleccion presidencial, que se haga en condiciones predemocráticas y SIN LA PRESENCIA DE OBIANG NI DE NINGUN HIJO SUYO como candidatos en esos eventos. Esta es la vía para un cambio no traumático en Guinea.
Como siempre ha usado la violencia y el engaño, es posible que Obiang esté pensando en utilizarlos una vez más, porque posiblemente nadie le parará los pies cuando mande encarcelar y torturar e incluso matar, para poder salirse con la suya. Está bien: mentirá, engañará, encarcelará, torturará y matará, pero que sepa que el margen que tiene para seguir con sus métodos violentos e ilícitos es cada vez más estrecho.
Lo mejor es que nos deje en libertad. Con todo el dinero y las riquezas nuestras que ya tiene en su poder, que se vaya a descansar a su pueblo o, mejor, fuera de Guinea, porque la JUSTICIA es una señora con los ojos vendados que no muere ni descansa.