viernes, 12 de diciembre de 2014

PAPA FRANCISCO: "NO COMPRÉIS PRODUCTOS HECHOS POR ESCLAVOS MODERNOS "


El discurso de Año nuevo del Papa Francisco va a traer cola. El próximo 1 de enero, el Pontífice va a pronunciar unas duras palabras en contra del consumismo y de los hábitos de compra de muchos ciudadanos occidentales. 

Francisco pedirá a los consumidores que, a pesar de la crisis financiera, no compren "los artículos que pueden haber sido producidos por la explotación de los demás” se puede leer en la que va a ser su alocución, publicada desde el miércoles en la página web del Vaticano.
Justo el día en el que en muchos países empiezan uno de los periodos de máximo consumismo, las rebajas de enero, el líder de la Iglesia Católica denunciará “el flagelo de la esclavitud contemporánea”, un problema que engloba desde “los esclavos en las fábricas, la prostitución infantil o el fenómeno de los niños soldado”. 

Para él, estos fenómenos tienen un mismo origen: “la corrupción de quienes están dispuestos a hacer cualquier cosa para enriquecerse. Esto sucede cuando al centro de un sistema económico está el dios dinero y no el hombre, la persona humana”. 

Francisco también señala que la esclavitud muchas veces es favorecida por diversas instituciones, que él denomina ‘intermediarios’: “la esclavitud y la trata de personas humanas requieren una complicidad que con mucha frecuencia pasa a través de la corrupción de los intermediarios, de algunos miembros de las fuerzas del orden o de otros agentes estatales, o de diferentes instituciones, civiles y militares”. 

Según el índice de esclavitud mundial realizado por la organización Walk Free, en la actualidad existen 36 millones de seres humanos que viven en condiciones de esclavitud, ya sea atrapados en fábricas, prostituidos en las calles o utilizados como soldados o sometidos por los cárteles de la droga. Esta cifra ha aumentado en casi 7 millones en tan solo un año, ya que según el índice del año pasado la cifra de esclavos era de 29 millones. 

La solución a la esclavitud
Para el Papa, cada uno puede aportar su granito de arena para acabar con esta lacra. Empezando por los gobiernos: “Se necesitan leyes justas, centradas en la persona humana, que defiendan sus derechos fundamentales y los restablezcan cuando son pisoteados, rehabilitando a la víctima y garantizando su integridad, así como mecanismos de seguridad eficaces para controlar la aplicación correcta de estas normas, que no dejen espacio a la corrupción y la impunidad”. 

Pero también considera que las empresas también son clave para solucionar el problema: “Las empresas en efecto, tienen el deber de garantizar a sus empleados condiciones de trabajo dignas y salarios adecuados”. 

Y por último, señala directamente a todos los consumidores, para que reflexionemos “cuando tenemos que elegir productos que con probabilidad podrían haber sido realizados mediante la explotación de otras personas.”