domingo, 15 de junio de 2014

UN CAMINO HACIA LA DEMOCRACIA


Secretaría de Formación del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial.

La feroz dictadura que padecemos en GE ha llevado consigo una  tragedia humanitaria sin precedentes, provocando el exilio masivo de miles de hombres y mujeres de diferente condición y adscripción política. Entre los exiliados se pueden contar: dirigentes y militantes de partidos políticos, activistas sin adscripción o simples ciudadanos de a pie. Todos hemos tenido que huir; unos en calluco, otros a través de la selva, en barco o en avión, todos con lo puesto y con la incertidumbre propia  de un exilio desconocido. Cada uno teníamos nuestros motivos:  unos porque estábamos en el punto de mira del dictador para ser sacrificados, en otros casos porque ya no podían soportar la presión del régimen, en forma de coacciones y amenazas o por la absoluta falta de libertad y la  conculcación  de todos sus derechos como ciudadanos libres.


Al retomar el exilio, la mayoría hemos seguido manteniendo una actitud de clara beligerancia contra el régimen dictatorial de Obiang Nguema, conscientes de que la única solución para recuperar los derechos y libertades que nos han sido conculcados, era la derrota absoluta  de la dictadura y la expulsión del dictador y de todo su clan. Tarea esta, según hemos podido comprobar, bastante difícil y que a algunos les ha llevado mas de media vida.

Por suerte los guineanos tenemos sobrados ejemplos de opositores que han sabido darlo todo -incluso su propia vida- en esta larga cruzada en favor de la libertad de nuestro pueblo y en contra de la dictadura de Obaing Nguema. Severo Moto, Presidente del Partido del Progreso es el más  vivo ejemplo de lucha abnegada y firme contra este dictador. Y por su firme decisión de pelear  contra la dictadura, como otros grandes hombres en la historia de Guinea Ecuatorial, ha tenido que pagar un gran tributo personal y familiar. El ha optado por abandonar importantes trabajos que le hubieran llevado la tranquilidad económica y familiar, para seguir en la oposición como Presidencia del Partido del Progreso, contando con muy pocos medios económicos y expuesto siempre a las dentelladas de un vengativo y asesino dictador, dispuesto a comprar la voluntad de muchas personas, de su alrededor, algunos  políticos de gran relevancia, dedicados con gran ahínco a  acabar con él, o al menos, hacerle la vida lo más difícil posible. Además,  ha tenido que soportar los enredos, conspiraciones y traiciones de otros  opositores, incluso de algunos que han militado en el mismo partido, que no han podido resistir y han tomado el camino más fácil: la ambigüedad calculada para recibir dinero del dictador, o  simplemente, su entrega a Obiang, con el objetivo de pasar "plácidamente" sus  últimos días.

Por muchas conspiraciones que Obiang ha intentado promover dentro del Partido del Progreso, - y lo ha intentado muchas veces- nunca ha sido capaz de dividirlo. Nadie lo ha conseguido hasta ahora, aunque algún medio guineano, de esos que se mueven por las redes -y que en realidad no sabemos quién lo está financiando- se invente bicefalias que no aparecen por ninguna parte. Pero, en fin, esta es la triste paradoja que vive la oposición guineana: nuestros amigos, muchas vences se convierten en nuestros mayores enemigos.

Ni al  Partido del Progreso, ni a su Presidente no le cunden la impaciencia, no queremos tomar el atajo fácil, ni pretendemos cerrar en falso. La democracia es posible en Guinea Ecuatorial, y esa vendrá cuando acabemos con la dictadura - con todo vestigio de dictadura-, un escenario sin Obiang, sin que este pueda "dictar  sus normas", sin mercenarios y matones a su servicio, con un ejército replegado en sus cuarteles y dispuesto a defender la legalidad, la democracia y los derechos de los ciudadanos.

No podemos caer en la tentación, como han hecho otros, de dejar al dictador que marque su calendario y hasta su propia hoja de ruta. La dictadura jamás podrá  evolucionar hacia la democracia, porque lo perderían todo. Somos los partidos opositores -si es posible apoyados por la comunidad internacional- y ulteriormente la presión de los ciudadanos, los que tenemos que llevar al dictador a la negociación. Tampoco iremos "de la mano del dictador" en su convocatoria de una mesa de partidos, como ya pretendieron algunos, con  la denominada Conferencia de Madrid.

Es muy importante no perder de vista la hoja de ruta que desde hace mucho tiempo el Partido del Progreso ha trazado  y que en unión con CORED queremos poner en marcha, y que se resume en los siguientes puntos: 1- Mesa de negociación con el dictador, estando presentes todas las fuerzas políticas opositoras para propiciar una salida negociada, que evite el derramamiento de sangres entre la población. 2- Abandono de la dictadura, con la salida del dictador hacia el exilio y el desmantelamiento de toda la estructura de poder de esta. 3- Amnistía general para todos los presos políticos y de conciencia. 4- Retorno en libertad de todos los exiliados que deseen volver a Guinea Ecuatorial. 5- Legalización de todos los partidos políticos y asociaciones. 5- Establecimiento de una fuerza de interposición de Naciones Unidas que garantice la seguridad de los guineanos. 6- Apertura de un proceso constituyente, que culmine con unas elecciones generales libres y transparentes.

En Guinea Ecuatorial hay que desterrar ese oscuro africanismo, lleno de mitos, miedos y brujería, que nos ha impuesto la dictadura, como forma de dominio y anulación de nuestra libertad. Por el contrario, aspiramos a un futuro democrático, con instituciones equiparables a los países occidentales con democracias consolidadas. Un estado moderno, con una fuerte acción social sobre los ciudadanos, con buenas escuelas públicas y universidades prestigiosas. Un país con modernas infraestructuras, con políticas serias de sanidad y vivienda. Un sistema económico de economía social de mercado, con garantías jurídicas para las inversiones propias y extranjeras, en el que la iniciativa privada garantice la libertad y sea el verdadero motor de nuestra economía.