martes, 4 de marzo de 2014

El último aniversario en el exilio.





Severo Moto guarda en sus años de vida experiencias que otros jamás sentirán. Es un hombre con formación, educado y de maneras exquisitas. Siempre amable y con una sonrisa a pesar de la dureza del camino, de la incomprensión bárbara y del ataque desmedido; aún así, ahí está, de pie y mirando a los ojos de la bestia.




Este fin de semana tuve el honor de participar en la celebración del 31 aniversario de la fundación del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial que nacía como una alternativa al pueblo guineano, hoy prisionero de Teodoro Obiang Nguema y su banda de matones analfabetos.



Moto es el presidente de esta formación y por lo que parece, seguirá siéndolo por mucho tiempo.

Su biografía está por escribirse pues, como él dice, “moriré tranquilo si siento que mi vida ha servido para abrir un futuro mejor a las generaciones venideras”.    



Severo Moto es un hombre culto que se expresa en varios idiomas; periodista y maestro, tuvo que exiliarse al chocar frontalmente contra la incompetencia irresponsable que gobernaba su país. Desde entonces, desde hace más de 30 años, trabaja para que la democracia recale en Guinea Ecuatorial. Su vida ha sido una largo caminar que lo ha llevado a viajar mucho y ha participar en encuentros de alto nivel. Su bagaje intelectual lo sitúa en disposición de abordar problemas complejos y eso lo saben sus colaboradores que no en vano, están ahí gracias al proyecto diseñado por él.



A Moto hay muchas cosas que le gustan y otras, como a todos, que le provocan sonrojo y tristeza. Hablando, me comenta que lo que realmente le gustaría es poder viajar a su país, “me encantaría hacerlo sin miedo, con garantías y ¿sabes por qué? Y yo, niego con la cabeza. Él continúa y me explica, como si estuviera ejerciendo el maestro que lleva dentro, “Si yo bajo del avión y si puedo abrir la puerta de mi casa sin que alguien me acuchille por la espalda entonces …. y hace una pausa antes de seguir, ...entonces, querido amigo, significará que todos estos hombres y mujeres que ves aquí podrán hacer lo mismo”. “Yo, lo que quiero, es que TODOS tengamos sitio en la sociedad. Yo, lo que quiero, es que el que tenga algo que ofrecer lo pueda hacer y así, entre TODOS, construir un país donde educar a nuestros hijos, realizar la vida con plenitud y contar con un entorno amable y digno …. ¿ves? No pido mucho”



Amalio Buaki

Este doctor en medicina y compañero de Moto, es un hombre comprometido con la salud y muy querido donde ha trabajado. Lo digo, a veces lo comenta el propio presidente, cómo es posible que personas de tanta valía estén ejerciendo en el extranjero. Buaki es médico en España que es una sociedad muy exigente, imagínense en Guinea Ecuatorial. Pues nada, este doctor es, junto a otros intelectuales y cualificados técnicos, un disidente más que hace grupo con los militantes del Partido del Progreso.




El acto congregó a más de 150 personas. El partido del Progreso es realmente familiar y nunca falta un hogar que acoge al que viene de lejos. La solidaridad es marca de la casa y gracias a eso la asistencia nunca falla.




Armengol Engonga.

Este ingeniero agrónomo es la mano derecha del presidente y quién definió la líneas ideológicas en las que se inspira el proyecto de gobierno del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial. De corte social cristiano y basados en postulados de la democracia cristiana internacional, El Partido del Progreso cree en una sociedad libre, democrática, social y de mercado que garantice la igualdad de oportunidades y regule la vida de los ciudadanos con el Estado de Derecho.



El vicepresidente, Armengol Engonga,  también se esforzó en ser didáctico, práctico y directo. Así, explicó que el proyecto del Partido del Progreso de nada sirve sin democracia y sin respeto a la ley y al Estado de Derecho. Volvió a insistir en la hoja de ruta diseñada por Severo Moto y de la que no se van a apartar y las volvió a recordar:

1.- Libertad inmediata de los presos políticos. Con represión no hay posibilidad de avance y todo se aboca a la solución violenta.

2.- Retorno en libertad de los exiliados políticos. Más de la mitad de la población vive fuera de la República de Guinea Ecuatorial. Hombres y mujeres que han tenido y que luchan diariamente, en sociedades que le son ajenas y extranjeras. Se necesita de la aportación de TODOS para salvar Guinea Ecuatorial. Los de dentro y los de fuera.

3.- Proceso que desemboque en unas elecciones generales y es ahí donde Armengol Engonga se ha congratulado de formar parte del Gobierno en el exilio y del Partido del Progreso. A lo que aspiramos, dijo el vicepresidente, es a una democracia. Queremos que los ciudadanos libres decidan que tipo de gobernantes quieren en su país. Yo, no tengo ninguna duda, afirmó categóricamente y siguió con su exposición: “el Partido del Progreso es una formación política basada en el respeto, la solidaridad y la Justicia. Guinea Ecuatorial no pertenece a una familia o a una banda; nuestro país es un asunto que nos atañe a todos. El Partido del Progreso cuenta con los proyectos, los técnicos y el conocimiento para llevarlos a cabo. Solo necesitamos el aval de la sociedad para ponernos a trabajar pero antes de eso, antes de nada, hay que acabar con la tiranía de Teodoro Obiang Nguema”.






El acto de aniversario.

El Presidente Moto cerró el acto con unas palabras de esperanza y de orgullo al ver a tan nutrido grupo de amigos. Moto hizo un discurso muy emotivo, con recuerdos, anécdotas e historias que bien merecen un libro que las inmortalice.







31 años son muchos años … y entre los asistentes compañeros de viaje que habían resistido contra viento y marea. Las mujeres, compañeras infatigables y que pelean en igualdad, ocuparon momentos con sus exposiciones y discursos.



Alguno pensará que la celebración del 31 aniversario del Partido del Progreso sería una reunión de veteranos y nada más lejos. Moto se fijó en la chiquillería que aguantó con una educación asombrosa y percibió esa continuidad en los más jóvenes. El Partido del Progreso es sumamente familiar y eso lo distingue del resto de formaciones políticas convencionales.




Las primeras filas, así es el protocolo, se cedió a los invitados más ilustres y allí se sentaron algunos invitados como Fernando Maura, del partido Unión Progreso y Democracia de España y otros representantes notables.



La organización.

Habrá que darles un diez y lo puedo argumentar. Eligieron bien el sitio al que fue fácil llegar, aparcar y de accesibilidad total. Hay gente que va en silla de ruedas, con la visión reducida o simplemente con muletas y la organización pensó en todos y eso hay que valorarlo. El salón era amplio y el sonido más que aceptable, que hay que agradecerlo también. La sillas cómodas y con espacio para estirar las piernas y el ambiente era muy agradable. Había mesitas con agua y sitio para moverse, si querías ir al baño, sin molestar a nadie.



Cuando terminaron de hablar los oradores y Severo Moto dio por finalizado el acto quiso despedirlo con una copa de vino español que para eso estábamos en Madrid y algunos, como es mi caso, agradecio el ágape que fue muy generoso, variado y de muy buena calidad.



Alberto, le pregunto al responsable de organización ¿cómo hacéis para que os salga esto tan bonito con la precariedad de medios que tenéis? … jjjj me sonríe y me dice que cuando lo averigüe me lo cuenta y que, la verdad, no sabe cómo lo hace. La Divina Providencia, quizá”. Poco después voy atando cabos.











Con la crisis hay mucha gente en el paro, desempleada y pasándolo mal pero aún así, con mucho esfuerzo, la asistencia a estos actos no se ve resentida. Es como un curso especial de supervivencia. Uno se encarga de buscar el salón y el aperitivo. Otros van recaudando de los que pueden aportar y así, un poco de aquí, otro de allá y mucho compañerismo, se logra que las cosas vayan saliendo.


Ojalá y este sea el último aniversario en el exilio.


Algunas fotografías del acto en la que vemos a responsables de otras formaciones políticas, amigos y simpatizantes. Una jornada para el recuerdo.