domingo, 29 de diciembre de 2013

UN RETO DEMASIADO DIFICIL PARA EL HUMILLADO PUEBLO GUINEO.

                             

Por Severo Matías Moto Nsa, Presidente del Partido del Progreso y Gobierno en el Exilio de Guineas Ecuatorial.

“El pueblo de Guinea Ecuatorial (un poco más de medio millón de habitantes…) debe levantarse contra la dictadura; si quiere recibir el apoyo internacional…”
La Navidad y los últimos días del año 2013 han vuelto a poner en escena ese reto y desafío  que pesan sobre el pueblo de Guinea Ecuatorial, desde que accediera a la independencia, de la mano de un dictador, Macías Nguema -odiado por la metrópoli- (primer gran castigo infligido a Guinea Ecuatorial, por querer la independencia).
El abandono a su suerte, ha sido siempre la marca del pueblo de Guinea Ecuatorial, por haber cometido el error de aceptar ser independiente. No queremos ser reiterativos, recordando sobre qué bases y condiciones fue llevado el pueblo guineano a la independencia. Pero no por recordar, o no recordarlo, deja de ser un eterno símbolo de lo que ha resultado y es, su triste y desesperante realidad. El país quedó abandonado a su suerte. Un abandono tan aviesamente preparado y tan malintencionadamente calculado y controlado, que, de no ser así, muy difícilmente Guinea Ecuatorial hubiera llegado al despreciado estado en que se encuentra hoy.

¿DÓNDE EMPIEZA Y TERMINA LA CULPA DEL PUEBLO GUINEO?

No fue, ni será nunca culpa del pueblo guineano haberse sumado a la ola de independencias que recorría el Continente africano durante la década de los 60. No fue ni será nunca culpa del pueblo guineano, haber sido sometido a los errores de quienes tenían en sus manos la obligación histórica y responsabilidad jurídica de diseñar la independencia de la ex colonia. Difícilmente cabe imaginar que el pueblo guineano estuviera a la altura de discernir de qué manos llegaba su independencia; ¿De un país democrático?, ¿De una dictadura militar?, ¿De una Monarquía…? Se le vendió la “burra” de la “independencia”, que a su vez iba marcada con el abandono por parte de la “metrópoli”, como efectivamente ha sido, y es.
Cuarenta y cinco años de dictadura en Guinea Ecuatorial, no es una casualidad, ni una desgracia sobrevenida al pueblo guineano. Es -y así hay que aceptarlo- un simple y fácil calco del modelo de país que le dio la independencia. ¿Cómo del diseño de una dictadura militar europea, iba a salir una democracia, en el corazón de la selva africana? “Natura non fácit saltus” -dice el refrán latino. “Quod natura non dat,  Salmántica non prestat”-asegura otro. Y como estos, muchos otros refranes parecidos. Y el más acertado es ese, muy español, que dice: “Nadie da lo que no tiene” ¿A que dieron a Guinea Ecuatorial, lo que no tenían en España en   1968? Y uno se pregunta: ¿Qué se espera, para que, una vez que España ya ha repudiado la dictadura militar en la metrópoli, se aplique la democracia- por simple dignidad y coherencia- en Guinea Ecuatorial?  Cuánto dignifica a España el que un gran lobby español se empeñe en “estabilizar una putrefacta dictaduras en su (¿”ex”?) colonia africana de Guinea Ecuatorial?
Hay que andar mucho y hurgar hasta la saciedad por los rincones más limpios de la historia para encontrar razones suficientes para hacer del pueblo de Guinea Ecuatorial, el culpable central de su tragedia y desastre, como pueblo, país, Estado y régimen, al entrar en la independencia.
Un país en dictadura militar (España) solo pudo dar a luz una colonia-“independientemente dictatorial”-digo yo. Y Guinea Ecuatorial, ha cumplido, a la perfección, durante 45 años, todos los requisitos de este axioma. (Aunque Macías Nguema era civil, autonombrado “General Mayor”, sí; pero civil) no fue de casualidad que a su lado, durante los primeros 11 años del ejercicio de su dictadura, tuviera a un taimado, incisivo militar sin escrúpulos, factótum y ejecutor de los cuarenta y cinco años de terror estatal que sufre Guinea Ecuatorial. Teodoro Obiang Nguema Mbasogo no es una casualidad. No es solo una casual obra de la naturaleza y que casualmente le ha caído al pueblo de Guinea Ecuatorial. Es la clave y resumen perfecto del calco que se hizo de la dictadura española, y de la que nos vino la “independencia” a los guineanos. No es nada extraño que,  a los 38 años de haber desaparecido la dictadura militar en España, los guineanos le pidamos a la antigua metrópoli que nos ayude a liberarnos de la dictadura militar que nos fue impuesta hace ya cuarenta y cinco años y que se resume en la figura militar de Obiang Nguema Mbasogo.
Este recorrido analítico de nuestra situación, nunca debería ser mirado como nacido de un corazón anti-español, anti-europeo o anti-occidental. Nace este análisis de la profunda convicción de que no es más fuerte y más importante Guinea Ecuatorial, cuanto más enfadado esté con la metrópoli. Tampoco lo es la metrópoli cuanto más desafíe y “abandone a su suerte y hundido en su miseria” a Guinea Ecuatorial. No es más culpable el que mucho conozca –incluso en profundidad-lo que pasa entre Guinea Ecuatorial y España, que el que no solo lo conoce, sino que se cuida de que nada cambie y todo siga igual, en detrimento de nuestro país.

TIENEN RAZON LOS JÓVENES GUINEOS

Si es cierto que los pueblos deben conocer su historia para no repetirla, sobre todo si está hecha de desgracias y “abandonos” como la de Guinea Ecuatorial, comprendo profundamente las quejas de esa juventud guinea, guineoecuatoriana, guineana (que no se siente “equató”), cuando reclaman insistentemente que los “mayores” les cuenten la historia de Guinea Ecuatorial y las razones por las que ese rincón africano ha acabado siendo un basurero humano donde recala lo peor que pare cada rincón del mundo; y un pozo sin fondo de corrupción, donde la democracia y las libertades fundamentales, la transparencia, las elecciones libres, limpias, justas y democráticas y tantas otras realidades normales en otros mundos humanos, no funcionan para nada. Es más, no son reclamados por quienes hacen de Guinea Ecuatorial un rincón cómodo de robo, extorsión, venta y compra de voluntades; corrupción institucionalizada; y fácil reducto y cómo escondite del tráfico de droga, tráfico de personas; terrorismo internacional; donde secuestrar a exiliados, encarcelarlos, torturarlos, asesinarlos y cebarse sobre sus vísceras. (¿¿¿¡¡¡QUÉ SERA, A ESTAS HORAS, DE CIPRIANO NGUEMA MBA, recientemente secuestrado -dicen que entre Obiang Nguema y el Gobierno nigeriano-!!!???

UN OMNIPOTENTE LOBBY
 
Se habla de un omnipotente LOBBY de un país europeo que sustenta, anima y refuerza la dictadura de Obiang Nguema, haciéndola eterna, para mayor tragedia del pueblo guineo. La juventud guinea tiene pleno derecho a conocer ese omnipotente LOBBY y sobre todo conocer a qué se dedica… Un tan poderoso lobby, sería para cualquier gobierno guineo digno de tal nombre una forma de abrirse paso al mundo, al desarrollo y a la promoción internacional. ¿Y qué Gobierno guineano, mínimamente serio, no querría contar con un poderoso LOBBY, español, por ejemplo, para abrirse paso al  mundo y que le sirviera de cómoda conexión con la “globalidad”.
Algo, sin embargo, me dice que el omnipotente LOBBY, solo nació para proteger, asegurar y “estabilizar” la dictadura de Obiang Nguema, como garantía de los intereses económicos personales que con un dictador militar, como Obiang Nguema, se pueden alcanzar en Guinea Ecuatorial. Ese lobby es plenamente consciente de que lo más cómodo de hacer es reforzar, animar, educar en dictadura a un militar. ¡Nadie enseña lo que no sabe! Si la naturaleza no da saltos, como dicen los latinos, no se puede esperar que expertos en una dictadura largamente sufrida, enseñen y den lecciones de democracia.

MENOS CINISMO, Y MÁS COHERENCIA CON LAS DECLARACIONES INSTITUCIONALES

En los finales de la primavera de 1994, el Parlamento Europeo, emitió un informe, seguido de una declaración sobre Guinea Ecuatorial, invitando al pueblo guineo: “Debe deshacerse, cuanto antes, de la dictadura que le tiene inutilizado…”.  Los que andábamos, en aquellos momentos, empeñados en encontrar una fórmula pacífica y de consenso para una salida institucional al pérfido régimen dictatorial que protagoniza Obiang Nguema, creímos que, por lo menos, Europa y su gran Parlamento democrático, había descubierto lo mortal y lacerante que era la dictadura de Obiang Nguema, para Guinea Ecuatorial.
Escasos meses después, en los comienzos del verano de ese mismo año, 1994, el Departamento de Estado Norteamericano, sentenciaba: “El pueblo de Guinea Ecuatorial ya no puede, por sí mismo, deshacerse de la dictadura que le tiene atrapado”.
Estados Unidos y Europa, saben desde 1994, en que hicieron estas declaraciones institucionales, que las mismas fueron fruto del análisis de los 26 años de dictadura militar y asesina que habían pasado sobre Guinea Ecuatorial. Y parecían anunciar, con esas declaraciones institucionales, que si no se ponía coto a la situación, todo iría y degeneraría a peor, como efectivamente ha sido, 19 años después.
Tiene, desgraciadamente, muy poca coherencia las declaraciones institucionales de entonces, tanto de la Unión Europea como del Departamento de Estado con esa reciente declaración en  la que -según aseguran- el nuevo Secretario de Estado americano exige a los guineanos que inicien acciones de rechazo, desprecio y  desafío al régimen de Obiang Nguema, para merecer el rechazo, desprecio, repulsa y expulsión de los Estados Unidos a la dictadura militar de Guinea Ecuatorial, con la que el pueblo de Guinea Ecuatorial, lleva 45 años, impotente y abatido.
Y, encima alguien querrá que expliquemos qué ha pasado para que el pueblo guineano estemos atrapados en la impotencia y la práctica y controlada inutilidad. Y eso no es lo peor. Es que, en cuanto sepan que conoces las razones y las puedes explicar, se te declara la pena de persecución, atentados, aislamiento, ostracismo y relegación; o incluso… condena a muerte.
El máximo nivel de cinismo lo encontramos cuando se sabe que nosotros, ese pueblo humillado y abatido militarmente por Obiang Nguema y sus lobbies, venimos planteando dos alternativas muy claras; ninguna de ellas lejos de la participación de la comunidad internacional: 
A.- Una salida institucional negociada con el régimen y sus apoyos, que asegure un proceso de transición pacífica garantizando tanto la seguridad de los actores y protagonistas del régimen de muerte que protagoniza y ejerce Obiang Nguema, como la seguridad de quienes hemos demostrado, fehacientemente, que ni podemos ni mucho menos queremos que nuestro pueblo pase por el terrible trance de una confrontación civil bélica donde los de Obiang Nguema, armados por Occidente, el Este, y el “sursum corda”, se suelten tranquilamente sobre la población (inerme, impotente y desangelada) guineana.
B.- La otra salida, tan proclamada y lanzada, en tono de desafío a las narices del pueblo guineano por el propio golpista militar, Obiang Nguema: “El que quiera, que dé un golpe de estado como  lo hice yo”) es la  de forzar el abandono, por la fuerza, del poder dictatorial de Obiang Nguema y desmantelas toda su estructura de terror y corrupción, con la clara condición de abrir, sin treguas, una puerta franca a la normalidad social, política y democrática, económica
Y aquí estamos, metidos todos en una falsa melé, donde el cinismo y la incoherencia de los grandes proclamadores públicos (de boca) de salidas pacíficas e institucionales, se matan por cerrar filas en el entorno del consagrado y acendrado golpista Obiang Nguema, para “afianzar y estabilizar” su dictadura militar y los que creemos que hay que desmantelar a los “hombres fuertes y promover Instituciones fuertes, en África” (Plan del gran Presidente  afro-americano, Barack Obama) ¿Qué otra potencia europea o… de donde, sea se atreve a reforzar eficazmente este reto de Obama al Continente africano? Será muy bien venido…

EL “APARTHEID” NO HA MUERTO AÚN, EN ÁFRICA.

Algo está- desde hace muchísimo tiempo- muy claro: Guinea Ecuatorial, como muchos otros países africanos- está sometida a un sistema de APARTHEID protagonizado, en este caso, por un negro llamado Teodoro Obiang Nguema Mbasogo. (Está claro que para ser un buen  “boer” o “africaner”, no hace falta ser blanco. Un negro como Obiang Nguema puede ser un perfecto “boer” o “africanes” para machacar a los negros. También está muy claro que para que el APARTHEID esté dotado de suficiente sentido y fuerza, tiene que dotarse de apliques y refuerzos no africanos: Verdaderos “Boers” y verdaderos “Africaners” extranjeros de diferente color, duchos conocedores del sistema de desprecio a la raza negra…
“Nihil novum sub sole” (Nada nuevo bajo el sol) dicen los sabios latinos
Y aquí pierde sentido el reto  y desafío que tanto desde fuera como desde la propia dictadura militar, le plantean al pueblo guineano, para que protagonice la violencia, por sus propios medios expeditivos y de fuerza, como lo saben hacer, incluso países de acendrada tradición democrática, que precisamente apoyan y refuerzan el poder militar y terrorista de Obiang Nguema. Le piden y exigen al capitiminuido pueblo de Guinea Ecuatorial que salga a la calle, mientras, por otra parte, soviéticos, ucranianos, chinos, surafricanos, brasileños y demás occidentales y orientales le blindan a Obiang Nguema y a su régimen, con armamento de represión para tener reducido al ya reducido y machacado pueblo guineano.
 
UN PUEBLO ATRAPADO EN SU DESGRACIA, SU IMPOTENCIA, Y EL PODER COERCITIVO  MILITAR

Por favor seamos, nada más que, normales.
No le exijáis a un pueblo de escasos 500.000 habitantes (¡Más de la mitad, exiliados!); abandonado a su suerte por aceptar la  independencia; castigado por su potencia colonial con un sistema dictatorial “para su escarmiento”; sometido, durante más de 45 años de independencia, a un sistemático trato de detenciones arbitrarias, encarcelamientos y condenas sin previo juicio; tortura y asesinato impío a todo disidente; que sabe que, al estar abandonado a su suerte por la antigua potencia colonial, solo puede ahogar sus gritos y lágrimas en su propia tragedia; sin oídos exteriores. Hoy, especialmente, acorralado por todos los rincones con tanques, instrumentos y efectivos militares de guerra y de muerte (dicen que tienen órdenes de matar sin esperar a consulta o permiso de nadie)
El pueblo guineano está atrapado, impotente, humillado y abatido  bajo la bota militar de una dictadura que, liderada por un  militar negro (“hombre fuerte”, repudiado por Barack Obama) que solo conoce el “dialogo” del cruce de balas de la violencia. Un diálogo que solo maneja y puede manejar el poder dictatorial militar, respaldado por la antigua potencia colonial, en connivencia con las grandes potencias mundiales de fuertes intereses económicos en Guinea Ecuatorial que hacen, de la corrupción rampante, la razón de su existencia y continuidad en Guinea Ecuatorial.
¿Cómo venir, luego, a decirle al pueblo guineano (en claro son y tono burla y desafío, que solo si se levanta, por sí mismo (de su humillación y postración) y  sale a la calle contra Obiang Nguema y su acorazada dictadura, será ayudado por la comunidad internacional? 
¿No es, este, un reto y un desafío demasiado difícil para el escaso medio millón de habitantes genuinos de Guinea Ecuatorial?
No ha quedado aún probado, en ningún país africano o  del mundo, que la normalidad política o democrática esté absolutamente reñida con los intereses económicos de una y de otra parte (Colonos y colonizados) El sistema de APARTHEID (lo lidere un blanco o un negro) es un mensaje, cuyo futuro de estabilidad fue pulverizado por ingente figura mundial de Nelson Mandela, y solo necesitamos -para nuestra dignidad mundial- recoger el mensaje de reconciliación que se desprendió de  la abolición  de tan denigrante sistema llamado APARTHEID, del que muy pocos quieren desprenderse, a la hora de tratar a África.
No podéis, a la vez (negros y blancos) asistir a los actos fúnebres de Nelson Mandela, insigne líder mundial de la RECONCILIACION; y, acto seguido, ayudar y animar a Obiang Nguema a tratar al pueblo guineano como si fuera un “necesario” y normal “boer” o “africaner” blanco. Demasiado difícil reto para el pueblo guineano.