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Exilio guineano en España, 8 de Diciembre de 2013.- Fuentes de absoluta solvencia y fiabilidad, trasladan a la oposición en el exilio la siguiente información:
En su huida hacia adelante, desesperado por la incapacidad de su padre de dar el triple salto mortal, poniendo en sus manos el poder dictatorial, Teodorín Nguema Obiang Mangue, ha decidido saltar todos los controles de su padre Obiang Nguema, así como sus débiles y falsos flirteos con occidente, y echarse a las manos de los chinos y de oriente
En efecto: Hace escasos meses, y tras una visita improvisada a la República Surafricana, y mientras Teodorín esperaba la llegaba de un barco cargado de armamento, los servicios de vigilancia y control internacional detectaron y retuvieron el barco cargado de armas. Episodio que Obiang Nguema utilizó para dirigirle una seria reprimenda a su hijo; señalando que el país tenía suficientes armas, traídas de Ucrania, Rusia y otros entornos orientales y del tercer mundo, España incluida; lo que hacía innecesario traer más armamento al país; menos aun sin conocimiento de su padre.
Enfadado y desobediente, Teodorín no dudó en trasladarse a China (uno de los pocos países en los que puede moverse en el mundo, tras la prohibición de pisar países senghen) y entrar en contacto con personalidades gubernamentales de China. La página oficial del Gobierno de Obiang Nguema dejó constancia de esta visita, señalando que tenía por objeto mejorar las excelentes relaciones entre Guinea Ecuatorial y China.
Las fuentes de las que se vale la oposición aseguran que, en su viaje a China, el hijo de Obiang Nguema, cegado por su desenfrenada ambición de hacerse con el poder en Guinea Ecuatorial, y ante la impotencia y falta de decisión de sub padre, ha suscrito importantes documentos, relacionados con las futuras relaciones entre China y la Guinea Ecuatorial que piensa arrebatar a su padre. Teodorín ha puesto a disposición de China prácticamente todo el futuro de Guinea Ecuatorial, con tal de que los chinos lo aúpen al emporio de la dirección de la dictadura instaurada por su padre en Guinea Ecuatorial.
El paso siguiente a la firma de acuerdos entre China y Teodorín, según informan a la oposición en el exilio, es que Obiang Nguema, Presidente (todavía) de Guinea Ecuatorial, ratifique y selle los acuerdos contraídos por su hijo Teodorín, ante la mirada atenta de los chinos.
Occidente, según las fuentes, ha decepcionado a Obiang Nguema y a su hijo, por su negativa a bendecir el plan de heredar la dictadura entre padre e hijo.
Es evidente que la permanencia vitalicia de un presidente achacoso, abandonado por Francia, Estados Unidos, España, Inglaterra, Alemania, y algún que otro país africano emergente; ese dejar que se pudra la situación hasta el desastre civil final, alimenta, no solo la pugna por hacerse con la mejor situación cuando se produzca el caos; sino que “abre los ojos” a los múltiples hijos de Obiang Nguema que, a la chita callando, han iniciado ya unos enfrentamientos (a veces armados) contra Teodorín que no duda en ordenar la detención de sus hermanos competidores, y encontrarse con la respuesta, igualmente violenta, de ellos.
Que Obiang Nguema Mbasogo se sienta achacoso, muy enfermo, casi terminal, en manos permanentes de médicos que le inyectan morfina de supervivencia y prolongan su vida y malestar. No le salva, eso, al dictador de la tremenda responsabilidad que sobre él pesa y (si así lo prefiere) golpeará eternamente su tumba, con imparables repercusiones en sus herederos, descendencia, apoyos y protectores, por haber llevado al pueblo de Guinea Ecuatorial a la destrucción.
No está nada fuera del conocimiento del pueblo entero guineo, la trama de Obiang Nguema para situar a su hijo Teodorín al frente del poder dictatorial, para retirarse a descansar cómodamente en su pueblo de Acoa-Kam o Ko eté. Nadie en Guinea Ecuatorial está al margen de las batallas que libran los múltiples hijos de Obiang Nguema en lucha por adueñarse, cada uno, de la dictadura de su padre. Tampoco está lejos del conocimiento del pueblo guineo que tras Obiang Nguema están los poderes de su gran “lobby”, que preferirían, por lo visto , que Guinea Ecuatorial se hunda en el caos de un “post-Obiang”, descontrolado y funesto para el inocente pueblo guineo.
