domingo, 8 de diciembre de 2013

QUE NO SE APAGUE SU LUZ

                   

Secretaría de Formación del Partido del Progreso

Exilio en España, 8 de Diciembre del 2013. Mandela sigue vivo, su espirito no morirá nunca y su legado será siempre un claro ejemplo a seguir, una pauta de comportamiento para poner en práctica y el espejo en que se deben mirar los ciudadanos africanos. Ahora sus ideales serán nuestros ideales, aunque a veces sea imposible para nosotros el alcanzarlos y sobre todo, su lucha será nuestra lucha. Los hombres, especialmente los africanos, estamos necesitados de guías a los que seguir, de vidas ejemplares a las que imitar, de mitos a los que venerar. La particular Robben Island en la que se ha convertido, para todos nosotros Guinea Ecuatorial, debe ser el escenario y el campo de lucha política para derrotar a nuestros carceleros.

A pesar de que Mandela no fue lo suficientemente firme con sus herederos políticos, su legado será siempre la luz que ilumine la senda africana. Así también, la forma con la que afrontó la transición de Sudáfrica, desde el apartheid hasta un sistema democrático para todos, -blancos y negros, ricos y pobres- supone un vivo ejemplo a seguir por muchos pueblos africanos, -entre el que se encuentra el nuestro- todavía bajo la opresión de regímenes dictatoriales. Y no cabe duda de que muchos dirigentes africanos corruptos, como Roberto Mugabe, o el propio Obiang, verán en la inmaculada figura de Mandela una sombra demasiado alargada, un ejemplo que remuerde  sus conciencias, si es que las tienen.

La gran explosión de luz que ha supuesto para todas las conciencias la muerte de Mandela, puede hacer más comprensible que en la vida existen ideales por los que vale la pena morir. Por suerte para los guineanos tampoco nos han faltado mandelas dispuestos a enfrentarse a la dictadura de Obiang Nguema. Guinea Ecuatorial tiene sus propios ejemplos de resistencia, en algunos casos hasta la muerte, en la lucha contra una dictadura criminal, que ha traído la desgracia a nuestro pueblo. Para todos nosotros, los militantes del Partido del Progreso y también para el conjunto del pueblo guineano, contamos con el ejemplo de Severo Moto. Su lucha abnegada en defensa de nuestro pueblo, su valentía para enfrentarse a la dictadura, aún sabiendo que era siempre objetivo y punto de mira de los secuaces asesinos de Obiang, serán siempre dignos de admiración, de ejemplo y estímulo para nosotros.

Desde el Gobierno en el Exilio siempre hemos manifestado que Guinea Ecuatorial vive un auténtico apartheid, parecido al que tuvo que combatir Mandela, pero en este caso no está protagonizado por los blancos, sino por propios guineanos, pertenecientes a clan del dictador, cuyo resultado es la más pura exclusión social, política y sobre todo económica, perpetrada contra la mayoría de la población, convertida en convidada de piedra en la mesa del  reparto de sus propias riquezas, las riquezas del subsuelo patrio, que pertenecen a todos por igual.

Igual que Mandela, Severo Moto y el Partido del Progreso apelamos al espíritu de reconciliación entre todos los guineanos, lo que nos permitirá pasar página y afrontar nuestro futuro en paz y en convivencia. Pero para ello tenemos que conocer la verdad, se tiene que saber todo lo que ha pasado con la dictadura en Guinea Ecuatorial, para que así muchos puedan pedir perdón y otros puedan perdonarles. Guinea como Sudáfrica, necesitará una TRANSICIÓN TRANQUILA, sin violencia, sin enfrentamientos civiles, con espíritu de reconciliación y perdón. Y para eso hacen falta hombres de estado que actúen por el bien común, políticos -que los hay- con generosidad, dirigentes con altura de miras y detrás, un pueblo decido a conseguir su objetivo: la libertad y la democracia.