Yo estuve allí: crónica de una asamblea
Una vez acallados los ecos de aquella Asamblea Extraordinaria, que convocara Severo Moto, con el objetivo de oír las motivaciones de un grupo de militantes críticos con su liderazgo, creo que ha transcurrido ya el tiempo suficiente como para hacer una reflexión sosegada y con más perspectivas, de los acontecimientos que se produjeron ese día y en los que yo estuve presente.
Acostumbrado, quizá a presenciar diferentes congresos y cónclaves de los partidos políticos españoles, en las que los convocantes maniobran con todos los medios, preparando con antelación los posibles resultados de las asambleas, para que estos les sean favorables. En ellas no faltan los golpes bajos, los "navajazos", las presiones y hasta cierto grado de tensiones en el desarrollo de las mismas, como si les fuera la vida en ello. Sobre esta Asamblea,la que llevó a cabo el Partido del Progreso el día 14 de Enero, me ha sorprendido sobremanera la normalidad con la que convocó a los representantes su Presidente, sin ningún tipo de recomendaciones previas a los participantes, sólo con el ánimo de querer escuchar los motivos de tal cuestionamiento, dando la oportunidad, más que generosa a los díscolos, de exponer sus argumentos. Creo que esa normalidad para aclarar las cosas, sin operaciones subterráneas y oscuras, y el hecho de que el Presidente del Partido del Progreso se expusiera a ser cuestionado, e incluso insultado, por un pequeño grupo de militantes, alejados algunos desde hace mucho tiempo del Partido, dice mucho en favor de la calidad democrática y de autocrítica de este Partido y de su Presidente.
Una vez constituida la mesa de la Asamblea conforme a las normas estatutarias y establecidas las reglas de juego, comenzaron las intervenciones. De las 5 horas y 45 minutos que duró dicha asamblea, 3 h. y 30 minutos las consumió el grupo discrepante. La intervención de Donato Ndong se prolongó más de 1 hora y 50 minutos. Nos regaló un larguísimo discurso leído, soporífero y farragoso, lleno de insultos al Presidente, con alusiones personales nada afortunadas y plagado de equivocaciones en la dicción. Con una argumentación bastante peregrina, yo diría que algo obscena, vino a concluir : " como Don Severo Se encuentra atrapado aquí en España, sin libertad de movimiento, (con la obligación de presentarse semanalmente en el juzgado) y sin la posibilidad de poder regresar a Guinea, yo me pongo de Presidente (Donato Ndong), que puedo moverme, incluso regresar a Guinea y ya me encargaré, con mis buenos contactos (¿de sus amigos del PSOE, visitadores de Obiang?) para que se le pase una pensión mensual de 3.000 euros". Hacerle este planteamiento a un hombre que ha rechazado tener todo (Obiang le ofreció ser Primer Ministro y cientos de millones de FCFA) para correr la misma suerte que su pueblo (incluida la restricción de libertad),resulta inmoral y obsceno, y por supuesto, fuera de lugar.
Por el contrario, Severo Moto, dio un buen ejemplo de humildad y de sentido democrático, respetando a su oponente sin querer "entrar" a ninguna de las acusaciones e insultos, en una intervención espontánea (sin papeles), con su característica voz fuerte y segura, se reafirmó en los principios democristianos del Partido del Progreso, como la mejor ideología para luchar por las injusticias y acabar con las desigualdades que la dictadura ha creado en el pueblo guineano. Don Severo manifestó que la tragedia que vive aquí en España, es parte de la tragedia que vive su pueblo dentro de Guinea Ecuatorial y que ambas obedecen a la voluntad del mismo: la del dictador Obiang.
Los asistentes, algo sorprendidos, fueron solicitando su turno de intervenciones en casi su total mayoría para apoyar a su Líder. A pesar del órdago que se había lanzado sobre el Presidente y los Directivos del Partido del Progreso, los defensores de Severo Moto dieron una vez más, ejemplo de normalidad democrática, huyendo de los insultos y descalificaciones en sus firmes alegatos en favor de su Jefe de Filas. Las pocas intervenciones del resto del grupo de los díscolos, obedecían todas a un patrón común: invitaban al Presidente y a los directivos a hacer política dentro del territorio guineano. Y ahí estaba el nudo gordiano, el plan-trampa que traían bajo el brazo: invitar a que, en todo caso, si no quieren aceptar el liderazgo de Donato Ndong, volver a hacer política en el interior de Guinea Ecuatorial. Refiriéndose a esto, un veterano opositor a Obiang, Don Pablo Ndong Ensema, manifestó que si vuelve a su país, estando Obiang en el poder, este le estaría esperando con toda una división de "tanques". En este sentido viene a mi memoria la célebre frase de Obiang referida a Severo Moto: "Si apareciera en el aeropuerto, os aseguro que yo iría personalmente a pegarle un tiro"
No tengo la información suficiente para saber quién ha movido los hilos para que este grupo, los Ndong, echara semejante pulso (por otra parte, perdido de antemano) a Severo Moto, pero una cosa percibíamos claramente en el ambiente los participantes de la Asamblea: todos advertíamos la larga mano de Obiang, que seguía operando una vez más aquí en España, para dividir al Partido del Progreso, ya que no ha podido eliminar a su líder. A estas alturas Obiang ya no puede engañar a nadie, sabemos que en Guinea Ecuatorial una banda de asesinos (asociaciones de matones promovidas por el régimen, miles de mercenarios extranjeros, el propio ejército y una multitud de chivatos agraciados de Obiang) campa por sus respetos por todo su territorio, hasta haberse convertirse en los dueños de personas y haciendas. No es posible , digan lo que quieran, hacer política al lado de Obiang, porque o te compra, o te elimina. El propio régimen ha dado una sola patente, a la llamada "oposición legal" interior, con un asiento incluido en la Asamblea y por lo pronto, parece no estar dispuesto a abrir la mano para los demás.
Ya hemos conocido públicamente el resultado de la votación final de esta Asamblea (además ha quedado constatado en una grabación de vídeo), la aclamación sin ninguna oposición de Don Severo, ratificado en el cargo de Presidente del Partido del Progreso. Por eso motivo resulta chocante lo que viene publicando en su pagina Diario Rombe, sobre la existencia de una facción del PP, presidida precisamente por Donato Ndong Biyogo. En este sentido, cabe hacerse una pregunta:¿Quién es más demócrata, aquel líder que sintiéndose cuestionado por una minoría encabezada por un militante (desaparecido del Partido durante 28 años), convoca sin miedo y sin trampa una asamblea extraordinaria para dirimir su liderazgo, o el cabecilla de la rebelión, que a la salida de dicha Asamblea, en la que ha sido rechazado (bapuleado) por unanimidad, monta un contubernio de tres personas en la cafetería más cercana y mediante un comunicado (que se lo "cuela" a la Agencia EFE) dice haber apartado de la Presidencia ese líder político, acusado de no utilizar procedimientos democráticos?. La respuesta es clara: se trata de un esperpento más, en el que subyace un fondo de corrupción y de intereses bastardos, movidos por gente sin escrúpulos, para los que el enriquecimiento personal cobra más importancia, que la libertad de todo un pueblo. Está claro que la Tiranía está siempre dispuesta a hacer ricos a aquellos que se prestan a colaborar con sus fines.