Nadie
conoce la dureza de la vida en el exilio tanto como los que la sufren.
Perseguidos, sin recursos y excluidos de manera gratuita de su propio país, el
exiliado se enfrenta a un horizonte sórdido y sombrío en el que solo le quedan
dos opciones o adaptarse e integrarse en la sociedad de acogida o la de no
cejar en su empeño de volver a su casa.
Severo
Moto, el máximo exponente de la lucha contra la tiranía guineana nunca se ha
doblegado a los caprichos de los bandidos que detentan el poder en la república
de Guinea Ecuatorial. Moto ha sufrido ataques de todo tipo, desde los físicos,
detenciones y atropellos hasta el olvido y la imposibilidad de que pudiera
financiarse y aun así, sin los más mínimos apoyos, no solo ha resistido las
embestidas de una tiranía abyecta y sus terminales cómplices sino que ha sido
capaz de vertebrar el grupo de oposición más fiable y contundente que existe en
el microcosmos de la disidencia guineana.
Sus años de
exilio han sido una constante carrera de obstáculos que ha ido salvando con
mejor o peor fortuna. Ha sido secuestrado, amenazado de muerte, encarcelado en
España e involucrado en operaciones que buscaban el fin del reinado del terror
que capitanea el sátrapa, Teodoro Obiang Nguema. Si ha caído, se ha levantado y
cuanto más duro ha sido el camino, más convencido ha estado de seguir en la
lucha. Severo Moto nunca ha tirado la toalla y eso es algo que enerva a la
banda armada que mantiene secuestrada a la población de Guinea Ecuatorial.
Severo Moto es la garantía de un proceso democrático. Severo Moto es la
modernización de un país sumido en la miseria y en la corrupción. Severo Moto
representa la fuerza, las voces silenciadas y el futuro que anhelamos los
guineanos.
Hoy,
nuestro presidente, celebra su aniversario de boda. Contrajo matrimonio hace 44
años con Margarita Equi. Él y ella forman un binomio y un referente de apoyo,
compañerismo y amor. Tienen cuatro hijos y ocho nietos. Hoy celebraran este
aniversario con la esperanza puesta en que el año que viene podrán hacerlo en
su tierra, en su casa y con toda su gente. Hoy estamos fuera, presidente y
nuestro regalo sería acompañarle a Malabo a Bata a Guinea Ecuatorial. Estamos
con usted y con su hoja de ruta que se resume tan fácilmente y que resulta tan
difícil de aplicar mientras sigan mandando las pistolas frente a la razón.
Queremos
que no haya un solo guineano en la cárcel por ser contrario a la dictadura.
Queremos que los exiliados puedan volver a casa y no ser violentados,
perseguidos o asesinados y queremos que el pueblo de Guinea Ecuatorial elija su
futuro y se libre de los caprichos de incultos y maltratadores personajes que
ocupan los sillones del poder.
Feliz
aniversario, Presidente. Feliz aniversario, doña Margarita. Es un honor estar
con ustedes y les deseamos un día lleno de felicidad y de esperanza.