Asistentes a un mitin de Severo Moto en la ciudad de Bata
Por Severo-Matías MOTO NSA, Presidente del Partido del Progreso y Gobierno en el Exilio de Guinea Ecuatorial.
Leo, con interés, la última entrega de “LD”, firmada por el Dr. Don Samuel Mba Mombé, en la página “guinea-ecuatorial.net, bajo el título de: “EL RETIRO DE FABIAN Y EL TEMA CONVERGENCIA DE LAS FUERZAS POLITICAS DE LA OPOSICIÓN”.
Descubro, a lo largo de la lectura de este estudio histórico de la trayectoria de la oposición, muy especialmente en el tramo que va desde el golpe de estado del 3 de agosto hasta aquí; descubro digo, el interés demostrado siempre por Don Samuel Mba Mombe por descubrir y trasladar la verdad de los pasos dados, no solo por la oposición sino por la globalidad social (civil y militar) de Guinea Ecuatorial.
Me siento, especialmente afectado por la verdad que se desprende de la trayectoria de la oposición, a partir del golpe de estado del 3 de agosto. Pues, es, a partir del 3 de agosto, asesinado Macías y con la fusta de mando en las manos de Obiang Nguema, fue cuando me vi involucrado en la actividad de la oposición al régimen dictatorial (de palo y sangre) que Obiang Nguema Mbasogo, se disponía a continuar, tras once años de Partid Único Nacional de Trabajadores.
Mi exilio en España se produce justamente dos años, escasos, después del golpe de estado. Muy concretamente llego a España el 14 de Enero de 1982. Y obtengo el asilo 4 años después (1986)
Pero tres años antes, 25 de Febrero de 1983 lanzamos a la luz pública el Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial (PP). Este hecho se produce y adquiere especial importancia, por cuanto que a los reconocidos valores políticos de la oposición al dictador Macías Nguema, integrados en diversos MOVIMIENTOS de lucha contra Macías y su dictadura (A.N.R.D., MOLIFUGE…etc. etc.) a quienes expusimos y propusimos la idea de crear un PARTIDO político, su respuesta tenía dos vertientes: A) No tenía sentido crear un partido, en el exilio; sino movimientos de lucha. B) Tras el golpe de estado de Obiang Nguema, todos los grupos o movimientos políticos contra Macías habían decidido ofrecer una tregua al nuevo golpista militar, para ver si eso de “Golpe de libertad” era verdad, para ofrecerle su colaboración...
Reconozco que salté por encima de esa tregua de los movimientos, por una razón central: Tres años después del golpe de “libertad”, y después de haber intentado ofrecer mis servicios profesionales como periodista a la anunciada democracia, mi renuncia y dimisión como secretario de Estado de Información y Turismo y mi exilio, tenían una explicación rotunda: La muerte o asesinato de Macías no era más que un “quítate tú, tío; que, me quedo yo”
Decidí, a la hora de sumergirme en la actividad política, disponer, más que de un MOVIMIENTO político que se centra y se agota en una contingencia (acabado Macías, se acaba el movimiento…) en un PARTIDO POLITICO, dotado de una ideología muy concreta, y que identifica –-sin confusiones- a quienes militan en ella- LA DEMOCRACIA CRISTIANA.
El día 25 de Febrero de 1983 presentamos en público, en Madrid, al Partido del Progreso. Nada quedó a ocultas, ni escondido detrás o bajo otras intenciones que luchar contra la dictadura que 11 años antes, se había instaurado en Guinea Ecuatorial y que, a partir del 3 de agosto, con el golpe de estado, había simplemente iniciado una nueva trayectoria, acaso más violenta, más voraz e inhumana, la de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.
Deshacernos con nuestro partido, demócrata cristiano, de la tiranía y dictadura que destruye (hace 45 años) nuestro país; y abrir puertas a la libertad, desarrollo, normalidad política y democrática de Guinea Ecuatorial, pasando necesaria e inexorablemente por acatar la voluntad popular expresada libre y democráticamente en las URNAS. (O sea, elecciones libres). Ese fue el gran objetivo y sigue siendo la razón de la existencia del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial.
Un documento elaborado meticulosamente, por el equipo del Partido del Progreso (españoles y guineanos) y en el que se contenía una oferta de salida institucional democrática y pacífica al régimen dictatorial, y que ofrecía a la oposición exiliada en el exterior (España en concreto) la oportunidad de aglutinarse en un proyecto y plataforma común de lucha contra la dictadura, fue la base de trabajo de las reuniones que, durante los días 1, 2 y 3, de marzo de 1983 se celebraron en el Hotel “DON YO” de la ciudad de Zaragoza, y de cuyas reuniones nació la Junta Coordinadora de las Fuerzas de la Oposición. La convocatoria lanzada por el Partido del Progreso coincidió, casualmente, con la convocatoria de una reunión de la hoy extrañamente desaparecida OTEPGE (Organización de Técnicos y Profesionales de Guinea Ecuatorial). Lo que dio a las jornadas de Zaragoza una inequívoca categoría de alto nivel, a la vez, político y técnico.
No dudé en ceder la coordinación general de la Junta Coordinadora de las Fuerzas de la Oposición, al gran Francisco Ela Abeme, después de una elecciones que no debieron de haberse producido y no se hubieran repetido tres veces, si no hubieran existido una (para mí) burda e innecesaria maniobra de un grupo de los reunidos -achuchados por un partido político español…- que se empeñaba en que fuera Francisco Ela Abeme el que liderara el proyecto, aun sin conocerlo ni ser su autor. Cedimos, generosamente, el liderazgo de la Junta, movidos por el mismo espíritu que nació. La Junta duró escasamente una semana, tras un desafortunado viaje realizado por el Coordinador a Libia… viéndose enrolado en un affaire de “Intento de golpe de estado”.
El retorno en libertad a Guinea Ecuatorial era, efectivamente, el gran mensaje, el gran proyecto clave e inicial que alimentaba la creación de la Junta Coordinadora de las Fuerza de la Oposición. Se trataba de que la Junta Coordinadora fuera la gran punta de lanza política e institucional que, blandida por la oposición guineana, abriera paso al dialogo con el régimen de Obiang Nguema Mbasogo; ya enrocado en dar continuidad y profundizar en la dictadura arrebatada de las manos de su tío Macías.
MIS VIAJES A GUINEA ECUATORIAL.
Don Samuel Mba Mombe, que nos ha suministrado ya varios documentos que nos ayudan a retomar importantes pasos de esa historia tan aviesamente olvida de nuestra trayectoria política y social, hace referencia, en el artículo suyo, que comentamos, a mis viajes a Guinea Ecuatorial. Un simple problema de fechas y circunstancias que rodearon a estos viajes, me obliga -para ayudar a Don Samuel Mba Mombe a acertar en su búsqueda de la verdad sobre las fechas y las numerosas organizaciones de juntas y plataformas de oposición (fuera y dentro) de Guinea Ecuatorial. Tengo la fortuna o la desdicha de haber estado, casi en la gestión y desarrollo de todas ellas; por lo tanto puedo hablar de ellas.
1.- Mi primer viaje a Guinea Ecuatorial, en un intento de abandonar el exilio e incorporarme a la vida política activa en mi país, no fue en 1989; sino el 5 de Junio de 1988. Cinco años después de la fundación, en el exilio -España- del Partido del Progreso. Cinco años en los que nos dedicamos a fondo a dotar al Partido del Progreso de la musculatura política internacional que lo homologara, en pie de igualdad -desde la dimensión africana de Guinea Ecuatorial- con las demás formaciones políticas del mundo, inmersas en el aroma política de la Democracia Cristiana (hoy, de centro). Cinco años después de ese trepidante juego internacional, creímos cumplida sobradamente esta importante faceta. Quedaba afrontar el reto de salir al encuentro, pacífico, de nuestro país; para sembrar en el alma de Guinea Ecuatorial la semilla política de la Democracia Cristiana. No ignorábamos el profundo calado que la doctrina cristiana había adquirido, en largos años de colonización, en Guinea Ecuatorial. La doctrina política democristiana, asentada en el Humanismo Cristiano, abrigada por la Doctrina Social de la Iglesia; con el servicio al individuo puesto en el centro de la actividad política, nos parecía, desde la fundación del Partido del Progreso, una irrenunciable misión a cumplir en nuestro pueblo. Nunca renunciaremos a esta misión.
Precisamente ese primer viaje a Guinea Ecuatorial, en 1988, fue (a pesar del desprecio, relegación y agria respuesta recibida del régimen de Obiang Nguema) la catapulta que nos lanzó a la integración, de pleno derecho, en la IDC (Internacional Demócrata de Centro). Este primer viaje -nadie se atrevería a dudar del grave riesgo -¡¡ninguna aventura!!- sí, respaldado por la (muy trabajada) comunidad internacional y, muy concretamente, por España, se produjo cuando el Partido del Progreso era una especie de “rara avis”, en medio de numerosos “movimientos”, especialmente “anti-Macías” (Llamados a agotarse con la desaparición de Macías… y que habían decidido ofrecer una tregua a Obiang Nguema…) Ese primer viaje de 1988, era el de un partido político (Partido del Progreso) que actuaba en el papel de innegable precursor y protagonista de la vida y presencia de partidos políticos en Guinea Ecuatorial (fuera del partido único nacional de trabajadores de Macías).
2.- Mi segundo viaje (riesgo, peligro, miedo y duda incluidos) se produjo el día 2 de mayo de 1.992. Creo que es al que se refiere el amigo Don Samuel Mba Mombe en su artículo en “guinea-ecuatorial.net”. Bastaría con cotejar y verificar las fechas, para dejar zanjada esta historia; pero ya que se presta
La Junta Coordinadora de la Oposición de Guinea Ecuatorial, se esfumó, como una estrella fugaz, apenas unas semanas de nacer en 1983, como lo he señalado. No llegó a conocer el año 1998. Su grande y deplorado vacío se vio cubierto por el “Pacto de Madrid”, liderado por Don Francis-coJones Ivina; de MO.LI.FU.G.E. (Movimiento de Liberación y Futuro de Guinea Ecuatorial).
El retorno en libertad a Guinea Ecuatorial, columna vertebral del proyecto fundacional del Partido del Progreso, no había caído, afortunadamente en saco roto. Tan había calado en España que hasta el Gobierno de Don Felipe González Márquez, antes de que realizara aquel único viaje a Guinea Ecuatorial (diciembre de 1991) tuvo conmigo el dignísimo gesto de consultarme cuál era la disposición de la oposición; en qué estaba dispuesto a ceder la oposición, si Obiang Nguema aceptaba largarse pacíficamente del poder, previo regalo de una importante suma de dinero. En definitiva, si estamos dispuestos a dejarle marcharse, sin problemas, a donde quisiese. Yo lo acepté.
A su vuelta de Guinea Ecuatorial, Don Felipe Gonzáles tuvo la delicadeza de reunir al Pacto de Madrid, con todos sus grupos políticos componentes. Como claves de este encuentro el Presidente del Gobierno español, dejó claras tres aseveraciones: A)Que había conversado con Obiang Nguema y que el dictador era conocedor de ese encuentro con la oposición guineana en la Moncloa. B) Que, a ser posible, la oposición preparase, en una semana, a 6 representantes para trasladarse a Guinea Ecuatorial y abrir el diálogo con el dictador. C) Que si a la oposición guineana en España se le hacía difícil encontrar a 6 personas en una semana (porque quizás todos querían ir…) tenía un mes para aglutinar a 12 representantes para trasladarse a Guinea Ecuatorial y abrir el diálogo con Obiang Nguema.
Recuerdo que, por toda respuesta, el Presidente del Pacto de Madrid solicitó tiempo para estudiar la oferta o propuesta del Presiente del Gobierno español. Recuerdo que se abrió una serie de reuniones de debate, discusión y dimes y diretes, desde el mes de diciembre de 1991 hasta finales de abril de 1992. No recuerdo que el Pacto de Madrid dirigiera una respuesta a Don Felipe González sobre su disposición a efectuar el propuesto viaje a Guinea Ecuatorial. No recuerdo reunión alguna donde el Pacto de Madrid, tomara la decisión de enviar a 6 personas o a 12, representantes de la oposición para ir a dialogar con el régimen de Obiang Nguema. Sí, recuerdo que al final eran cerca de quince las personas que se apuntaron; a la espera de que se cumplieran una serie de requisitos… básicamente económicos y de seguridad para las personas.
Reconozco que, cinco meses después de la propuesta (fallida) de Don Felipe González, el día 2 de mayo de 1992, el Partido del Progreso realizaba el segundo viaje de retorno en libertad a Guinea Ecuatorial, en medio del natural miedo, peligro y riesgo; sin tan siquiera recibir ni respaldo ni recomendación del Pacto de Madrid; sí rodeado de críticas, por no habernos “solidarizado” con la falta de respuesta del Pacto de Madrid, a las recomendaciones del Presidente del Gobierno español. Pero no deja de ser significativo que, tras nuestro aterrizaje en Guinea Ecuatorial, se desencadenara, de alguna manera, el regreso al país de algunos otros líderes exiliados en España: Andrés Moisés (R.I.P.), Miguel Esón Eman, Secundido Oyono; y, por cierto, se abrió paso al proceso de democratización de Guinea Ecuatorial, que Obiang Nguema torpe y malintencionadamente abortó con el calificativo de “Ensayo democrático a la equatorguineana” Aborto animado y favorecido por la pusilanimidad, cuando no frenos oposición de alguna potencia colonial europea relacionada con Guinea Ecuatorial.
No parece demasiado cierto ni verdad que Severo Moto “viajó en solitario” como lo dice nuestro amigo Don Samuel Mba Mombe. Quizás sea más acertado aceptar que “Severo Moto abrió, en cierto modo, paso al retorno en libertad de otros líderes… y provocó el proceso de democratización, abortado por Obiang Nguema y sus amigos.” Esta afirmación me parece más certera y real, como lo reconocen en silencio o sottovoce, incluso nuestros rivales…
Y se abrió paso a la POC, de la que he escrito hasta la saciedad, con evidente escasa atención por parte de quienes se sienten más seguros y abrigados por las falsedades de la historia que por la verdad de los hechos. (Nadie ha hablado nunca del decisivo papel del Partido del Progreso dentro de la oposición, a la hora de ayudar a los demás partidos a ser legalizados; a la hora de ceder en la Junta Coordinadora, en la P.O.C. y en otros gestos de generosidad política con los demás grupos. No nos dedicaremos a esperar ningún reconocimiento…)
Ni la Junta Coordinadora de la Oposición, ni el Pacto de Madrid, ni experimento o prueba de acción unitaria alguna gestada hasta aquí, en España, ha logrado concitar -no sé por qué no- la voluntad y decisión de todos los exiliados de salir al encuentro del país.
Y lo diré con absoluta libertad y convicción. Es vacío, falso y no pocas veces malintencionado pretender la unidad de la oposición como si de simples y mansos borregos; de una recua de cabras obedientes a un perro ladrador, y de avutardas sueltas en el mes de mayo, se tratara. Si se tratara de grandes valores intelectuales, profesionales, culturales, avezados en la política, (todos, o gran parte de ellos, han sido borrados del mapa con las matanzas de Obiang Nguema, otros pasan olímpicamente de la política---), cabría esperar ese esfuerzo de unidad. Y aun así nunca la unidad debería exigirse a golpes de palo, gritos y órdenes de mando militares... Si (según los latinos) “AD IMPOSSIBLIA NEMO TENNETUR (Nadie está obligado a lo imposible), habrá que pensar que nadie está obligado a unirse, a la fuerza, a nadie. Y volvemos al latín para más ilustración: QUOD NATURA NON DAT, SALMÁNTICA NON PRESTAD. (Lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta) o este otro dicho; “TOT CÁPITA QUOT SENTENTIAE” (Tantas cabezas como sentencias…)
No somos nada partidarios de que se fuerce la unidad; ni muchísimo menos lo somos de que se restrinja, a la fuerza el número de partidos, con el burdo y cobarde truco de no legalizar a los que lo solicitan o prohibir arbitrariamente los ya legalizados.
No es más importante la UNIDAD de TODOS, al estilo: (“Yo también soy guineano…”), como la obligada e imprescindible capacidad de cada uno. Sumar muchas debilidades, da como resultado, más debilidad; en cambio sumar muchas capacidades, da, como resultado, más capacidad. Mezclar las dos cosas para lograr la UNIDAD da como resultado, el caos.
¡¡¡NADA MEJOR Y MÁS JUSTO Y DEMOCFRATICO QUE DEJAR QUE EL PUEBLO GUINEANO SE EXPRESE LIBRE Y VOLUNTARIAMENTE EN LAS URNAS!!! Eso que tan ciega, cobarde, impotente y testarudamente nos está negando Obiang Nguema y su régimen; pero que, por otra parte, no parece que sea una exigencia decisiva, contundente y muy reclamada por los partidos de la oposición. Lo que más miedo y dudas nos debe crear, no es la falta de unidad de la oposición, sino que nos contagiemos del miedo a las elecciones libres, limpias, democráticas. Que tengamos miedo del veredicto de los votantes en las urnas. La verdad es que si renunciamos -como parece- a que el pueblo soberano nos examine en las urnas, a través de su voto, libremente emitido, nada debería extrañar, querido Samuel Mba Mombe, que Usted y Don Fabian Nsue, decidan abandonar, elegante y dignamente, la actividad política; algo que sin la menor duda se producirá con abundancia cuando la libertad, los derechos humanos y la democracia tomen su sitial en la vida de Guinea Ecuatorial.
PARTIDOS “CAZO”
Lo deja muy claro nuestro amigo Samuel Mba Mombe en su artículo, que comentamos. Hay que reconocer que en Guinea Ecuatorial, con el engaño de apertura o inicio del llamado “proceso de democratización a la equatorguineana…”, aparecieron, de forma masiva, eso que se puede llamar partidos “CAZO” (Véase el Diccionario de la Real Academia de la lengua española) Esos partidos que sin apenas contar con el número de afiliados o simpatizantes suficientes, para lograr su legalización, pusieron el “cazo” (vasija de mango largo) para recoger el agua de los regalos, prebendas y favores corruptos de Obiang Nguema para sumarse a él, atados por cordón umbilical de la corrupción: “El dinero es de Guinea, no es de Obiang Nguema”-dicen con orgullo y presunción- Otros, simplemente aseguran: “Yo también soy un macho, por eso he fundado un partido…” Y va y pone el “cazo”.
-Niño: ¿Qué es un partido político?
-Un partido político es un cazo que se pone al lado de Obiang Nguema cuando él celebra sus elecciones fraudulentas, para que te ponga millones de Cefas…dentro.
En el fondo lo que al final prevalece o ha hecho prevalecer Obiang Nguema en Guinea Ecuatorial es su frase favorita: “Yo sé que no he estudiado mucho; pero que nadie piense tampoco que ha estudiado mucho” Lo mismo podría repetir con respecto a las elecciones libres: “Yo sé que no me puede votar libremente este pueblo; pero que nadie piense que le pueden votar libremente…”
Es decir, que el pobrecito guineo ecuatoriano que haya apretado sus codos sobre los pupitres de Escuelas, Colegios, Institutos, Universidades y haya obtenido un título; o simplemente esté dotado –por la naturaleza- de conocimientos, inteligencia desarrollada y capacidad de discernir, conocer y saber (mundología) debe olvidarse de que ha estudiado mucho, simplemente porque Obiang Nguema sabe que no ha estudiado mucho. Ningún guineano debe pensar y actuar como uno que ha estudiado mucho, porque el “propio” Obiang Nguema Mbasogo no ha estudiado mucho…
Y es que antes de entrar en las razones externas y claramente enemigas de nuestra unidad de acción en la oposición (ni siquiera en España encontramos ese ejemplo) hay que, primero, bucear en profundidad en las razones internas nuestras.
La gran verdad es que el que haya estudiado mucho y sepa mucho, está mucho más cerca de la humildad, la sencillez, la generosidad, la solidaridad y la UNIDAD, que quien como el presidente Obiang Nguema sabe, y se farda de que no ha estudiado mucho y por eso se empeña en ser dictador, porque “dictador es sinónimo de dictar normas…” Ese solo tiene un único recurso: la envidia, el odio, el palo, la cárcel, la tortura y el asesinato…
Amigo, Samuel Mba Mombe, si partido político, en Guinea Ecuatorial, significa -como lo definió ese niño- “Un CAZO de mango largo que se pone cerca de Obiang Nguema, cuando él celebra sus elecciones fraudulentas, para que te ponga millones de Cefas dentro…”, la deseada unidad de la oposición no es más que una quimera al intentar que muchos corruptos den, como resultado, mucha honestidad…
LA POBREZA, LA NECESIDAD Y LA MISERIA PROGRAMADAS
Inmersos, todos, tanto en España como en Guinea Ecuatorial, en la tragedia de la pobreza, la indigencia y la necesidad que en los guineanos roza la verdadera miseria, no es fácil que la actividad política (genuinamente destinada al servicio de la sociedad) sea llevada con la dignidad, prestigio y capacidad que los medios económicos pueden permitir. Malas consejeras, el hambre y las necesidades básicas, no son precisamente consejeras de la austeridad, del desprendimiento y de la negación. La oposición política de Guinea Ecuatorial y fuera, tiene una marca clara e inconfundible, tanto dentro del país como en el exterior: La necesidad. Algo tan profundamente explotado por Obiang Nguema y reforzado por sus apoyos, que no solo imposibilitan la actividad digna de la oposición, sino que sirve de reclamo para la inactividad (algunos); para enrocarse en la dignidad de la resistencia y de la pobreza (unos pocos); o para sucumbir en la gehena y en las cloacas de la corrupción que destila el régimen de Obiang Nguema.
UN CUERPO ATRAVESADO DE GUSANOS…
Ah, querido Samuel Mba Mombe, cómo olvidarnos de los múltiples gusanos de infiltrados, traidores y falsos opositores con los que Obiang Nguema tiene podrido y reventado el cuerpo y las entrañas de la oposición guineana; si los hay en los partidos, qué decir de los esfuerzos de unidad que se frustran por sistema… como explosivas mezclas de churras y merinas; de débiles y fuertes; entre quienes no lo han estudiado mucho, y los que lo tienen bien estudiado y mucho… Las mezclas no siempre son buenas, oportunas y aconsejables; más si son mezclas heterogéneas.
Tristemente constatamos de forma subliminal que sumarse a la oposición es la única manera para algunos (muchos, tristemente) de acceder al dinero de Obiang Nguema (algunos dicen que es dinero del país) y se ponen delante de Obiang Nguema y su régimen corrupto, agachados, en la típica postura del chiste de “wenceslao…”
Antes de exigir la unidad de la oposición habrá que pedir, exigir y obligar a cada persona o a cada partido que elija entre parecerse a sí mismo, o sumarse y parecerse a Obiang Nguema y su PDGE. No hay que olvidar el sambenito que los enemigos extranjeros nos tienen colgado en la espalda, al medirnos a todos los guineanos con la medida de la auto definición de Obiang Nguema: “Yo sé que no he estudiado mucho; pero que nadie piense tampoco que ha estudiado mucho”. Ni come, ni deja comer.