jueves, 19 de septiembre de 2013

EL SIDA DESANGRA GUINEA ECUATORIAL, COMO PAÍS. Y… ¿A QUIÉN LE IMPORTA?

                                                                     

Oposición en el exilio España, 19 de septiembre de 2013.- Más de un centenar de enfermos terminales de SIDA se hallan hacinados y abandonados en el  Hospital General, “Loeri Combá”, de Malabo; según nos informa, aterrorizada, una ciudadana guineana, recién llegada de Guinea Ecuatorial. 

Nuestra confidente asegura que la sala dedicada a los enfermos terminales del SIDA, es prácticamente un gran depósito de cuerpos, a la espera del turno de morir y ser llevados al cementerio; pues ni son objetos de tratamiento, ni esperan destino diferente. Con gran desesperación la confidente señala que apenas aparecen mayores de edad en ese “depósito”;  sino, sobre todo  jóvenes (ellos y ellas). En una animada y reveladora conversación, se constata la situación de grave injusticia social que vive el país africano, en manos del dictador Obiang Nguema y sus secuaces. Estos solucionan sus problemas de salud trasladándose libre y felizmente a España, Francia y otros países europeos o simplemente occidentales; mientras el resto de la ciudadanía, no encadenada al poder o a la política servil, están condenados a desaparecer atrapados en su indigencia y pobreza.

Por otra parte, y como es de conocimiento público en Guinea Ecuatorial, las autoridades “equatoguineanas” se han señalado por ser portadores y transmisores compulsivos del SIDA, siendo los niños y niñas, jóvenes (ellos y ellas) las grandes víctimas, tanto de los gerifaltes y mandamases, incluidos sus amigos extranjeros, como sus mujeres, infectados.

La situación es tan desesperante que en, aseguran, circula en Guinea Ecuatorial una consigna, entre los infectados y transmisores del SIDA: “Si a mí no me lo advirtió, quien me lo transmitió; yo tampoco se lo voy a advertir a nadie”

Habrá que cerrar esta triste noticia, y la tragedia que la misma trasluce sobre Guinea Ecuatorial, recordando que hace ya casi décadas, la primera noticia alarmante del efecto del SIDA en nuestro país, fue la de que Obiang Nguema, entre sus múltiples y vociferadas enfermedades el SIDA apareció como la principal. No solo eso, sino sobre todo, la alarma se disparó cuando se supo que el Presidente de Guinea Ecuatorial tenía como  preferencia acostarse, a la fuerza, con niñas de corta edad.
El SIDA, esa enfermedad llamada por los sabios, Virus de Inmunodeficiencia Adquirida, está segando vidas en la República de Guinea Ecuatorial, (casi en la misma medida, y en el mismo silencio, solo por diferentes motivos) como lo hiciera Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, desde 1.968 hasta hoy.

Desde el 12 de octubre de 1968 hasta hoy, Teodoro Obiang Nguema –máxima autoridad militar de la dictadura, con la cobertura de su tío Macías Nguema, primer dictador de Guinea Ecuatorial, se ha dedicado de lleno a un objetivo central con dos vertientes igualmente terribles y perniciosas:

OBJETIVO CENTRAL: ESQUILMAR A LA POBLACION GUINEANA

A.- Vaciar a la población guineana de valores humanos destacados, de sus intelectuales, profesionales y personas de nivel y prestancia social. En definitiva, reventar el tejido social capaz de dotar a nuestro país de soportes y valores que Obiang Nguema, desgraciadamente, no tiene.

A-1. Asesinatos masivos.-  Desde el primerísimo día de la llamada independencia de Guinea Ecuatorial, Macías y Obiang  Nguema sometieron a la sociedad guineo ecuatoriana a una criba, a una túrmix, a un alambique infernal, para despojarla de todo lo que, no solo no estuviera de acuerdo con su dictadura y su poder salvaje; sino, especialmente, de todo guineano que estuviera aunque mínimamente por encima de su preparación, capacidad y dignidad. En ese primer proyecto de exterminio se incluyen las detenciones arbitrarias; las ejecuciones masivas (“El Baile de Moköm”, el “Baile de los malditos”); los encarcelamientos, torturas y muertes en las cárceles; los secuestros, extradiciones y asesinatos  posteriores de disidentes exiliados; los envenenamientos masivos y selectivos; los sacrificios humanos; el tráfico de personas y extirpaciones de órganos humanos para su ingestión o venta. 

A-2. Abandono de la población.-  La independencia de Guinea Ecuatorial (1968), en manos de Macías  y Obiang Nguema, ha supuesto la vuelta precipitada del pueblo guineano a las viejas enfermedades mortales de necesidad (conjuradas durante la colonización). El segundo proyecto de exterminio del pueblo guineano por parte de Obiang Nguema es, ni más ni menos que ese dejar que la población se desangre en enfermedades: Paludismo, cólera, tuberculosis, tétanos, sífilis y otras enfermedades venéreas… En medio de esta tragedia y abandono en la que volvió a caer el país, el SIDA ha aparecido -¡¡¡extrañamente!!!- vestido de un oscuro mensaje de novedad, moda o “distinción social”. Y aunque esa infernal  “moda” pareció, en principio, ceñirse solo a las autoridades;  sin embargo inmediatamente la “moda” se ha extendido a todo el país; siendo los niños y jóvenes (ellas y ellos) las principales víctimas, incautas y aventureras, del SIDA.

Y… de los corazones desgarrados del pueblo guineo, humillado, esquilmado y abandonado,  salta un interrogante chisporrotean de desesperación: ¿¡¡¡A quién le importamos en el mundo!!!?